El 6 de julio tuvo lugar un hecho sin precedentes en la Diputación Foral de Gipuzkoa: la destitución del diputado general de Medio Ambiente, Juan Carlos Alduntzin, de Bildu, tras una moción de censura presentada por PNV, PSE y PP. La polémica surge por el debate sobre la política de basuras y su tratamiento, tras el giro dado por Bildu en Guipuzkoa que descarta la solución basada en la construcción de una incineradora en el barrio de Zubieta (Donostia) y aboga por un proceso de recogida selectiva en origen (principalmente los hogares). Curiosamente tanto PSOE como PNV votaron en el Parlamento Europeo a favor de una moción que fija el año 2020 como tope para la existencia de incineradoras en Europa. En Gipuzkoa los partidos a favor de la incineradora a la medida piden que se debata en el Parlamento foral guipuzcoano, donde tienen mayoría. Y tras la censura, el Gobierno guipuzcoano de Bildu, dirigido por Martín Garitano, elegirá a otra persona para el cargo que seguirá con la misma política de reciclaje.

Es importante recordar que, además del Parlamento autónomo vasco, en la Comunidad Autónoma Vasca existen las diputaciones forales (Araba, Bizkaia y Gipuzkoa), cada una con un parlamento propio, que eligen al diputado/a general que conforma el Gobierno foral. En Gipuzkoa, Bildu fue la lista más votada pero sin la mayoría absoluta. Al igual que en muchos ayuntamientos alcanzó el gobierno ante la falta de acuerdo del resto de partidos.

DIAGONAL: ¿Por qué la moción de censura?

AINHOA ARROZPIDE: Eso tendrás que preguntárselo a ellos. La Diputación Foral ha presentado el Documento de Progreso 2008-2016, que posibilita gestionar los residuos sin incineradora, con la mitad de costes y creando puestos de trabajo. Desde Gipuzkoa Zero Zabor (GZZ) entendemos que nadie puede estar en contra de esta opción, a no ser que tenga intereses ocultos. La ciudadanía solicita que el tema de los residuos se trate con responsabilidad y rigor. Ahora estamos sufriendo directamente los efectos de tres vertederos contaminantes. Urge descartar una incineradora, porque compite directamente con las políticas de reducción, reutilización y reciclaje.

D.: ¿De qué lobbies hablamos?

A.A.: El periodista Mikel Peruarena mantiene un blog, llamado ¿Quién quiere quemar residuos?, en el que se pueden entender los intereses que tienen empresas de recogida, cementeras, empresas asesoras y personas como Xabier Garmendia, viceconsejero de Industria y Energía del Gobierno vasco.

D.: ¿Qué es el puerta a puerta?

A.A.: ( El puerta a puerta es sólo un sistema de recogida. Actualmente el 90% de los residuos sería reciclable. Con el PaP se llega a recoger selectivamente más del 80% (en Usurbil el 87%, incluyendo domicilios, comercios y polígonos industriales). Se trata de funcionar con un calendario y sacar el residuo que corresponde a cada día a un colgador cercano al portal. Seis días para fracciones reciclables y uno para la fracción rechazo (lo que no se puede reciclar). Con este sistema se consigue pasar del 28% al 80% de recogida selectiva. Y todo ello creando puestos de trabajo y menos costes en la totalidad de la gestión con sus tres pasos: recogida, tratamiento e ingresos.

D.: Y a medio/largo plazo que límites le veis a dicho planteamiento (como Zero Zabor)?

A.A.: La filosofía ZERO ZABOR no tiene límites. Es un objetivo a largo plazo, para lo que hay que redactar un programa con objetivos y plazos revisables. Ciudades como San Francisco están demostrando que cuando hay voluntad y se destinan medios humanos y materiales los objetivos son alcanzables. Y Gipuzkoa lo conseguirá. Para ello urge descartar una incineradora, y apostar por políticas de reducción, reutilización y reciclaje. Otro de los puntos importantes del documento presentado por la DFG es la flexibilidad de las infraestructuras planteadas. Permiten pasar a una situación donde la fracción rechazo sea mínima.

D.: ¿Quien es Gipuzkoa Zero Zabor (Gipuzkoa Cero Basuras )?

A.A.: GZZ comenzó a funcionar en Junio del 2010 y estamos en plena expansión con más de 34 grupos locales. Hemos organizado muchos actos pero mención especial merecen el Flahs Mob que reunió a 2000 personas en Zubieta en el 2011 y el Mosaico de 5.000 personas realizado en Donostia en junio. El movimiento social esta demandando soluciones que nos trasladen de una situación de pesimismo gris a un futuro colorista. Y por primera vez las instituciones están trabajando para gestionar los residuos de forma lógica sin incineradora, priorizando la salud y el medioambiente.