Territorios, naciones y mercados

Un territorio es un espacio físico; una nación, un espacio imaginario, y un mercado, un espacio económico. En la ilusión del nacionalismo romántico, los tres niveles están unidos en una sola entidad: un territorio físico delimitado por cadenas montañosas o por ríos, con un Estado soberano y una distinción clara entre mercado interior y mercado externo. Este espejismo alimentó los movimientos nacionalistas europeos en el siglo XIX y estuvo presente en las luchas de emancipación nacional en los territorios coloniales.

, Militante social, ensayista y filósofa
02/10/13 · 7:22
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Un territorio es un espacio físico; una nación, un espacio imaginario, y un mercado, un espacio económico. En la ilusión del nacionalismo romántico, los tres niveles están unidos en una sola entidad: un territorio físico delimitado por cadenas montañosas o por ríos, con un Estado soberano y una distinción clara entre mercado interior y mercado externo. Este espejismo alimentó los movimientos nacionalistas europeos en el siglo XIX y estuvo presente en las luchas de emancipación nacional en los territorios coloniales. Pero la experiencia posterior ha sido profundamente amarga: ni unos ni otras fueron capaces de detener las constantes agresiones del capitalismo global, sino que quedaron subordinados a su dinámica.

No quiero decir con esto que sea mejor dejarlo todo como está. Sólo apunto a que el sueño nacionalista de una nación unida dejando aparte las diferencias de clase, de estatus, de género, de raza, de situación social, incluso de lengua…, no las hace desaparecer en el afán voluntarista de olvidarlas. Si estuviera en Catalunya no hubiera querido darme la mano con corruptos como los Pujol o como Millet. No hubiera tenido ningún problema con el vecino de arriba, a no ser que fuera un machista, un racista o un explotador. Pero hubiera querido escoger mi lugar en esta cadena y darles la mano a las personas con las que pueda construir comunidades compartidas, aunque no hablen catalán o sean de otra zonas del planeta. No hubiera querido participar sin más en una deriva que está ocultando la responsabilidad de las capas dirigentes catalanas en el deterioro de su población, acogiéndose al expediente fácil de cargarle las culpas a ‘Madrid’.

Tampoco se entienda que esta discrepancia con el discurso soberanista catalán significa apoyar el pernicioso nacionalismo español. La construcción de relaciones sociales y políticas equitativas es un derecho democrático básico y por consiguiente las personas que habitan un territorio tienen el derecho a decidir cómo quieren hacerlo y qué marco sociopolítico quieren darse. Pero el que lo hagan arrastrados por la ilusión nacionalista augura un fuerte desengaño a corto plazo. Sin una democracia mucho más potente y enraizada, la futura Catalunya independiente será tan corrupta, injusta y desigual como el actual Estado español.

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Tampoco sirve la teoría de las fases: primero la independencia y después una democratización radical, o el socialismo, como se decía antes. Las fases sólo denotan qué sector lleva la hegemonía en el proceso y por tanto qué intereses ocupan el primer plano. Intereses y objetivos diversos deben plantearse simultáneamente, mostrando la heterogeneidad de la composición social y sus quiebras internas. De no hacerlo así, el espacio-tiempo de las transformaciones se cierra y los objetivos de la fase siguiente quedan postergados indefinidamente; los cambios se bloquean. Lo que ha quedado en segundo plano nunca acaba de conseguirse porque significa un riesgo para lo ya alcanzado y el statu quo se eterniza.

Una deriva que está ocultando la responsabilidad de las capas dirigentes catalanas en el deterioro de su población No nos engañemos: el nacionalismo no es una doctrina inocente. En tanto que se articula en torno a un sentimiento de pertenencia, puede impulsar movimientos de resistencia frente a una opresión que es percibida como viniendo de afuera, pero es muy fácil de instrumentar de modo identitario: cuanto más identitario sea, más proclive a derivar en prácticas de agresión y de discriminación contra aquellos que no lo compartan. Convertido en doctrina de Estado se conjuga mal con la heterogeneidad de las sociedades y tiende a excluir a los diferentes. Tiene además un sesgo masculinista que hace de las mujeres las eternas guardianas de las esencias patrias que debemos transmitir a las futuras generaciones.
El único correctivo contra esta deriva es una fuerte y radical democratización del poder acompañada de una crítica acerba contra los componentes discriminatorios del propio nacionalismo y de una mínima claridad sobre la dinámica regional y global del capitalismo contemporáneo. Las “cadenas alternativas”, como la que ha rodeado La Caixa, tendían a visibilizar esta relación, rompiendo la ilusión soberanista y haciendo emerger las costuras de la presunta unidad nacional.

