Diversas colectivos organizan el sábado en todo el Estado una jornada en contra de los CIE al considerar que violan los Derechos Humanos.
"¡Por favor déjeme ir al baño, ya no aguanto más, me voy a mear encima!", suplicaba Gloria desesperada a los policías en una de las celdas del CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) de Aluche en Madrid.
Sus ruegos no tuvieron ninguna respuesta, ella lo narra con rabia, con indignación por la humillación que sufrió de ser observada mientras se meaba encima y lloraba de vergüenza y dolor. Gloria, de nacionalidad ecuatoriana, iba de camino al trabajo cuando fue detenida por un policía no uniformado en la salida de una estación de metro y al no tener la documentación en regla fue trasladada al CIE de Madrid.
Aunque no parezca creíble la razón de la detención de esta mujer fue no tener papeles, una falta administrativa. Los casos más dramáticos son el de la congoleña Samba Martine quien falleció por falta de una correcta atención médica el pasado 19 de diciembre de 2011 después de estar encarcelada más de un mes en el CIE de Madrid o el del joven guineano de Idrissa Diallo, de 21 años quien murió de un infarto de miocardio en enero de 2012 en el CIE de Barcelona. En la actualidad, más de 214 millones de personas viven en un lugar distinto al de su nacimiento, según la OIM (Organización Internacional para las Migraciones).
Por ello, diferentes asociaciones han convocado actividades para el fin de semana, y especialmente para el día 15, en nueve ciudades de todo el Estado español. En Madrid, serán colectivos como la comisión CIE del Ferrocarril Clandestino, Brigadas Vecinales de Observación de DDHH, SOS Racismo entre otras muchas, han decidido que el 15 de junio se convierta en una jornada activa, abierta y participativa donde a través de múltiples y diversas actividades se visibilicen y denuncien estos centros de internamiento. Actividades tan variadas están detalladas en el blog 15J día contra los CIEs como: clases de tango, batukada, vigila de oración, mesas informativas y un ‘Pasacalles contra las Fronteras’ a las 12h del sábado que consiste en un recorrido por las calles de Vallecas para denunciar los CIEs, las redadas racistas y la retirada de la tarjeta sanitaria. Por la tarde a las 19h habrá una concentración en la Puerta del Sol, y después se hará una fiesta en el centro social Patio Maravillas donde tendrá lugar un concierto de Sikuris dedicado a todas las personas que han pasado por los CIEs. Uno de sus miembros, Alberto H., comenta: “Participamos de la jornada contra los CIEs porque nos toca muy de cerca al ser la mayor parte de los integrantes del grupo inmigrantes, además de creer en la libertad de movimiento de las personas. Nos parece indignante e inmoral que a alguien se le pueda encarcelar, porque los CIEs son al fin y al cabo cárceles por intentar buscar una vida mejor."
Un fenómeno antiguo y criminalizado
La migración no es un fenómeno nuevo sino que, por lo contrario, ésta se da de manera continuada en la historia, donde encontramos a personas que han sido clasificadas por el sistema que nos abarca como: legales, ilegales, con papeles, sin papeles, lo que se traduce en seres visibles o invisibles, aquellos que tienen o no espacio en la esfera pública. Estas diferencias son incompresibles cuando el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos señala que: “Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado” y “Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”.
Sin embargo, tras encontrarnos en un sistema-mundo donde se eliminan barreras económicas, se firman tratados de libre comercio entre los países para por ejemplo transportar mercancías, bienes y capital, nos muestra a la vez, y ahora más que nunca, las mayores restricciones para que una persona pueda circular libremente. ¿Por qué si piden una libre circulación de bienes no se permite también el movimiento libre de las personas? ¿Por qué esta contradicción si estamos en un sistema mundial-globalizado? Como afirma Immanuel Wallerstein: “En pocos temas hay tanta hipocresía como en la inmigración.”.
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