ITOIZ :
Un pantano, cuatro años, dos mil terremotos

Texto de Edurne Elizondo

17/04/08 · 0:00
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Texto de Edurne Elizondo

Los vecinos de Aoiz viven mirando
a una pared. La de Itoiz. Esperando
que no ceda. Esperando
que el agua no la sobrepase. Esperando
que los casi 2.000 terremotos
registrados en la zona desde
que el agua empezó a subir en el
pantano no acaben con la obra.
Esperando que la obra no acabe
con sus vidas. Muchos no han podido
aguantar la tensión, y el miedo
les ha obligado a empezar de
cero en otro lugar. Donde el suelo
no se mueva bajo sus pies.
Los vecinos de Aoiz, muchos de
ellos, hoy viven con miedo. Más
aún desde que las lluvias de marzo
elevaron el nivel del agua a su
cota máxima, a la de 586 metros.
El pantano está así al 95% de su
capacidad. El 5% restante es el
margen que la Confederación Hidrográfica
del Ebro ha establecido
para hacer frente a "posibles situaciones
extraordinarias". El nivel
actual se mantendrá durante varias
semanas para, dentro de dos
meses aproximadamente, y en dos
fases, volver a bajar a la cota 536.

Para los opositores al proyecto, la
destrucción de los pueblos en 2003
significó un antes y un después en
los más de 20 años de lucha contra
una infraestructura planificada en
el Franquismo. Pero no ha sido el
único punto de inflexión. Ya lo fue
antes el corte de cables de la obra de
Solidarios con Itoiz que en 1996 paralizó
los trabajos durante nueve
meses. Y ahora, el antes y el después
lo marcan los terremotos que sacuden
el suelo de Itoiz.

Aunque los promotores del proyecto
lo negaron al principio, la
realidad no ha hecho más que dar
la razón a los vecinos y expertos
que han alertado durantes los últimos
años del riesgo de deslizamiento
de la ladera izquierda de
Itoiz. Lo dijo el ingeniero y geólogo
Arturo Rebollo primero. Lo
han dicho el geólogo Antonio
Casas y otras personas expertas
después. La ladera izquierda se
está moviendo. Unos pocos milímetros
al año, pero sin parar. Los
responsables de la Confederación
Hidrográfica del Ebro se rieron al
principio de los ruidos que los vecinos
de Aoiz decían oír. Negaron
la relación que el llenado del pantano
pudiera tener con los terremotos.
Pero han tenido que rectificar.

El propio Ministerio de Medio
Ambiente ha pedido nuevos
informes y estudios.
Expertos como Casas no se cansan
de repetirlo: el peligro de una
ladera inestable no hace sino acrecentarse
con los terremotos. Y el
momento de más riesgo, según
ellos, no es cuando el agua está a
cota máxima, sino cuando se empiece
a vaciar. Cuando el agua que
ha estado sujetando la base de la ladera
deje de hacerlo. Por eso, los
que durante más de 20 años lucharon
contra una pared piden ahora
que el agua no la vuelva a tocar.

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