Primero fueron a por Taco
Bell, y consiguieron sus
demandas. Después a por
McDonald’s, y también lo
lograron. Ahora... a por
Burger King. Los jornaleros
inmigrantes en EE UU
luchan por sus derechos.
- MIRAR PARA OTRO LADO. Una red de subcontratas aseguraba materia
prima barata para YUM Brands y salarios miserables para los trabajadores.
En marzo de 2005 los inmigrantes
jornaleros del campo ganaban una
larga batalla contra la multinacional
de comida rápida más grande del
mundo, YUM Brands, dueña de
Pizza Hut, KFC o Taco Bell. Casi cinco
años de boicot contra la cadena
Taco Bell, dieron como resultado aumentos
salariales, derechos de negociación
colectiva y mejoras de condiciones
mínimas de los jornaleros
subcontratados, algo que no sucedía
desde 1978. ¿Quién y cómo logró
cambiar el rumbo de una de esas megacompañías?
Fue la Coalición de
Trabajadores de Immokalee (CIW).
La CIW es una organización autónoma
de jornaleros agrarios. No se
define como sindicato ni como ONG,
sino que se constituye como una organización
de base. Tiene su sede en
el pueblo de Immokalee (Florida), un
centro importante de macroproducción
agrícola de frutas y hortalizas.
La asociación está compuesta por inmigrantes,
principalmente de Haití,
México y Guatemala. Aunque sea
una población muchas veces transitoria,
la Coalición está formada por
cerca de 3.000 miembros en su zona
de Florida, además de miles de aliados
por todo el país.
Immokalee es uno de los municipios
más pobres de todo el país. La
población está compuesta por miles
de jornaleros inmigrantes que recogen
verduras. Viven en caravanas
sin ruedas de alquiler alto, los casos
de violencia por descansar o ir al baño
son frecuentes, así como los disparos
al aire para aumentar la velocidad
del trabajo o el tráfico humano
de inmigrantes.
Tras la victoria sobre Taco Bell, a
inicios de 2006, la CIW comenzó la
campaña contra McDonald’s: primero,
con cartas de protesta; luego, con
jornadas de acción a nivel nacional;
finalmente, con una caravana y la organización
de grandes acciones en
Chicago, en la sede de McDonald’s.
Bajo esta presión -y antes de que la
caravana llegara a Chicago-, McDonald’s
no quiso manchar su imagen
y negoció con la Coalición una subida
indirecta del salario a través del
aumento de precio de las hortalizas.
En 2007, la CIW puso a Burger King
en su diana. Las jornadas de acciones
estudiantiles ya han empezado.
Ahora en noviembre, después de
participar en las masivas protestas
contra la Escuela de las Américas,
habrá una caravana por todo el Estado
de Florida, sede de Burger King.
Una historia de lucha
A mediados de los ‘90, la Coalición
comenzó una larga lucha para mejorar
las condiciones de vida en el sector
agrario. Empezó con marchasescraches
contra contratistas violentos,
y tras una serie de huelgas generales
en el pueblo, la Coalición empezó
a recolectar victorias puntuales,
pero su lucha se estancó. Después
de un proceso interno de investigación
y reflexión se logró una mejor
composición de lugar: la mano
de obra es el último eslabón de largas
e invisibles cadenas de producción,
siendo subcontratada diariamente
por pequeños contratistas que
dependen de los dueños de estas macroplantaciones
que, a su vez, tienen
contratos con clientes de gran envergadura.
Al principio, la Coalición
descubrió que estos clientes son macrocadenas
de comida rápida, sobre
todo Taco Bell. Cuando la multinacional
se negó a responder a la Coalición,
los trabajadores lanzaron, en
la primavera de 2001, una llamada al
boicot nacional y a la formación de
comités autónomos de apoyo en todo
el país. Esta fase del CIW coincidió
con el auge del movimiento global
en EE UU, y la Coalición encontró
allí un aliado en la lucha contra
las transnacionales. Fue entonces
cuando comenzaron sus principales
acciones: giras, piquetes, marchas y
ocupaciones de restaurantes, huelgas
de hambre, caravanas. Cinco
años después Taco Bell cedía a las
presiones de la Coalición.
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