Desde el 12 de marzo y durante cuatro meses se pretende conseguir 50.000 firmas
Recogida de firmas para la Renta Garantizada de Ciudadanía en Cataluña

Una amplia representación de la izquierda política y social catalana apoya la puesta en marcha de una renta que sustituya a la recortada Renta Mínima de Inserción.

, Barcelona
26/04/13 · 7:46
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Naves abandonadas. Este espacio es utilizado como vivienda por 300 personas en Barcelona / Albert García

Para hacer frente al gris panorama de la sociedad catalana, con una tasa de riesgo de pobreza cercana al 20% de la población, aparece una iniciativa ciudadana bajo el lema de “Rescatemos a las personas” que pretende dotar de una Renta Garantizada de Ciuda­danía (RGC) a las personas o núcleos familiares que estén en situación de pobreza.

El proyecto arrancó en septiembre de 2011, un mes después de que el Govern de Mas endureciera las condiciones para percibir la Renta Mínima de Inserción (RMI). El 25 de enero se registró en el Parlament la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para conseguir la RGC. El 12 de marzo, la Cámara catalana admitió a trámite la ILP y a mediados de abril arrancó la recogida de 50.000 firmas válidas, tal y como exige el Estatut d’Autonomía catalán, para que el Parlament se vea obligado a discutir la propuesta. Para ello contarán con el apoyo de 290 voluntarios que, en calidad de fedatarios, darán validez a las firmas que deben recogerse en un plazo de 120 días, más otros 60 de prórroga si fuera necesario.

La campaña pretende aprovechar jornadas como la del 23 de abril para informar a los ciudadanos y llevar a cabo una recogida masiva de firmas coincidiendo con las celebraciones del 1 de mayo y los actos del 15M. De ser aprobada por el Parlament, la RGC entraría en vigor en 2015 y substituiría a la actual RMI. Raventós sostiene que dependerá del apoyo social poder avanzar hacia una Renta Básica

La iniciativa surgió de la Asamblea de Trabajadores en Paro de Barcelona y  cuenta con un amplio apoyo: los sindicatos CC OO y UGT, los partidos ERC, ICV, CUP y PSC y una treintena de entidades entre las que figuran la PAH, la Federación de Asocia­ciones de Vecinos de Barcelona, la Red Renta Básica o ATTAC. Se apoyan en el artículo 24.3 del Estatut d’Autonomía de Catalunya, que establece que “las personas o las familias que se encuentran en situación de pobreza tienen derecho a acceder a una renta garantizada de ciudadanía que les asegure los mínimos vitales de una vida digna”. La ILP que se va a presentar propone una prestación económica mensual básica de 664 euros en 12 pagas, de 1.129 para dos personas, 1.594 para tres, etc. Esta cantidad es la que reconoce la Ley 13/2006 al establecer el indicador de rentas de suficiencia para la valoración del estado de necesidad. Además, a diferencia de la RMI, la RGC no estaría sujeta a disponibilidad presupuestaria, ni tendría un período máximo de prestación entre otras diferencias.

Daniel Raventós miembro de la Red Renta Básica explica a Diagonal que “con la RGC podemos encontrar el apoyo de partidos y de sindicatos que no tendríamos si apostásemos ahora por una Renta Básica”. Raventós sostiene que “dependerá del apoyo social poder avanzar hacia una Renta Básica y, al mismo tiempo, si la RGC funciona se verán mucho más fácil determinadas virtudes y desaparecerían confusiones, como el hecho de que si bien la Renta Básica la recibe cualquier ciudadano, los ricos pagarían mucho más mediante una reforma fiscal redistributiva de los ricos a los pobres. En México funciona desde hace unos años una pensión básica, equivalente al salario mínimo que perciben todas las personas al cumplir los 68 años. Antes de su entrada en vigor esa propuesta recibió muchas críticas y, tras los buenos resultados, ni siquiera desde la derecha se ponen en duda los beneficios”.

A diferencia de la RMI, la RGC no estaría sujeta a disponibilidad presupuestaria, ni tendría límite temporal Un aspecto fundamental sobre la viabilidad o no de la RGC es su financiación. Cuando la Gene­ralitat admitió a trámite la ILP, en marzo, adjuntó un informe sobre el coste que supondría esta renta en más de 3.500 millones de euros anuales. Jordi Arcarons, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona y miembro de la Red Renta Básica calculó que el coste sería de, aproximadamente, unos 1.871,8 millones de euros. Raventós explica que “nosotros exigimos una financiación pública, sin que se toque un euro ni de sanidad ni de educación; la propuesta no es sólo crear una nueva renta sino que exige un cambio en el sistema tributario”.

Críticas a la propuesta

Más allá de las dudas u oposición ya manifestada por el Govern de Mas, que quiso frenar la ILP, los promotores de la iniciativa son conscientes de que en la tramitación como proyecto de ley los grupos parlamentarios pueden introducir enmiendas que sesguen los objetivos de la RGC. En ese caso, se plantearían retirar del Parlament su propuesta.

Otro tipo de inconvenientes a la RGC son los que plantea José Iglesias Fernández, economista e impulsor de la Renta Básica de las Iguales. “Existen unos condicionantes que impiden que la RGC sea un derecho universal, sino condicionado por la edad, los ingresos y los requisitos burocráticos”. Iglesias considera que “la RGC consolida los elementos históricos en torno a la pobreza” y añade que “también contribuirá a generalizar el estigma del subsidiado”. Para rematar su crítica, considera “más grave” que lo dicho anteriormente que este “proyecto está parido desde arriba, me temo que con muy poca base movilizadora”.

Casi un 20% bajo el umbral de la pobreza

El umbral de la pobreza se fija en el 60% de la media de los ingresos anuales de la población. El porcentaje de personas que queda por debajo de este umbral marca la tasa de riesgo a la pobreza. En Catalunya, el 19,1% de la población se encuentra en esta situación según los últimos datos del Institut Nacional de Estadística de Catalunya. El porcentaje llega al 26,5% en los menores de 16 años, es decir, que 285.000 niños no tienen garantizadas las necesidades básicas. Pero según José Iglesias, economista e impulsor de la llamada Renta Básica de las Iguales “hay varias definiciones del umbral de pobreza, lo que hace que haya más o menos pobres, y que la financiación que se requiere sea más asequible o no. Menos pobres y menor cuantía hacen más atractiva la propuesta que si la cuantía es muy alta (políticamente menos aceptable) y, por tanto, aparecerá un mayor cómputo en el número de menesterosos”, explica Iglesias.
 

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