EL AVE SE ENCUENTRA EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
Un parque eólico amenaza al urogallo

Castilla y León ha desprotegido varios hábitats del urogallo cantábrico para construir un parque eólico de 100 kilómetros de longitud en la montaña leonesa.

, León
06/09/10 · 8:00
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La montaña leonesa se verá afectada por la instalación de decenas de aerogeneradores. / David Fernández.

Más de 100 kilómetros de molinos coronarán la montaña occidental leonesa. Los parques eólicos en esta región amenazan al urogallo cántabro  una especie con la máxima protección, en peligro de extinción, que no ha conseguido frenar el negocio de los aerogeneradores.

Cuando la Junta de Castilla y
León elaboró el Plan para la Recuperación
del Urogallo Cantábrico,
en enero de 2009, dejó fuera áreas
que forman parte del hábitat de este
ave protegida. En esas zonas que la
 Junta no incluyó, el Gobierno de
Castilla y León ya había proyectado
varios parques eólicos. Empresas
participadas por Endesa, Unión
Fenosa e Iberdrola, entre otras, y el
conocido empresario leonés Manuel
 Lamelas, presidente de la
Cámara de Comercio de León, ya se
 habían repartido las montañas de la
zona para el negocio de los molinos.

Argucias legales

El proyecto del parque eólico se ha
gestado, además, con artimañas legales.
Para conseguir que el proyecto
pase los trámites de aprobación
de impacto ambiental, el macroparque,
 técnicamente, se ha convertido
en varios parques pequeños. El impacto
ambiental
se ha estudiado ‘a
trozos’ y no en su conjunto. De paso,
incluso se han fraccionado los
elementos de infraestructura necesaria
para ponerlo en marcha: las
pistas, las subestaciones, las líneas
de evacuación, etc. El fraccionamiento
sirve a los promotores para
poder multiplicar el cobro de subvenciones.

Los proyectos de una potencia
superior a 50 MW no pueden
acogerse a las primas por producción
en régimen especial. Por eso se
han fraccionado en proyectos pequeños
que no superan los 50 MW.
Es decir, si un proyecto de 900 MW
lo dividen en 18 de 50 MW, pasan
de no obtener subvención a cobrarla
18 veces. Las organizaciones que
se oponen al macroparque eólico
van a solicitar al Tribunal de Cuentas
Europeo que fiscalice los fondos
que la Junta de Castilla y León ha
destinado a estos proyectos. Por si
esto fuera poco, los molinos van a
atravesar la montaña leonesa occidental
en zonas declaradas Lugar
de Interés Comunitario, Zona
Especial de Protección de Aves, y
por varios parques naturales
incluidos
en la Red Natura 2000, en la
Reserva de la Biosfera y en zonas
de recuperación del oso pardo.

El sur de la comarca de Omaña
y el norte de Cepeda, en León, son
las zonas donde el urogallo corre
más riesgo, junto a otras zonas de
la montaña leonesa, debido al impacto
de los molinos, ya que han
quedado fuera del plan de protección
de esta ave, aunque la Administración
autonómica procede
al marcaje y recogida de huevos
de urogallo todos los años. El impacto
del parque eólico
también
 repercutirá en la fauna de la montaña
palentina.

Un grave impacto

 Sobre el impacto de los aerogeneradores
en estas aves en peligro
de extinción, existen precedentes
 en Europa
. En Suiza, por ejemplo,
ha desaparecido la mejor población
alpina de gallo lira (pariente cercano
del urogallo) tras la instalación
de un parque eólico. Por eso, ningún
país europeo con poblaciones
amenazadas de urogallo plantea la
instalación de parques eólicos en el
hábitat de esta especie, según señalan
los grupos conservacionistas.
Más de diez organizaciones ecologistas
y conservacionistas, como
Asociación para el Estudio y Protección
de la Naturaleza URZ, la
Plataforma por la Racionalización
de la Energía Eólica en la Montaña
Occidental Leonesa, la Sociedad
Española de Ornitología y Ecologistas
en Acción, entre otras, hace
tiempo que denuncian las consecuencias
del macroparque eólico en
las montañas leonesas. También
señalan la ilegalidad del fraccionamiento
del proyecto y que la práctica
que han llevado a cabo las empresas
concesionarias del parque
eólico es un fraude de ley.

La UE ha obligado a la Junta de
Castilla y León a incluir en el Plan
de Conservación del urogallo cantábrico

 zonas afectadas por el parque
eólico. También el Tribunal Superior
de Justicia de Castilla y León se
ha pronunciado en contra de la mayoría
de los pequeños parques en
los que se ha subdividido el macroproyecto.
Sin embargo, las obras de
algunos miniparques eólicos ya están
en marcha, a pesar de las sentencias
en contra de los tribunales.

Incluso las empresas concesionarias
no han respetado el período de
cría del urogallo, como marca la Ley
de Patrimonio Natural
, que prohíbe
 la actividad entre el 15 de diciembre
 y el 31 de julio, período de
celo y reproducción del urogallo
cantábrico. Las promotoras se justifican
argumentando que sólo han
realizado trabajos de conservación
e insisten en la importancia del parque
eólico porque crearán puestos
de trabajo. Sin embargo, según las
organizaciones conservacionistas,
las piezas de los  se fabrican fuera, el personal que
instala los molinos tampoco es de
la zona y se regulan desde un centro
de control en Toledo. La Junta
 de Castilla y León ha actuado de
forma parecida en la Ciudad del
Medio Ambiente o San Glorio, entre
otros, declarados de “interés regional”
,
gracias a la modificación
de la Ley de Ordenación del Territorio
para ‘blindar’ las obras que
chocan con la protección del medio
ambiente, sin posibilidad de ir
a los tribunales. En el caso del parque
eólico de la montaña leonesa,
la Junta ha excluido de la protección
zonas de vital importancia del
urogallo cantábrico.

Organizaciones ecologistas denuncian
 que los promotores siguen
con las obras para tratar de finalizar
los proyectos y justificar inversiones
millonarias antes de que
lleguen más sentencias en contra.

 

Un ave rara según el 'Libro rojo'

Habita en los bosques fríos de Europa y en Siberia. En las montañas meridionales,como los Alpes, los Pirineos y la Cordillera Cantábrica.En el Estado español, los urogallos sufren una
constante regresión debido a la reducción de su hábitat y a la caza furtiva.

La subespecie cantábrica, tetrao urogallus cantabricus,
está catalogada en peligro de extinción
en el Libro rojo de las aves y en el Catálogo nacional
de especies amenazadas. Esta ave cuenta con un colorido
y tamaño propio, considerada la subespecie más arcaica dentro
de la familia del urogallo. La Universidad de León lo califica como
"una reliquia del más alto valor en términos de biodiversidad".

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