Texto de la Cooperativa Los Apisquillos
Texto de la Cooperativa Los Apisquillos
La ganadería marca el
pulso de nuestra vida en
Puebla de la Sierra. Intentar
vivir del campo en este
pequeño pueblo de la sierra
pobre de Madrid pasa por
la ganadería extensiva,
base de la economía local
hasta la emigración. Como
en todas las comarcas
‘marginales’ de montaña, el
pastoreo representa una
actividad de gran peso dentro
de la pluriactividad campesina
serrana. El ganado
menor aprovecha los recursos
escasos de la montaña.
Gracias a él cerramos ciclos
ecológicos y hacemos el
territorio accesible, diverso
y más estable. Ovejas y
cabras, antes muy abundantes,
casi han desaparecido,
sustituidas por
vacas importadas que
requieren mucha menos
mano de obra y cubren una
demanda desmesurada de
carne de vacuno.
En los Apisquillos trabajamos
integradamente en las
actividades agrícola, forestal
y ganadera. En la actualidad
contamos con dos
rebaños. Algo menos de
200 cabras serranas de
Guadarrama y 200 ovejas
de la raza ‘rubia del Molar’
en serio peligro de extinción.
Aprovechamos todos
los recursos pastables de la
enorme extensión del municipio
(5.700 hectáreas) y
las diferencias estacionales
por altitud, desde los 900
metros hasta los 1.850
metros de los picos donde
pasan el verano. El ganado
nos requiere mucho trabajo
y energía, sobre todo por
falta de infraestructuras.
Gracias a la organización
colectiva y la cooperación
de amigos, podemos ir desarrollando
las otras actividades
(huertas, colmenas, trabajos
forestales,
esquileo...). Tratamos de
reducir la compra de forrajes
y piensos para la suplementación
de invierno
mediante la restauración
del agrosistema tradicional,
que hoy se encuentra muy
degradado (invasión de
matorral, ausencia de cultivos
de secano etc.).
Buscamos la restauración
del terreno comunal, que
las políticas ambientalesforestales
incorporen las formas
sociales tradicionales
para reducir casi a cero el
uso de antibióticos y fármacos
comerciales, mediante
el uso de remedios caseros,
fitoterapia y homeopatía.
Nuestras producciones
de chivos y corderos
lechales son consumidas
por los grupos de consumo
organizados en Madrid
en torno a El puchero y
por grupos de la sierra.
También, hemos comenzado
a ordeñar a mano las
cabras y ovejas y a transformar
la leche en quesos,
yogur, cuajada, requesón
para grupos e individuos
de la sierra.
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