El ministro de Educación, Luc
Chatel, asegura que la vuelta a los
colegios de 2011 no conlleva problemas
y que las reformas de la
educación siguen en marcha. El 27
de este mes, la primera federación
de padres de alumnos de todo el
país, la Fédération des Parents
d’Elèves, se unirá a la jornada de
acción sindical para protestar contra
la reducción de profesores en
la enseñanza. Esta jornada de movilizaciones
se suma a las numerosas
protestas celebradas desde
principio de año en todas las grandes
ciudades francesas.

Al llegar al poder en mayo de
2007, Nicolás Sarkozy emprendió
una reestructuración importante
de la educación. Un tema fuerte de
su programa electoral había sido la
supresión de la carta escolar, medida
que posibilitaba la elección
por parte de los padres del centro
donde estudiarán sus hijos, independientemente
de su lugar de residencia.

Se pretende así reducir la
predeterminación de ciertos alumnos
prometedores a seguir su enseñanza
en escuelas de Zona de
Educación Prioritaria, (ZEP), y de
esa manera fomentar una cierta
competencia entre los centros.
Sin embargo, la reforma no ha
tenido el efecto deseado. Más bien
generó, según una investigación
del principal sindicato de los directores
de los centros escolares, el
Syndicat National des Personnels
de Direction de l’Education
(SNPDEN), más problemas de
gestión y un descontento generalizado
del profesorado, que veía en
esta medida un medio para evaluarles.

Efectivamente, el Gobierno
iba a hacer público a todos los padres
y madres las estadísticas de
las notas obtenidas por los alumnos.
Pero los profesores decidieron
boicotear las evaluaciones de
las escuelas primarias mientras
que otros sólo preparaban a sus
alumnos para las evaluaciones finales.
La autonomía que la reforma
deseaba generar en los colegios
e institutos no se consiguió.

Si la carta escolar tendía
a ayudar la movilidad de los buenos
alumnos de colegios e institutos
más necesitados a otros más “selectos”,
los primeros soportaron una
pérdida de alumnos. Al contrario,
las escuelas e institutos “medios”
que se encuentran ya en situación
de competencia con centros vecinos
vieron masificarse sus aulas.

Menos profesores

A petición del Senado, el Tribunal
de Cuentas publicó en noviembre
de 2009 un balance de la reforma.
Estimaba que, de 224 establecimientos
ZEP, 186 habían perdido
sus alumnos y el país iba encaminado
a crear “guetos escolares”.
Pero las protestas no tienen únicamente
que ver con la supresión
de la carta escolar. Desde principios
de año, el profesorado y los padres
de los alumnos se enfrentan a
la supresión de profesores.

El propio
Sarkozy expuso que “en la sociedad
francesa no debemos reflexionar
sobre cantidad, sino de calidad”,
“hay 600.000 niños menos y
45.000 profesores más que al principio
de los años ‘90”. En consecuencia,
añadía el presidente, “la
respuesta de la nación debía ser la
de la calidad de la formación y la de
la calidad de la remuneración”.

Sin embargo, el Centro de Análisis
Estratégico francés (CAS), hacía
sonar la alarma. Según sus estadísticas,
Francia posee el número
de profesores más bajo por
alumno de los 34 miembros de la
OCDE, con una media de 6,1 enseñantes
por cada 100 alumnos. En
Grecia o Portugal la tasa llega a 9
profesores por 100 alumnos. Pero
la cifra más asombrosa recae sobre
la enseñanza superior en la que
hay apenas cinco maestros por 100
estudiantes.

Una nota en
la investigación asegura que la remuneración
de los maestros franceses
es “baja en comparación con
otros países”. Según la OCDE,
Francia se sitúa en el puesto 23 de
los 28 países más desarrollados del
mundo en lo que se refiere a la remuneración
de los profesores.
El análisis también subrayaba
la falta de reemplazo tanto en el
sector de la educación nacional
como en la investigación, (pasando
del 110% en 2003 al 63% en
2008) y estimaba que entre los
años 2003 y 2010, 50.000 puestos
de profesores habían sido suprimidos
en primaria y secundaria.

A consecuencia de todo eso, el
Syndicat National des Enseignements
de 2d degré (SNES-FSU),
primer sindicato de los institutos y
colegios, ha convocado nuevas movilizaciones
y rechaza que la vuelta
a los colegios de 2011 tenga que suponer
la supresión de 4.800 puestos
toda vez que el número de alumnos
aumentará en 79.536. A modo de
comparación, comentó Frédérique
Rolet, cosecretario general del
SNES en 2007, fueron destruidos
6.100 puestos de docentes, pero se
contaba con 46.500 alumnos menos.

Además, a partir de septiembre
de 2011, se sistematizará el
tiempo de servicio completo en la
formación y las prácticas de los profesores.
Las tres horas sueltas que
el año pasado todavía poseían para
seguir su formación ya no se otorgarán
y tendrán que formarse fuera
del tiempo de trabajo. Tales condiciones
llevaron a que mil opositores
a maestros no acudieran a los exámenes
de oposición esta primavera.

Ahora bien, esas mil plazas quedarán
vacantes, lo que significa para
los profesores en activo, horas de
trabajo suplementarias y dificultades
para su reemplazo.
Por si fuera poco, añade Daniel
Robin, otro secretario general de la
SNES, la natalidad francesa está en
alza y de 78.000 nacimientos censados
en 2000, Francia pasó a más
de 820.000 hoy día. “El aumento del
número de alumnos será duradero;
en consecuencia, es necesaria una
mayor contratación”.