EE UU: OLIVER LANTI, PARADO, Y DANIEL EDELSTEIN, PROFESOR DE APOYO
“Queremos que resurja el sindicalismo combativo ”

Hablamos con dos militantes del sindicato Industrial Workers of the World (IWW) sobre las protestas llevadas a cabo en Wisconsin y el futuro del sindicalismo tras la aprobación del decreto que limita la negociación colectiva a los empleados públicos.

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21/04/11 · 8:00
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Texto de Ellison Mooredeah

DIAGONAL: ¿Qué ha pasado en
Madison, Wisconsin?

OLIVER LANTI Y DANIEL EDELSTEIN:
El gobernador republicano
intentó aprobar un proyecto de ley
que incluía medidas de austeridad
con cláusulas muy dañinas para los
sindicatos de los empleados públicos
y su derecho a la negociación colectiva.
También había recortes en los
servicios sociales. Wisconsin gestiona
una seguridad social [limitada]
que cubre a medio millón de personas;
los mayores, los campesinos, los
pobres. Al intentar aprobarlo, grupos
de universitarios ocuparon las
sesiones del senado, ocuparon el
Capitolio. Luego los estudiantes de
secundaria organizaron y realizaron
un walk-out [acudieron al trabajo o
la escuela para luego abandonarlo
en masa]. Al hacerlo dieron a los profesores
el espacio para organizarse y
ellos, a su vez, hicieron un sick-out
[esto es, llamaron para decir que no
podían ir a trabajar por enfermedad].

La ocupación duró unas tres semanas.
Algunos representantes demócratas
se fueron del Estado para no
poder votar el proyecto de ley y así
parar el proceso. No obstante, al final
los republicanos cambiaron el
proyecto de ley para poder aprobar
esos ataques contra los derechos sindicales
sin los demócratas. Los demócratas
pudieron volver a su casa
como “héroes” y ahora todo el proyecto
puede aprobarse. Durante la
ocupación y las manifestaciones,
mucha gente habló de la huelga general,
pero ahora casi todos sólo hablan
del circo electoral.

D.:¿Quién estaba en las protestas?

O.L. y D.E.: Estudiantes de licenciatura
y de doctorado, algunos, (pocos),
políticos, muchos sindicatos
mayoritarios como el sindicato de
profesores de Madison, el [SEIU>www.seiu.org]
(obreros en hospitales y otros), el
AFSCME (obreros municipales), y
otros sindicatos afiliados al enorme
AFL-CIO. También hay cooperativas,
los taxistas, por ejemplo, han hecho
acciones de bloquear o ralentizar
el tráfico, y los granjeros familiares
que van a perder la ayuda médica
han apoyado a las manifestaciones.

D.: ¿Cómo afectarán los recortes a
los sindicatos mayoritarios?

O.L. y D.E.: Aquí los sindicatos de
empleados públicos, en su mayoría,
pueden sacar sus cuotas de la nómina
del trabajador. Aun si no estás afiliado,
el sindicato puede cobrar su
“cuota justa” –el 90% de la cuota normal–
pero muchas veces no hay contacto
con el sindicato si ellos no lo
inician. Con este proyecto de ley, el
Estado ya no cobrará las cuotas y el
sindicato se derrumbará, en efecto.

D.: ¿Cómo ha respondido la IWW?

O.L. y D.E.: Hemos estado este tiempo
abogando por una huelga general
a nivel estatal o nacional. Hay que tener
en cuenta que desde hace 65
años, en EE UU no hay una huelga
general. Varios trabajadores de la
IWW con doble afiliación han presionado
a la Federación de Trabajo
del Sur-Centro –una federación de
sindicatos locales– para secundar
una huelga general. La Federación
tiene unos 45.000 afiliados, así que
se ha procurado difundir la idea y
que la gente empiece a hablar de esa
posibilidad.

Estamos repartiendo miles y miles
de carteles y panfletos. Hemos convocado
asambleas comunitarias que
han tenido buena asistencia.
Nuestros afiliados dobles han estado
activos en sus otros sindicatos intentando
agitar, haciendo presentaciones
y dando charlas. Somos unos
cuantos de fuera que hemos estado
aquí un par de semanas, otros vienen
unos días, para trabajar.

D.: ¿Y qué dicen los sindicatos mayoritarios?

O.L. y D.E.: Como no quieren decir
“medidas de austeridad”, hablan de
“recortes y concesiones” por los que
los sindicatos aceptarían básicamente
todo lo que debe horrorizar a un
sindicato. En vez de movilizar a la
gente para luchar, se promueve un
sinfin de campañas electorales.

D.: ¿Cuándo fue la última huelga general
en el país?

O.L. y D.E.: En 1946, en Oakland,
California. Dependientes de grandes
superficies llevaban un tiempo de
huelga y cuando la policía quiso romperla,
un maquinista de los tranvías
se interpuso. Le atropellaron. Los demás
maquinistas llevaron a sus pasajeros
al final de la línea y luego se pusieron
de huelga en solidaridad. Ese
año hubo seis huelgas solidarias,
hasta que el Gobierno las legalizó
.
Aun así, mucha gente considera que
hubo una huelga general parcial el
primero de Mayo de 2006 y 2007 entre
los inmigrantes en respuesta a la
legislación anti-inmigración de esos
años.

D.: ¿Qué pasaría si hubiera una huelga
general ahora?

O.L. y D.E.: Los líderes de los sindicatos
tendrían que estar dispuestos a
ir a la cárcel o, si se convocaron por
las bases, el sindicato tendría que estar
dispuesto a que el Estado incautara
todo su dinero y que hubiera despidos
masivos.

D.: Ya que parece improbable que
salga una huelga general en este
momento, ¿qué estrategia tenéis?

O.L. y D.E.: Por no respaldar una
lucha en toda regla, los sindicatos
se están suicidando. Nosotros promovemos
una lucha social; sabemos
hacer sindicalismo sin el permiso
de la patronal. Después de la
actividad glamourosa de agitar vamos
a poner manos a la obra e intentar
organizar secciones de trabajadores
en otra forma de hacer
sindicalismo basado en la acción directa
y la solidaridad. Queremos
promocionar un modelo de sindicalismo
en el que el Estado no te diga
por qué o cómo se puede luchar
.
Los políticos y la patronal no recuerdan
cómo era el sindicalismo
de lucha de antaño, pero nosotros
sí lo recordamos, e intentamos hacer
que resurja.

Tags relacionados: Número 148 Sindicalismo
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comentarios

1

  • |
    anónima
    |
    21/04/2011 - 6:24pm
    En las últimas elecciones sindicales me preguntaba porque solo tenia las opciones de Ugt, y Ccoo para votar. Imagino que como más trabajadores deseo que surjan otros sindicatos mas creibles que estos vendidos. No niego muchos de sus actos a favor de los trabajadores, pero en estospocos años desde la muerte del dictador, son demasiadas las veces que sehan vendido al gobierno. Es innegable, hay que negociar, y eso valemucho, pero sin vender a los trabajadores. Se cobijan en quelos trabajadores no secundamos sus huelgas. Porque no creemos en estos sindicatos, y muchos les votamosporque no hay otra opción, que no sean sindicatos de ultraderecha.
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