Abogados y activistas lanzan una campaña de denuncia e instan a investigar cómo se calculan y publican los datos del euríbor, aparentemente sin control público.
El cálculo del euríbor –tipo de interés
de referencia para 18 millones de
préstamos hipotecarios– está en manos
de la mayor corporación de información
financiera del mundo,
Thomson Reuters. Todos los días, los
44 principales bancos que operan en
Europa envían a esta agencia privada
la oferta de los préstamos que se
hacen entre sí. A las 11h., Thomson
Reuters hace la media de los tipos de
interés recolectados, publica el dato
del euríbor y, según la normativa que garantiza la
transparencia del proceso, los
datos empleados. Hasta
aquí la teoría: en la práctica, los números
que maneja Thomson Reuters
no se conocen. A este punto han llegado
dos abogados sevillanos que, partiendo
del caso de un cliente que quería
conocer el porqué del aumento de su
deuda con Cajasol, han preguntado a
entidades bancarias, al Banco de
España, a la Comisión Europea y a la
agencia privada sin recibir ninguna
respuesta satisfactoria.
Como consecuencia, han lanzado
la OpEuríbor, una campaña mediática
con la que intentan alertar sobre
ciertos números sospechosos: si
se observa la serie histórica del euríbor
desde el comienzo de la crisis,
en repetidas ocasiones ha sido exactamente
el mismo durante varios días
seguidos (algo muy improbable
estadísticamente cuando se dan cifras
con tres decimales obtenidas
de otros decimales redondeados).
Francisco Jurado, uno de los abogados,
explica que es un hecho conocido
que, desde la caída de Lehman
Brothers, “los bancos no se fían nada
unos de otros y han dejado de
prestarse dinero”. Además, los bancos
centrales han inyectado mucho
líquido a bajo coste. “Si los bancos
no se prestan, ¿cómo se sigue publicando
el euríbor como si nada sucediera?”,
se pregunta.
Sospechas institucionales
En octubre de 2011, la Comisión
Europea entró en las oficinas de varios
bancos –entre ellos Deutsche
Bank– para recabar datos sobre la
confección del euríbor. La Comisión
del Mercado de Valores de Canadá
también investiga la posible manipulación
de los tipos de interés a nivel
mundial. Aún no ha transcendido información
sobre sus averiguaciones.
La hipótesis que más suena es que
los bancos modifican a la baja los tipos.
“Podría parecer ilógico, pues
cuanto más alto esté más dinero reciben
de sus clientes hipotecarios”,
apunta Jurado, pero cuentan “con la
cláusula suelo, que indica en un contrato
hipotecario un límite del que no
se puede bajar”. Así, los bancos no
cobran menos intereses, pero sí se
benefician como deudores de otros
bancos y consiguen dar una imagen
saludable del mercado interbancario.
En la web opeuribor.es se puede
descargar un modelo para solicitar
información a bancos, con el objetivo
de recabar negativas e iniciar una
demanda legal. Se trata de que
Thomson Reuters llegue a recibir
una orden judicial y no pueda seguir
negándose a facilitar los datos.
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