Ya hay pregunta para la cosa consulta catalana. Y fecha. No han cambiado las condiciones del Govern para que la fecha y la pregunta coincidan y existan –condición única: que el Gobierno la autorice–, por lo que se puede decir, tranquilamente, que la pregunta ha sido elaborada para su contemplación extática. Este artículo, de hecho, es un ejercicio espiritual de observación, con el objeto de meditar cuán breve es la vida, cuán vanas e inciertas sus glorias, etc.
Ya hay pregunta para la cosa consulta catalana. Y fecha. No han cambiado las condiciones del Govern para que la fecha y la pregunta coincidan y existan –condición única: que el Gobierno la autorice–, por lo que se puede decir, tranquilamente, que la pregunta ha sido elaborada para su contemplación extática. Este artículo, de hecho, es un ejercicio espiritual de observación, con el objeto de meditar cuán breve es la vida, cuán vanas e inciertas sus glorias, etc.
Etimología. La pregunta, al parecer, fue emitida por el president o su entorno. ERC, por lo que me dicen, aportó el palabro independencia. ICV-EUiA aportó que fuera una doble pregunta que integrara una opción federal, si bien UDC también exigió –y quizás, en sus exigencias, fue más determinante que ICV-EUiA– una pregunta “integradora”. El president, a su vez, comunicó a las CUP la pregunta final. La aceptaron, si bien sus preferencias eran por una pregunta unívoca y directa. La pregunta consiste, por tanto, en la modulación de una iniciativa popular que adquiere forma final de pacto entre élites. Un pacto costoso durante meses, pero solucionado en un pis pas, con cierta rapidez, posiblemente ante el terror –al ridículo– de no aportar una pregunta dentro del calendario nacido en el pacto gubernamental CiU-ERC. Tanto ERC como CiU y ICV-EUiA están pletóricos con el resultado. La satisfacción social en Catalunya es mucho más que aceptable. Quizás más allá de lo razonable, si se piensa que no habrá consulta. Respecto de la calidad de la pregunta, se puede decir que es una pregunta con una apariencia honesta, que se aleja un tanto de la tradición hispana de preguntas de referéndum incomprensibles. Plantea la posibilidad de un Estado –es decir, un Estado catalán federado, se supone, a España–, o la posibilidad de un Estado independiente. Si sigues, no obstante, mirando la pregunta, se ven más cosas/más presencia de élites.
ElIpsis. La pregunta, por otra parte, elude palabros problemáticos. Por ejemplo, “soberano” o “soberanía”. Si el nutrido pack de manifestantes de los últimos 11S la quería, si reclamaban la soberanía entregada, pues no la tienen como opción en la pregunta. Queda como una interpretación de los señores que preguntan. Tampoco sale en ninguna parte el nombre de la bestia. Es decir, la UE. Algo llamativo. La matraca gubernamental inicial, la primera reinterpretación gubernamental del movimiento ciudadano, que asumió como propio, consistió en devolverle non-stop a la sociedad el mantra: “Catalunya, nou Estat d’Europa”. La pregunta no contempla ese señuelo de pregunta presentado con anterioridad. Es una pregunta, pues, que no sólo elude la soberanía, sino su meditación/la UE. En todo este proceso catalán, el rol que el Ejército desarrollaba en todo proceso constituyente nativo lo ha ejercido la UE. La UE ha sido el margen de lo posible, el miedo, el cuidadín. La desaparición de la UE en la pregunta supone una voluntad de no irritar a ese post-Ejército. Y la voluntad de localizar el proceso y la problemática. Esto pasa aquí, es un problema interno, no es europeo. Todo ello dibuja en parte la función de la Pregunta.
Función. La función de la pregunta, por tanto, es interna. Esas funciones no son tanto favorecer como, uno, mantenerse en el poder. En ese sentido, CiU no sólo es el único partido del Sur que volvió a ser reelegido en crisis económica, sino que ha ganado un año o dos de oxígeno. Otra función es, dos, la propagandística. Tanto ERC como CiU querían llevar la pregunta al Congreso a la semana siguiente de su emisión. Es decir, hacer coincidir ese debate, condenado a la derrota, con el debate de los presupuestos en el Parlament, condenado a la victoria. Otra función es, tres, rogar por el pacto, que todo se solucione con una reforma constitucional federalista que, de hecho, haría cambiar la pregunta, por sobreseída en su primera mitad.
Son listos/les está saliendo bien. Además, con una pregunta para un referéndum que no se hará tienen programa para años.
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