SENEGAL: CON UNA ORGANIZACIÓN DESCENTRALIZADA, EL MOVIMIENTO CUENTA CON APOYOS EN TODO EL PAÍS
Y’en a marre o el grito de ¡Basta ya! del pueblo senegalés

El azote del actual
presidente Wade es el
único movimiento que no
pretende conquistar el
poder. Hablamos con la
gente de Y’en a marre,
protagonistas de las
revueltas senegalesas.

, Redacción (Dakar, Senegal)
24/02/12 · 8:00

Un nuevo corte de luz en Dakar hace
que lleguemos a oscuras a la casa
donde se encuentra la gente de Y’en
amarre (¡Basta ya!), en el barrio popular
de Parcelles Assainiés; la misma
casa en la que hace poco más de
un año, durante otro corte en la corriente
eléctrica, un grupo de raperos
y periodistas iniciaron este movimiento
que ha extendido el grito
de ¡estamos hartos! por todo el país.

Hablamos con varios de ellos (sólo
vimos una ‘ella’), pero contestan
a nuestras preguntas sobre todo dos
de sus impulsores: Fadel Barro, periodista
del semanario crítico La
Gazette
y Thiat, uno de los dos componentes
de Keur Gui, grupo de hip
hop de Kaolack (una de las zonas
más pobres del país) con mucho seguimiento
en Senegal. “Aquí, en esta
casa, empezamos a hablar de la situación
política y económica del país.
Una tarde hubo un corte de electricidad
de casi 20 horas y pensamos
que no podíamos seguir siendo
simples espectadores. Yo le dije a
los Keur Gui: sois raperos, los jóvenes
os respetan…pero ¿qué hacéis
para ayudarles? Y nosotros, los periodistas,
escribimos, denunciamos,
pero en realidad no hacemos nada
para contestar de verdad el estado
de cosas. Por eso creamos el movimiento”,
explica Barro.

Resuenan en sus palabras el
15M y otros movimientos de respuesta
social en todo el mundo:
“No tenemos el objetivo de conquistar
el poder político, como
hacen los partidos, sino que queremos
ser un movimiento capaz de
hacer la suficiente presión sobre
los cargos electos para que la
preocupación por los ciudadanos
senegaleses sea su prioridad
. Y’en
amarre es un grito del pueblo”.

Después de que muchos fueran
detenidos con las primeras acciones
(lo que les dio más visibilidad),
consiguen el espaldarazo social definitivo
el pasado 23 junio. Uno de
los últimos desmanes del presidente,
Abdoulaye Wade (de 85 años y
con intención de perpetuarse en
el cargo hasta los 92), el de cambiar
la Constitución para que su
hijo pueda sucederle en el puesto,
provocó una respuesta popular tan
contundente que se vio obligado a
recular. Muchas de las personas
que le habían votado salieron a la
calle, esta vez para pararle los pies,
hartas de ver partir a los jóvenes
por la falta de horizonte mientras
su presidente se gasta una millonada
en un monumento [a la ironía]
sobre el renacimiento de África
o construye una autopista de peaje
cuando la mayoría sigue conduciendo
entre calles sin asfaltar
y montañas de basura.

Y’en a marre estaba a la cabeza
de esas movilizaciones, pero tienen
claro que la revolución no se hace
quemando neumáticos. Ante la corrupción
y el deterioro de las condiciones
de vida, proponen una “república
de la ciudadanía” y un cambio
de actitud que han plasmado en un
decálogo llamado El nuevo tipo de
senegalés
. “Un senegalés que respeta
los bienes públicos y el medio ambiente,
porque es ecologista. Que no
tira las basuras en la calle”. Barro
enumera algunas de las consignas
de una larga lista que aúna cuidado
del entorno y civismo, en una
llamada a la responsabilidad colectiva:
“Este país va mal, sí, ¿pero
acaso no es porque nosotros les dejamos?
Es necesario que empecemos
a cambiar nuestro comportamiento
y nuestra mentalidad, éso es
lo único que va a cambiar las cosas”.

Por una república ciudadana

Para el periodista, “el 23 de junio
fue sólo un clamor, folklore, una demostración
de fuerza. Pero para
nosotros el verdadero trabajo es el
de concienciación y sensibilización.
Lo más importante que hemos logrado
es hacer que 400.000 jóvenes
se hayan inscrito en el censo electoral.

Se puede decir que el candidato
que salga elegido puede serlo por
Y’en a marre. Y eso lo comprenden
los políticos. Ésa es la revolución
que hemos iniciado”. En su proyecto
de república de los ciudadanos
han tratado de que el máximo de
personas tuvieran la posibilidad de
votar y que se hiciera de la manera
más informada, ofreciendo información
detallada de los candidatos.

Eso fue antes de que Wade, El Viejo,
como se le conoce en las calles, se
volviera a presentar por tercera vez
a las elecciones, contraviniendo el
límite de dos mandatos que él mismo
estableció en la Constitución.
Con una oposición dividida en 13
candidatos, Y’en amarre se ha desmarcado
del movimiento 23 de junio
(M23) en el que se agrupaban
para llamar al boicot de las elecciones
del 26 de febrero, única forma
para ellos de derrocar a Wade. En
las revueltas de estos días han
muerto ya cuatro personas.

¿Serán capaces de aguantar el envite?
A pesar de ser un movimiento
muy joven, Y’en amarre cuenta con
dos grandes bazas. Una organización
descentralizada de delegaciones
(esprits), unos 300 grupos autónomos
en todo el país, capaces de
movilizar cada uno, con el boca a
boca y los sms (internet lo usan en
menor medida), a cientos de personas.

Y la otra, la fuerza del hip hop
y el carisma y alcance de Keur
Gui, con “conciertos móviles” para
llegar a pequeñas comunidades
y poesía de guerrilla, con lo que se
han ganado el apoyo de gran parte
de la juventud. El último tema
del movimiento (con videoclip colectivo
incluido), Faux! Pas Forcé,
en referencia a la tercera candidatura
de Wade, se ha convertido en
grito de batalla de las movilizaciones
contra el presidente.


CONTRA EL “BARÇA O BARSAX“

“Cuando creamos el
movimiento dijimos
que la solución no es
ir a “Barça o barsax [el
infierno, en wolof]”.
Thiat se refiere a una
expresión que resume
la alternativa de quienes
emigran: alcanzar
el sueño europeo, llegando
a la tierra de su
admirado Fútbol Club
Barcelona, o perecer
en el intento. A pesar
de que defienden la
regularización de quienes
viven en Europa
sin papeles y una política
migratoria abierta,
para Y’en a marre la
apuesta es otra. “Si
vas a Europa y trabajas,
enriqueces a un
continente con tu fuerza
de trabajo, tu inteligencia,
tu energía”,
explica Barro, que concluye:
“¿Entonces,
cuál es la solución?
La solución no es
regularizar, no es
negociar. Es crear las
condiciones de una
democracia participativa
y de un buen
gobierno en nuestros
estados. La solución
es desarrollar todas
esas energías aquí”.

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comentarios

1

  • |
    anónima
    |
    25/02/2012 - 4:17pm
    <p class="spip">Tantos movimientos en el continente hermano, y tan rápidamente apaleados y extinguidos por los amos de los amos de pega, por los que siguen realizando productos manufacturados que engullen nuestras cuevas a golpe de materia prima baratita.</p> <p class="spip">http://casaquerida.com/2012/02/24/el-desolador-funeral-publico/</p>
  • THIAT. El componente del grupo de hip hop Keur Gui, de Y‚Äôen a marre /José Naranjo
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