Una llamada misteriosa de la Casa Blanca, un plan de ajuste que deja zombi la política
social de ZP o una reunión del grupo Bilderberg. Peor que una película de miedo.
Para muchos lectores de periódicos,
la crónica política española se
convirtió en los últimos días en una
película de serie B. Funcionarios
zombis, mercados carnívoros que
exigen sacrificios, tiranosaurios
falangistas y ajustes estructurales característicos
del cine gore neoliberal.
Ofrecemos una rápida guía de las últimas
novedades en la cartelera:
Encuentros en el tercer trienio.
Género: ciencia ficción. El tráiler lo
lanzó hace un año la secretaria de
Organización del PSOE, Leire Pajín:
“Les sugiero que estén atentos al próximo
acontecimiento que se producirá
en nuestro planeta: la coincidencia
en breve de dos presidencias progresistas
a ambos lados del Atlántico,
la presidencia de Obama en EE UU y
Zapatero en la UE”. La taquilla no ha
respondido a las expectativas. La ansiada
reunión con Obama quedó en
una llamada telefónica. Eso sí, las
consecuencias han sido históricas.
Un día después, cual Godzilla, llegó
el paquete de medidas más neoliberal
de la historia reciente.
Zapatero Manostijeras. Género:
drama. En este corto parlamentario
vemos al presidente podando las
pensiones, trasquilando el sueldo a
los funcionarios y pasando la segadora
por la ayuda al desarrollo.
Anteriormente, el mismo actor protagonizó
Lo peor ya ha pasado, Esta
crisis no la van a pagar los trabajadores
o Brotes verdes fritos.
La noche de los falangistas vivientes.
Género: histórico. Un juez abre
una causa sobre el Franquismo. El
desenlace le hará saltar de su butaca:
el mismo juez acaba suspendido al
resucitar de su tumba a la Transición.
El reparto incluye a magistrados que
juraron lealtad a la dictadura.
Próximos estrenos. Entre el 3 y el
6 de junio Sitges acogerá la reunión
anual del grupo Bilderberg, un club
de los amos del mundo: magnates
truculentos como Rockefeller, políticos
siniestros como Henry Kissinger
y buena parte de los mayores vampiros
de las finanzas.
En el reñido mundo de los festivales
más bien tétricos que reúnen a
políticos, banqueros y empresarios,
el de Bilderberg destaca por dos elementos
clásicos del suspense: las
reuniones son siempre secretas y, como
en El Club de la Lucha, la primera
norma del club Bilderberg es
nadie hablará del club Bilderberg.
El secretismo de Bilderberg alimenta
todo tipo de teorías. No es casualidad,
señalan, que su reunión de
2009 fuera en Atenas, ni que el hotel
estuviera presidido por una escultura
de Lucifer. Ahora el estreno en
Sitges cuenta con un cásting diferente.
Los espectadores tendrán la
oportunidad de ver a ZP ocupando
el papel de príncipe de las tinieblas.
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