La tasa de paro alcanza el 16% en país vasco, navarra e iparraldea
Séptima huelga desde 2007, primera contra Urkullu

Las consecuencias de la reforma laboral de 2012 y el recorte en el sector público, puntos clave de la huelga general vasca del 30 de mayo.

27/05/13 · 8:00
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BILBAO. Piquete de la huelga del 27 de enero de 2011 convocada en Euskal Herria. / Humberto Bilbao

Dos objetivos muy concretos, el rechazo al Decreto sobre el sector público aprobado en marzo y la negociación para la prórroga de más de 500 convenios que serán papel mojado el 7 de julio si no se recupera el diálogo social y un llamamiento a desbordar los cauces de la protesta sindical. La huelga general del 30 de mayo, convocada por ocho sindicatos y más de 50 colectivos sociales, es la primera contra las políticas del lehendakari Iñigo Urkullu. A la jornada de paros también está convocada la población navarra, una comunidad en la que el paro afecta al 19% de la población activa, tres puntos más que la media de los territorios vascos, que incluyen a Iparraldea, en Francia, donde el desempleo afecta al 11% de la población.

La huelga general del 30 de mayo, convocada por ocho sindicatos y más de 50 colectivos sociales, es la primera contra las políticas del lehendakari Iñigo Urkullu El 11 de mayo, miles de personas tomaron las calles de las tres capitales de la Comunidad Autónoma Vasca para protestar contra la decisión de Urkullu de aprobar un recorte que consiste en el aumento de la carga horaria en la función pública de 1.592 horas actuales a 1.614,5. Esta medida supone la eliminación de la jornada de 35 horas semanales en la Administración y la reducción en la contratación de eventuales, que según el sindicato mayoritario LAB supondrá la eliminación de 2.000 puestos de trabajo.

La del 11 de mayo no ha sido la única protesta previa a la huelga. En abril, la plataforma Araba Borrokan, que aglutina a 60 comités de empresa de la provincia de Álava (16% de paro), convocó una manifestación en la que cobró protagonismo el segundo leit motiv de la huelga de finales de mayo: el fin de los convenios marcado por la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Rajoy en 2012.

Más de 300.000 personas en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) están pendientes de que se reabra el diálogo acerca de la ultraactividad de estos acuerdos sobre condiciones laborales. De no ser así, a principios de julio, la patronal tendrá las herramientas para modificar las condiciones de contratación, salarios y jornada de trabajo. Un ejemplo, el llamado “abismo” puede afectar a las 55.000 personas que están bajo el convenio del sector del metal en Guipúzcoa (13% de paro). A esto se suma la destrucción de empleo en aumento en el sector privado: los 3.542 expedientes de regulación de empleo autorizados en 2012 afectaron a 51.400 personas, 20.400 más que en 2011. Según Confebask, la patronal vasca, en el último año más de 2.100 empresas echaron el cierre en la CAV.

Ofensiva neoliberal

Un modelo productivo compuesto de un sólido tejido de PYME familiares y cooperativas –el 5% de vascos y vascas trabaja en este régimen–, la raigambre de tradiciones y experiencias organizativas colectivas de largo recorrido, como el caso de Berri Otxoak en Barakaldo o de la Asociación de Trabajadoras de Hogar de Bizkaia –provincia con un 17% de paro– y prestaciones sociales como la Renta de Garantía de Ingresos, más “universal” que otras rentas mínimas del Estado, sostienen algunos de los puntales del Estado de bienestar vasco. No obstante, la situación de emergencia que viven otros territorios de la periferia europea también afecta a la Comunidad Autónoma Vasca, donde prácticamente una de cada diez personas vive por debajo del umbral de la pobreza y hay más de 50.000 hogares con todos sus miembros en paro.

La solución a la crisis planteada por el PNV parece un calco de la apuesta de Artur Mas en Catalunya: la reducción del sector público se ve acompañada de un redoble en la apuesta por las infraestructuras. Así, mientras el presupuesto de Lakua destina 378 millones a la construcción del Tren de Alta Velocidad –que se suman a los 190 que aportará el Ministerio de Fomento– en 2013 están aprobados recortes de 263 millones en educación, política lingüística y cultura, y de 200 millones en empleo y políticas sociales. Ante este panorama, la reclamada unidad entre las fuerzas sindicales pasa a un segundo plano, quizá a la espera de que la octava huelga desde 2007 suponga un cambio de rumbo en la hegemonía de la globalización liberal.

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comentarios

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  • |
    Durrutikoetxea
    |
    06/06/2013 - 11:21pm
    <p>Me gustaría saber porqué se dice en la edición en papel que &quot;<em>CGT-LKN ha trasladado a su afiliación la decisión de acudir a la convocatoria&quot; cuando <strong>CGT-LKN</strong><strong> Euskadi SI convocaba la Huelga General </strong>tal y como estaba <a href="http://www.cgt-lkn.org/blog/2013/04/20/la-cgt-lkn-de-euskadi-ante-la-huelga-general-convocada-para-el-30-de-mayo/">publicado en su web desde el día 20</a>:</em><br />El cartel de convocatoria fue mandado a imprenta antes de la decisión al respecto en asamblea de afiliadxs y por eso no figuran las siglas en el mismo.</p><p>La <a href="https://plus.google.com/photos/103085020199120830782/albums?banner=pwa&amp;gpsrc=pwrd1#photos/103085020199120830782/albums/5883760534793381649">presencia de CGT-LKN en las movilizaciones</a> es visible y notoria como se puede ver en las fotos.</p><p>&nbsp;</p>
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