Treinta y dos activistas se han encerrado en una sede socialista para denunciar la actitud del Gobierno de Zapatero con la matanza de saharauis por parte de fuerzas armadas marroquíes. Si la policía no desaloja esta protesta, tienen prevista su finalización minutos antes de que comience la marcha anual en defensa de la autodeterminación del pueblo saharaui.
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Con la cabeza agachada y con el DNI por delante, llegaba sobre las 11.30 de la noche un integrante del PSOE del madrileño barrio de Arganzuela. Y es que, para poder entrar en la sede de su partido, tuvo que identificarse ante tres antidisturbios que custodiaban la entrada. En su interior, había 32 activistas pro saharuis que denunciaban la complicidad del PSOE con las actuaciones de las fuerzas armadas marroquíes en el Aaiún. Además tuvo que escuchar los gritos de otra treintena de personas que desde fuera apoyaban la protesta.
Los activistas habían entrado en la sede socialista unas tres horas antes, hacia las 20 horas, para denunciar la actitud del Gobierno de Zapatero. Esa misma mañana, la ministra de Asuntos Exteriores no había querido condenar la matanza de saharauis, "hasta tener la información real" de lo sucedido en el desalojo del campamento Agdaym Izik. Hasta el momento, la cifra de fallecidos saharauis podría llegar hasta la centena, según la organización en defensa de los derechos humanos Thawra.
Los ciudadanos que se han encerrado en esta sede socialista han anunciado que no la abandonaran hasta minutos antes de que empiece la manifestación anual por la autodeterminación del pueblo saharaui. Una manifestación que sus organizadores esperan que congregue a unas 15.000 personas, provenientes de diferentes puntos del Estado ya han confirmado su asistencia en más de 100 autobuses.
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