Se están escuchando numerosas
declaraciones de políticos
bienintencionados (u oportunistas),
que reclaman la condonación
de la deuda externa haitiana.
Incluso el PP registró el
pasado 26 de enero una proposición
no de ley en el Congreso
con este propósito. Esta petición
se suma a la que ya hicieron
IU, ERC e ICV. Sin embargo,
no debemos perder la perspectiva
más amplia de la situación
de expolio que esconde la
deuda de Haití.
Se están escuchando numerosas
declaraciones de políticos
bienintencionados (u oportunistas),
que reclaman la condonación
de la deuda externa haitiana.
Incluso el PP registró el
pasado 26 de enero una proposición
no de ley en el Congreso
con este propósito. Esta petición
se suma a la que ya hicieron
IU, ERC e ICV. Sin embargo,
no debemos perder la perspectiva
más amplia de la situación
de expolio que esconde la
deuda de Haití.
La mayor parte de las declaraciones
obvian que la deuda haitiana
es ilegítima. Los movimientos
sociales que reclamamos
la abolición de la deuda
entendemos por deuda ilegítima
aquella contraída no para beneficiar
a la población, sino para
servir a intereses privados... o
de dictadores. El origen de la
deuda externa haitiana se
remonta a 1825, 25 años después
de que el país consiguiera
su independencia de Francia.
La ex metrópoli impuso una
deuda equivalente a unos
21.000 millones de dólares
actuales “para indemnizar a los
antiguos colonos”. Durante más
de un siglo estuvieron pagándola,
sin lograr devolverla por
completo. Esta cantidad expoliada
año a año, le sirvió a
Francia de puerta de entrada al
neocolonialismo. Es, por tanto,
una deuda ilegítima.
El segundo gran endeudamiento
haitiano es, a todas luces, una
“deuda de dictadores”, puesto
que tiene lugar durante el mandato
de los sanguinarios Duvalier
(1957-1986). En esos años,
la deuda se multiplicó por 17,5.
Alcanzó los 750 millones de
dólares. “Sospechosamente”, la
fortuna de la familia Duvalier
aumentó en ese periodo hasta
los 900 millones.
En la actualidad, según el FMI,
la deuda haitiana con instituciones
financieras multilaterales
alcanza los 677 millones de
dólares. La mayor parte de ella
la tiene contraída con el BID
(417 millones) y con el propio
FMI (165,6 millones). Ambas
instituciones han anunciado
cancelaciones que son engañosas.
El FMI, por ejemplo, ha
adelantado 65 millones de los
que ya Haití tenía adjudicados.
No tendrá intereses... hasta
2012. Entonces empezarán a
contabilizar hasta la devolución
del préstamo, que vence en
diez años.
También hay que mirar con lupa
las posibles cancelaciones del
Estado español. Recordamos
que el 8 de julio de 2009 representantes
de los países acreedores
del Club de París acordaron
la anulación de la totalidad
de la deuda de Haití, que
ascendía a 62,73 millones de
dólares. Todavía no se ha ejecutado
dicha cancelación.
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