NUEVA AMENAZA DE RUPTURA SENTIMENTAL CON MARRUECOS
Por lo menos no hemos visto a Fraga en bañador

Tras otro tórrido verano, principal protagonista de telediarios y de conversaciones en la playa, repasamos otra de las noticias más trascendentales: los carteles de Melilla.

02/09/10 · 7:55
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FRAGA. Tranquilizó al personal meneando el body allá en los ’60.

De entre las emocionantes informaciones
que trajo la prensa en agosto,
que en muchos casos se reducen a
variantes sobre las perogrulladas en
torno al verano que comentan en
profundidad que hace calor y que la
gente se va a la playa, este año han
destacado las referentes a Melilla y
sus (dos) carteles. Marruecos y
Cuba, ya se sabe, son dos de las capitales
mundiales de las noticias sobredimensionadas.
Aunque el caso
marroquí siempre resulta más entretenido,
se pasa de hablar de lo ‘amiguitos’
que son los políticos ibéricos
y Mohamed VI a las paranoias más
elaboradas y probablemente huecas
respecto a este último y su relación
con el Estado español con una facilidad
asombrosa. Unos carteles con
un diseño muy de orquesta de verano
en las fiestas del pueblo pasaron a
toda la prensa en menos tiempo del
que tardaron en diseñarse, y a falta
de fichajes futbolísticos de interés
nos lo encontramos en casi todo lo
que echaban por la tele.

Las amenazas de un bloqueo a
Melilla por parte de un par de asociaciones
hicieron que algunos pensaran
que de pronto se criticaba a
EE UU en la tele, hasta que se dieron
cuenta de que tanto aspaviento no
tenía nada que ver con los Castro y el
Tio Sam. Un bloqueo más de andar
por casa, y bastante más corto. Para
la Historia queda la hazaña de Aznar,
que de haber tenido el apoyo del pueblo
hispánico –que andaba despistado
por los decibelios de los hijos de
los vecinos en la piscina– sin duda
habría conquistado Marruecos, Argelia
y el norte de Madagascar para
ampliar nuestras gloriosas fronteras.

La idea del PP de convertir unos
carteles en el Desastre de Annual de
Zapatero no ha cuajado, entre otras
cosas porque la mayoría de la gente
estaba más preocupada por no encontrar
tumbona libre en la playa
que por la “unidad de destino en lo
universal”, pero unos y otros sin duda
han logrado que las denuncias por
la actitud de las y los policías en la
frontera hayan quedado en segundo
(o vigésimo quinto) plano. Marruecos
complica seriamente los libros
de estilo de los periódicos
, cada vez
que toca el periodista de turno ha de
preguntar si esa semana Mohamed
VI es bueno o malo, pero no así la policía,
que siempre es buena (salvo
que sea la cubana o una autonómica
a las ordenes de un partido que no
gusta a la dirección del medio). Por
si queda alguna duda de que la policía
es buena y la gente con pigmentaciones
o ideas distintas son malas
vemos la convocatoria de los Premios
Periodísticos “Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad del Estado 2010”,
que el Ministerio del Interior ha dotado
con 22.000 eurazos, y que premiarán
los trabajos “que mejor reflejen
la imagen, el esfuerzo y el trabajo
de ambos cuerpos policiales”. Cabe
suponer que los informes de las asociaciones
de derechos humanos
o los
artículos del periódico Gara no encajan
con ese “mejor reflejen”.

Las ‘hazañas bélicas’ coloniales ya
no son lo que eran, como demostraron
en su día Isla Perejil y sus cabras,
pero al menos los criterios estéticos
mediático-veraniegos han avanzado
lo suficiente para ahorrarnos ver a
Fraga en bañador. Algo es algo.

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