Por eso son esenciales en todo el proceso. En ellas reposa la esperanza de que el “Estado propio” no congele el devenir de la sociedad catalana y, con ella, del resto del territorio hispano.

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comentarios

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    John_Galiza
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    Mié, 10/02/2013 - 22:14
    El último párrafo del artículo de Montserrat Galcerán es más que suficiente para saber dónde está esta "catedrática" de la universidad pública ESPAÑOLA: "En ellas reposa la esperanza de que el “Estado propio” no congele el devenir de la sociedad catalana y, con ella, del resto del territorio hispano." Vamos, que según Montserrat Galcerán los Països Catalans forman parte de lo que ella denomina "territorio hispano". Y claro está, suponemos que Hegoalde y Galiza también. Pues bien, como gallego, comunista y emigrado en eso que algunos califican de españa, además de suscriptor de Diagonal no puedo sino catalogar de auténtica MIERDA lo que Montserrat Galcerán publica. Ni somos "territorios hispanos" ni lo seremos por mucho que algunas se empeñen. Me pregunto si l@s compañer@s de las CUP, de Bildu, o tantas otras organizaciones serán discriminatorias o si lo serán las elites que como Montserrat Galcerán, presumen de ser lo que nunca han sido ni serán: internacionalistas. Ah, y somos comunistas, al mismo tiempo que feministas e independentistas. Porque han de ir necesariamente unidas.
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    Mié, 10/02/2013 - 13:26
    <p dir="ltr" id="docs-internal-guid-2f126de8-78ec-1141-0562-ffad97ccbbb9" style="line-height:1.15;margin-top:0pt;margin-bottom:0pt;"><span style="font-size:15px;font-family:Arial;color:#000000;background-color:transparent;font-weight:normal;font-style:normal;font-variant:normal;text-decoration:none;vertical-align:baseline;">Nos conviene recuperar un sentido de pertenencia pero no el propio de las naciones, que no hace sino ahondar en la idea de rivalidad competitiva, tan cara al capitalismo que chantajea a los estados como a los ciudadanos impidiendo con ello un control racional de la economía y de sus objetivos.</span></p> <p dir="ltr" style="line-height:1.15;margin-top:0pt;margin-bottom:0pt;"><span style="font-size:15px;font-family:Arial;color:#000000;background-color:transparent;font-weight:normal;font-style:normal;font-variant:normal;text-decoration:none;vertical-align:baseline;">Competencia y cooperación - http://ecorablog.blogspot.com/2012/01/competencia-y-cooperacion_20.html</span></p> <p dir="ltr" style="line-height:1.15;margin-top:0pt;margin-bottom:0pt;"><span style="font-size:15px;font-family:Arial;color:#000000;background-color:transparent;font-weight:normal;font-style:normal;font-variant:normal;text-decoration:none;vertical-align:baseline;">---</span></p> <p dir="ltr" style="line-height:1.15;margin-top:0pt;margin-bottom:0pt;"><span style="font-size:15px;font-family:Arial;color:#000000;background-color:transparent;font-weight:normal;font-style:normal;font-variant:normal;text-decoration:none;vertical-align:baseline;">A lo mejor os interesa esta propuesta que se puede votar y debatir en la Asamblea Virtual del 15m:</span></p> <p dir="ltr" style="line-height:1.15;margin-top:0pt;margin-bottom:0pt;"><span style="font-size:15px;font-family:Arial;color:#000000;background-color:transparent;font-weight:normal;font-style:normal;font-variant:normal;text-decoration:none;vertical-align:baseline;">Autolimitación de la riqueza - http://15m.virtualpol.com/votacion/4032 Se trata de una forma de intentar cambiar los marcos de pensamiento predominantes en el mundo para avanzar hacia una limitación efectiva del neoliberalismo.</span></p>
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