Los trabajadores despedidos en julio de 2009 por la empresa Smesi-Regie, filial del grupo OCP (Oficina cherifiana de Fosfatos), mantienen su lucha.
Texto de Cristina Santana
Los trabajadores despedidos el 1 de
julio de 2009 por la empresa Smesi-
Regie, filial del grupo OCP (Oficina
Cherifiana de Fosfatos), mantienen
una lucha con el apoyo de sus familias
y gran parte de la ciudadanía.
Líder mundial en exportación en el
comercio internacional del fosfato,
OCP es la primera empresa pública
de Marruecos, donde posee el monopolio
de la extracción de fosfatos.
El Grupo OCP, que opera sobre
los cinco continentes, alcanzó
en 2008 la cifra record de 5.500 millones
de euros de beneficios.
En los últimos diez años se ha producido
un proceso de reestructuración
de la empresa, con jubilaciones
masivas de trabajadores y su sustitución
por mano de obra joven a través
de subcontratas como Smesi Regie,
cuyos trabajadores participan directamente
en todo el proceso de producción.
Hacen el mismo trabajo, pero
sin los derechos adquiridos por
los trabajadores de OCP. Por cada
dirham que se paga a un trabajador,
la subcontrata se lleva 1,5 dirham: en
los ocho años de trabajo de los 850
trabajadores hoy despedidos de forma
improcedente, la subcontrata se
ha quedado con unos 30 millones de
euros por hacer de intermediarios.
Tras haber conseguido cifras récord
de beneficios, ahora la matriz
trata de desembarazarse de los 850
trabajadores de Smesi Regie, para
imponer una mano de obra continuamente
renovable. El Sindicato
local de la UMT (Unión Marroquí del
Trabajo) denuncia la actitud de la
empresa, que sigue intentando obligar
a los trabajadores a firmar contratos
temporales de tres meses con
la subcontrata (en los que además se
estipula que las huelgas están prohibidas),
y continúa violando las leyes,
utilizando a los prejubilados de la
empresa para trabajar en los puestos
de los 850 despedidos. Estos trabajadores
exigen la integración de los
despedidos como fijos en la empresa,
asegurando la estabilidad psicológica
y profesional de los trabajadores,
su equiparación en derechos a
los trabajadores de la OCP, y el reconocimiento
pleno de sus derechos y
libertades sindicales.

- CONCENTRACIÓN. El 19 de noviembre de 2009 cientos de empleados despedidos de Smesi-Regie, filial del grupo OCP, se manifestaron para reclamar por sus empleos.
Movilización y represalias
Desde entonces, las movilizaciones
no han parado. En septiembre
se realizaron concentraciones delante
de los locales de la OCP en
Khouribga. En Casablanca se han
hecho dos concentraciones en distintas
fechas frente a la oficina central
de la empresa. El 13 de septiembre
se iniciaba una caravana
de solidaridad con los trabajadores
despedidos, apoyada por diferentes
sindicatos, familiares y partidos
de izquierda de la localidad. El
29 de octubre, la policía impedía la
concentración de los 850 trabajadores
ante las oficinas de la empresa
en Khouribga. El 17 y 18 de diciembre
Rabat se convertía en el
centro de las protestas de los 850
trabajadores despedidos.
Debido a las numerosas y continuas
acciones llevadas a cabo, la represión
policial ha sido constante y
cada vez más agresiva. La violación
de las libertades de expresión y manifestación
se sigue dando de forma
continua, según denuncia la UMT local
de Khouribga. En una de las ocasiones
hubo detenciones y cuatro
manifestantes fueron procesados
“por desórdenes públicos”.
La táctica de las autoridades, según
la UMT, consiste en tratar de aislar
la lucha mediante la represión para
evitar las manifestaciones de solidaridad.
Esperan dividirlos, que se
cansen de luchar y de apoyar posturas
“radicales”.
Los trabajadores siguen planeando
para las primeras semanas
de enero diversas sentadas frente
a la oficina central de la OCP en
Khouribga y en Casablanca.
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