El autor analiza la eclosión del llamado “Partido del futuro” como un dispositivo de la guerrilla de la comunicación.

En la secuencia final de Regreso al Futuro Marty McFly interpreta Johnny B. Good y, a fuerza de paradoja “inventa el Rock and Roll” para la generación de sus padres. Cuando está a punto de terminar la canción, McFly se lanza a un enloquecido solo de guitarra al estilo Angus Young. Los bailarines de los años ‘50 se encuentran con una partitura y una performance absolutamente marciana que no tienen claves para interpretar. Marty se da cuenta y, pidiendo disculpas, dice “A vuestros hijos les encantará”.
La aparición del Partido X en las redes durante la primera semana de enero he generado una sensación similar: un dispositivo de comunicación y hackeo que se nombra partido, que aboga por la transparencia pero no es transparente, que lanza vídeos que rozan la autoparodia y que viene del lugar al que toda la clase política promete llevarnos: El Futuro.
Es solo Rock and Roll
Hay muchas maneras de entender el partido X y eso se debe, entre otras cosas, a su naturaleza de premeditada incógnita. Voy a centrarme tan solo en una de ellas, que es la que considero más interesante. Aquella que nombra el Partido X como un dispositivo de guerrilla de la comunicación.
Desde ese punto de vista, el Partido X no necesita ser transparente, ni participativo, ni nada. Necesita más bien ser rápido, contundente, ambiguo e irreverente. La guerrilla de la comunicación produce un desorden en el sentido de las cosas. De tal forma que lo falso puede parecer verdadero y, sobre todo, lo verdadero se revela como falso. Ese desorden, a veces, funciona como “el clic” que resignifica todo lo que tienes a tu alrededor. Como un cuadro de Las Meninas en el que las meninas llevan metralleta. El Partido X irrumpe en el territorio simbólico de los partidos políticos enarbolando un par de premisas que funcionan como el clic, como la metralleta de la menina.
1. Es un partido sin programa: El partido propone un método y, en ese sentido, podría no presentarse siquiera. Como Terminator, viene del Futuro buscando al líder de la resistencia, pero no es el líder de la resistencia. En ese sentido propone más bien unas reglas de juego apropiables por cualquiera que una identidad definida a partir de un programa.
2. Es un Partido que no quiere representarte: En las primeras semanas el “Partido del Futuro” se ha planteado principalmente el desarrollo de herramientas de participación. Es más, “ser del Partido X” no es un ejercicio enunciativo, es un hacer. Si participas, eres. Si no, no eres. El objetivo tiene más que ver con que cada quién tenga mecanismos para representarse a uno mismo que con cualquier otra cosa.
El clic y la pregunta
Lo interesante de la propuesta del Partido X es el clic. El desplazamiento simbólico que deja una pregunta en el aire, la X. Esa X nos dice que igual que una lucha sindical puede tomar la forma de una marea, que una estructura social puede organizarse a partir de la sincronización y no de la unidad y formar redes, igual que una plaza puede ser mucho más que una plaza, un partido puede ser cualquier cosa, puede ser otra cosa.
Nos permite deconstruir las formas de organización que mejor representan las formas de organización de la representación en el siglo XX y nos orienta sobre las pistas que podrían venir de cara al siglo XXI. Nos dice que además del eje izquierda-derecha, además del eje arriba-abajo, podría haber un eje memoria-imaginación. Eso son, en mi opinión, buenas noticias para cualquiera. Le guste el dispositivo concreto del Partido del Futuro o no. Le interese la forma concreta que tiene el Partido del Futuro de empezar a resolver sus incógnitas o no.
Partido X: próximos movimientos
Desde finales de enero y hasta el 10 de febrero se lleva a cabo el tercer movimiento del Partido X, que consiste en abrir el debate en su web para que la ciudadanía aporte mejoras y críticas al texto con que el Partido del Futuro se dio a conocer en enero, “Democracia y Punto”. La “jugada” de este partido, que mantiene aún la incógnita en torno a los nombres de las personas que lo están dinamizando, terminará el 5 de abril, cuando se presentará en el orden del día del Consejo de Ministros el resultado de la elaboración de ese texto, que será publicado en su versión definitiva en una fecha indeterminada de marzo.
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