Con el Ministerio de Igualdad de cuerpo presente, los machos ‘de toda la vida’
se vienen arriba y agitan las polémicas en los medios.
- Sanchez Dragó
“¿Qué te pongo, mi reina/preciosa/
corazón/mi amor?” El frutero despliega
su acostumbrada retahíla de
vocativos antes de que consigas llevarte
las uvas de temporada. Hoy no
te hace gracia. No te conoce de nada.
En el curro, escuchas de nuevo
un chiste cuyo gag gira en torno al
cuerpo o la vida sexual de las mujeres.
Algunas de tus compañeras incluso
se ríen, a otras se les atasca la
sonrisa a medio camino y tú te quedas
con cara de atún rojo. No tiene
gracia. Son los mismos compañeros
que llaman ‘parientas’ a sus esposas
y se dirigen a ti como ‘mi niña’ en un
ámbito profesional, aunque ya pasaste
de los 30 y no te hubiera sentado
bien ni con 15.
Algunos de estos hombres tienen
sus correlatos amplificados en la esfera
pública; los medios se han llenado
en las últimas semanas con sus
alharacas. Las del escritor que probablemente
más veces haya hablado
de testículos propios y ajenos
(desconocemos a causa de qué carencia),
que insultaba a Moratinos
porque lloró al irse de su cargo: “Ni
para irse tuvo huevos”, escupió Bilis
Negra Reverte en su Twitter y desató
la polémica para su placer.
Las
del mayor exhibicionista del reino,
que en su último libro, además de
defender el incesto, a José Antonio
Primo de Rivera y los harenes de
Estambul, realiza una narración grimosa
de varias de sus “hazañas” sexuales
y habla sin ambages de las
“zorritas” japonesas de 13 años que
“se lo trajinaron”. No olvidemos
tampoco los insultos del ahora famoso
alcalde de Valladolid contra
Leire Pajín, a cuenta de “sus morritos”
y los pensamientos del viejo verde.
“Mi pecado no fue pensarlo, sino
decirlo”, se explicó el desvergonzado
en una de sus muchas confusas
disculpas. Y así es. Su pecado es haberlo
dicho en la radio y no en el bar,
donde le hubieran coreado.
‘Reprimendas’ públicas
Los tirones de orejas de las autoridades
y la opinión pública llegaron enseguida.
Unos 3.700 comentarios en
dos días en Twitter contrarios a la última
fanfarronada del comanche
meando el territorio, que para arreglarlo
acabó llamando “perfecto
mierda” al ex ministro de Asuntos
Exteriores y aseverando que a la política
se va llorado de casa. Ahora le
siguen 2.000 personas más en esa
red social. La ministra del canon,
González-Sinde, le retiró la palabra
al Dragó, aunque Cultura le acaba de
financiar un viaje a Turquía para que
asista a la 29ª edición de la Feria del
Libro de Estambul, donde quizás haya
intentado reflotar sus harenes. Al
alcalde le llovieron collejas de todas
partes, excepto del máximo responsable
de su partido, que le mandó un
sms de apoyo [Imaginen: “No t preokupes,
pako, españa olvida pront.
morritos, hiliyos... ;). bss”].
¿Qué se
puede esperar de la clase política
cuando el Gobierno de la paridad se
ha quitado del medio lo que parece
que le resultaba superfluo, Ministerio
de Igualdad, ministras y vicepresidenta,
entre otros? Política de
gestos. Que no se pierdan las formas.
Al macho recalcitrante que no sabe
de formas no le queda otra que replegarse
a la trinchera de lo privado.
Las 60 muertes de mujeres por violencia
machista en lo que va de año
(más que en 2009) dan buena cuenta
de ello. Con el machismo de ‘baja intensidad’,
lo sabemos desde hace
tiempo, seguiremos lidiando en los
mercados, las oficinas, las calles.
Otros hombres, no todo está perdido,
inventan nuevas masculinidades
que esperemos que acaben enterrando
tanto atavismo. Mientras, los de
siempre siguen contando chistes de
sus ‘parientas’ en los bares.
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