¿Cómo es posible que el Real Madrid,
mejor club de fútbol del siglo XX, ganador
de trofeos interplanetarios, sin
un minuto libre en su agenda, haya
hecho un viaje express a Albania,
uno de los países europeos más pobres,
y jugar de tú a tú contra el FC
Gramozi?
- Foto: José Alfonso / ISOPRESS
¿Un gesto de grandeza y humildad?
¿No es obligación del Real Madrid
dar esperanza al desencantado, pan
al hambriento y circo al ocioso?
Tirana ha sido testigo
del milagro. El Papa de Roma no es
recibido con tanta pompa y merchandising,
tampoco es más famoso
que Cristiano Ronaldo o Kaká. Decenas
de niños que venden tabaco
por las calles esperaban con sus camisetas
falsas made in china a la
puerta del hotel Sheraton. Rueda de
prensa con sonrisas y patrocinadores;
los jugadores no saben ni dónde
están, ni seis horas van a pasar en el
país. Poco más que un suspiro, ni
tiempo para hacerse las típicas fotos
en un orfanato. El Madrid es grande,
universal, eterno; es la sonrisa de un
niño sin zapatos que sueña con una
camiseta del 9, un producto de las
glorias deportivas que campean,
unas horas, por Albania.
Mientras el norte del país ha sufrido
hace unos días inundaciones que
han obligado a 5.000 personas a
abandonar sus casas, el Real Madrid
se instala a 90 kilómetros de la catástrofe
y cobra por hacer un paripé mediático
dos millones y medio de euros,
la misma cantidad que el presupuesto
estimado del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) para esta emergencia humanitaria.
Irreal. Irreal Madrid.
El anfitrión de los galácticos, con
la plantilla completa y con Florentino
Pérez a la cabeza, es Rezart Taçi, un
hombre con ‘suerte’ en los negocios.
En 2008 obtuvo la privatización de la
petrolera estatal ARMO –ahora Taçi
Oil– gracias a la familia del primer
ministro albanés, Sali Berisha. Para
muchos Rezart Taçi es un simple traficante
con mucho dinero, un tramposo
con fortuna. Su gasolina es una
mezcla del petróleo de baja calidad
que mana en las tierras de Ballsh, en
el centro de Albania, con otro crudo
que importa muy barato, un brebaje,
el kalimotxo de la gasofa. Aunque es
un tío tan sobrado que tiene tres meses
a los empleados de su refinería
sin cobrar, a veces se excede en sus
desmanes y su chulería: estuvo en
busca y captura en noviembre de
2009 por apalear con la ayuda de sus
gorilas a un periodista y acabó entre
rejas sin posibilidad de libertad bajo
fianza. Ese periodista, Mero Baze,
había publicado varias noticias sobre
sus chanchullos y su presunta evasión
fiscal y el ataque se produjo poco
después de sus declaraciones en
televisión contra el magnate. Como
todos los hombres de negocios al estilo
de Gil o Abramovich, se acercó al
mundillo del fútbol y se hizo con un
equipo como quien quiere un juguete
más. Incluso ofreció en noviembre
del año pasado 700 millones para
comprar, ni más ni menos, el AC Milán
de Berlusconi. Y el Real Madrid
posó tan tranquilo ante los flashes
junto a este personaje y se prestó al
juego por un suculento botín.
El resultado del encuentro va a ser lo de menos, el negocio estaba ya hecho.
No se me quita de la cabeza el
comentario de un amigo albanés: “El
partido no lo han ganado los goles sino
las apuestas”. No olvidemos, la
camiseta blanca lleva la publicidad
de Bwin, empresa de lotería deportiva
que está forzando el cambio de legislación
de apuestas online en España
para quedarse con todo el pastel.
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