“En Irlanda también
había mucha gente
opuesta a las negociaciones
previas y estás se
pararon”... Las diferencias
entre los conflictos vasco
e irlandés son muchas,
pero también las
similitudes.
- MURALES. Homenaje a ‘los tres de Gigrabaltar’ / Florian Osuch
Tras diez años de proceso de paz
hay cosas que siguen igual en Irlanda
del Norte, muchísimas otras
no. Una, por ejemplo, es que se
puede hacer una entrevista a dos
ex presos del conflicto –uno de cada
lado– sentados uno junto al
otro. Son Willam McQuiston, ex
preso del unionista UDA; y Seamus
Kelly, antiguo voluntario del
IRA. Hablan con DIAGONAL con
motivo de su visita a Barcelona
para presentar el documental de
TV3 sobre el proceso de paz irlandés
Diumenge a les cinc.
DIAGONAL: ¿Qué ha cambiado
en Irlanda del Norte tras diez años
de los acuerdos de paz?
MCQUISTON: Sigue habiendo
problemas de convivencia. Ésta
es difícil y a veces se puede pensar
que todo el proceso está siendo
muy lento, pero ahora hay
gente de ambos bandos trabajando
junta. En realidad se han dado
grandes pasos.
KELLY: Lo que es verdaderamente
importante desde el punto de
vista republicano es que, por primera
vez hay representantes de
ambas comunidades en el Gobierno.
Éste ha sido el paso más grande
en 40 o 50 años. Pero hay más:
los presos están siendo liberados,
empezamos a conocer a las personas
que antes solo veíamos detrás
de una capucha, ya no hay bombas
ni tiroteos ni tienes miedo que
asalten tu casa cuando te vas a
dormir. El Ejército inglés ya no está
por las calles y tenemos una policía
respetada por todos. Los cambios
han sido enormes.
D.: ¿Cómo se consigue la reconciliación,
que alguien que se considera
víctima, del bando que sea,
perdone a su agresor?
M.Q.: En mi opinión, éste es un
asunto personal. Hay personas que
pueden seguir adelante, otras no.
Pero tenemos que reconocer a la
gente que sufrió, y reconocer que
toda la gente sufrió. En un conflicto
donde toda la sociedad estaba
implicada, todo el mundo ha quedado
afectado.
K.: Hay gente que trata de mantener
una jerarquía entre víctimas,
que cree que quien murió a manos
del IRA es más víctima que alguien
conectado con el IRA. Para nosotros
todas las víctimas son iguales,
también las que murieron a
manos de la policía o del Ejército,
y también los soldados.
D.: En el conflicto vasco, el Gobierno
no reconoce que sea responsable
de muertes o torturas, por lo
que no reconoce que haya víctimas
del Estado. ¿Cómo ha sido este reconocimiento
estatal en Irlanda?
M.Q.: Si el Estado mató a una persona
que, por ejemplo, llevaba armas
y se vio envuelto en una batalla
con las fuerzas de seguridad,
¿qué pasa con su esposa?, ¿qué pasa
con su madre?, ¿y con sus hijos
e hijas? ¡También son víctimas! A
ellos nadie les pidió permiso para
hacer las acciones que se hicieron,
y por lo tanto son víctimas. Hay
que entender que todo el mundo
resultó afectado.
K.: Hubo víctimas en todos sitios,
en cada cruce, incluidas las fuerzas
de seguridad. Nadie puede coger
sus víctimas y subirlas en un
pedestal. Éste es un asunto muy
sensible, pero creo que hay que hablarlo.
Hay diferentes grados de
perdón, lo que puede ser incorrecto
desde mi punto de vista será correcto
desde la visión de un policía.
Pero si queremos crear un sitio
mejor para nuestros hijos tenemos
que avanzar, no podemos cargar
con esta jerarquía de víctimas. Sé
que no es tan simple, pero éste es
el boceto a grandes trazos. Hay
personas que no pueden continuar,
que no pueden perdonar, pero
es una decisión individual, ellos
sólo odian. Pero no creo que puedan
parar los pasos que ya se están
dando.
D.: ¿Qué se podría aprender del
proceso irlandés para alcanzar la
paz en el País Vasco?
M.Q.: Conozco un poco la problemática
entre los vascos y España
y en un momento pensé que el
proceso de paz estaba bien iniciado,
que se iba por un buen camino.
Creo que hay muchas diferencias,
pero también muchas similitudes.
Hay que avanzar hacia el
diálogo y encontrar una fórmula
para poder hablar. Éste sería el
punto de inicio, aunque claro, implica
un riesgo.
K.: Siempre se ha dicho que nuestro
conflicto nunca tendría resolución.
Hoy hemos demostrado que
se equivocaban. Siempre hay una
solución. Creo que aunque las negociaciones
se hayan interrumpido,
se conseguirá poner en marcha un
proceso de paz en el conflicto vasco-
español. En Irlanda también había
mucha gente opuesta a las negociaciones
previas y estás se pararon.
Pero se tiene que ser imaginativo,
estar preparado para dar y
comprometerse, aunque sea un poco,
y a veces dar un paso te puede
llevar a ver todo desde otra óptica.
Siempre hay que tener en mente
que ningún conflicto es intratable.
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