- Militantes de
colectivos ecologistas, de
movimientos sociales y asociaciones
de vecinos instalaron
una acampada debajo del
Puente de Piedra. Lograron
paralizar las obras, hasta que
la policía intervino desalojando
- Militantes de
colectivos ecologistas, de
movimientos sociales y asociaciones
de vecinos instalaron
una acampada debajo del
Puente de Piedra. Lograron
paralizar las obras, hasta que
la policía intervino desalojando
el campamento por la fuerza.
Las obras continuaron,
pero el consenso alrededor de
la Expo 2008 parecía roto.
Decenas de activistas de diversas organizaciones
se concentraron el 6 de
agosto en el Puente de Piedra (Zaragoza)
y acamparon bajo el primer arco
del puente, seco por el estiaje. Su
intención era impedir la excavación
de un canal de navegación por el
Ebro. Su presencia impidió el avance
de las máquinas y la Policía Nacional
se personó a petición de los encargados
de obra para identificar a la treintena
de activistas que habían paralizado
los trabajos. Finalmente la Confederación
Hidrográfica del Ebro solicitó
la intervención policial ante el
“inminente riesgo de crecida” y el
desalojo se produjo el día 10.
A pesar de que la obra continúa, el
debate sobre la Expo ya está en la calle
y en los medios. La ciudadanía,
preocupada por las talas masivas de
árboles en la ribera o por el destino
de la Margaritífera Auricularia (ostra
endémica del Ebro) cuestiona la necesidad
de perforar la solera de su
querido puente. Hasta ahora la propaganda
oficial había conseguido
transmitir un aparente apoyo unánime
a la Expo. Toda crítica era silenciada
o tratada despectivamente.
En el centro de la polémica se encuentra
el azud, una minipresa presupuestada
en 24 millones euros y
que ya supera los 30. Esta obra estabilizaría
el caudal del río durante los
meses de verano en los que se celebra
la Expo. Los promotores defienden
su necesidad para el proyecto de
navegabilidad mientras que los expertos
científicos desaconsejan
adaptar el río a los barcos ofertados
por el consorcio hispano-suizo adjudicatario
del transporte fluvial. Estas
naves de 80 pasajeros necesitan un
calado mayor del previsto inicialmente
en el contrato. Además, su
empleo de la energía solar es anecdótico
y el precio del viaje se ha duplicado
hasta 12 euros.
Un apaño del Ayuntamiento
Ante esta circunstancia el Ayuntamiento
asumió la ejecución de un canal
de navegación costeando su dragado.
Esto implica salvar un obstáculo
añadido: el emblemático Puente
de Piedra. Este Bien de Interés Cultural
de origen medieval fue hasta el
siglo XX el único paso por el río y ha
sufrido numerosas reformas por su
delicado estado estructural.
Contra esta situación se ha constituido
la Coordinadora de Afectados
por las Obras del Río Ebro, formada
por colectivos ecologistas, asociaciones
vecinales y movimientos sociales
en defensa del patrimonio y del territorio.
Tras la concesión de la Exposición
Mundial para Zaragoza en
2008 estas entidades ciudadanas se
temían que se repitiera el modelo de
espectáculo y negocio del Fórum de
Barcelona, esta vez con el lema
“Agua y desarrollo sostenible”.
La misma elección del recinto de
la muestra en el Meandro de Ranillas
(zona natural inundable del Ebro a
su paso por la ciudad) demostró su
íntima vinculación con operaciones
de urbanismo especulador. Así, lo indica
la subida del precio de la vivienda
en Zaragoza (un 17,4% en 2006,
por encima de la media nacional)
La Coordinadora, que ya ha denunciado
las talas abusivas irrumpiendo
en las obras de la arboleda de
Macanaz, invita a la ciudadanía a
participar en Un Abrazo al Ebro el
próximo sábado 15 de septiembre.
Se inicia así una campaña de denuncia
de las malas prácticas medioambientales
de la Expo 2008, animados
por haber detenido su maquinaria, al
menos durante unos días.
comentarios
0