Comunicar e informarse es una necesidad que nos conecta con la comunidad. Las formas de comunicar evolucionan y la sociedad muta con la innovación tecnológica. Los públicos y las tecnologías se entrelazan originando necesidades de consumo diferentes. A nuevas tecnología, nuevos códigos de comunicación y, como consecuencia evidente, la renovación de los medios informativos.

La estrategia del pasado era diferenciarse en la línea ideológica de sus contenidos, creando así la división entre medio crítico y medio convencionalLos datos –información– son el recurso de riqueza de muchas empresas en internet, pero no producen por sí mismos. El mismo público que genera los contenidos los consume, el medio es el software. Cada quien comunica a su modo y con sus fórmulas, y no hay un procesamiento profesional de la información. El medio de comunicación cubría hace un tiempo esa franja de producción: la adaptación a la opinión pública, entre la herramienta y el público. Poco a poco se ve cómo esos medios tienen menos entradas e ingresos, son comidos por no encontrar la estrategia que pueda plantarse en la realidad digital y hacerse un hueco en el consumo de contenidos.

La estrategia del pasado era diferenciarse en la línea ideológica de sus contenidos, creando así la división entre medio crítico y medio convencional. El procesamiento informativo que se hace de la noticia es a medida con los valores sociales y políticos de un grupo de personas. Pero en internet, la noticia con más visitas es la que primero se publica y primero aparece. El contenido se consume y comparte generando mayor posicionamiento.

La evolución es un escenario de guerra de contenidos. En ese minuto a minuto, las investigaciones periodísticas en los medios han dejado de existir para abordar la estrategia de la inmediatez: quién se enteró antes de qué. Nos encontramos por lo tanto en los tiempos del streaming, las noticias a tiempo real copan nuestro universo informativo. De­masiados estímulos, y no todos merecen la pena.

Pasemos a otro escenario, el no virtual: ¿por qué se venden menos periódicos de papel? Todos los medios han bajado en ventas. Es un problema de visibilidad al igual que en internet. El puesto de venta es visto por el rabillo del ojo, mientras la atención se encuentra en la pantalla del móvil. ¿Cuántos periódicos adaptan sus noticias para la lectura móvil?
Y la sociedad: ¿es sólo consumidora? Escribir un comentario, compartir la información, debates en redes, etc., ¿no es producir? El ejercicio entre consumo y producción es una estrategia cada vez más utilizada por los medios que se adaptan a los cambios. ¿Se reconoce esa participación o no se presta la atención que merece? La información hoy es una construcción social mucho más abarcativa de lo que solía ser, más personas pueden conocer esa información por otras vías y antes de que las publique un medio.

La comunicación se compone en definitiva de tres escenarios: medios, producción de la información y consumo, igual que en el pasado. Lo que ha cambiado es la fusión de esos elementos en uno y la difícil tarea de encontrar estrategias que pongan en un mismo escenario todos los elementos adaptando la tecnología y las formas de comunicarse de la sociedad. Por un lado, el consumo de la información; por otro, la supervivencia de los medios, la tarea de comunicar en los tiempos modernos y la supervivencia de quien produce.

Pero si no vemos el problema principal no sabremos definir las estrategias a futuro. ¿Qué es más importante para mantener un medio: la calidad de sus contenidos, pagar el trabajo de la producción de información o un gran público? Nadie vaticina qué será de las personas productoras como profesionales o de los medios y la sostenibilidad de sus infraestructuras. Se estudia poco la práctica de cómo adaptar un medio y sus contenidos a las formas sociales y digitales actuales.

Los elementos se interrelacionan y el nuevo modelo tiene que buscar conectar más los escenarios para lograr conectar con consumidoras y consumidores. Así, un medio tiene que ­escuchar a quienes confeccionan la información que publican y quien genera contenido con quienes lo verán o escucharán. La renovación de los escenarios sociales y tecnológicos pasa por centrarse en conocer el código de comunicación que nos habita. Buscar y adaptar el código fuente es en definitiva hacer lo de siempre: conectar con la comunidad, la actual.