RUSIA // BOSQUE UTRISH, EL FUTURO HOLLYWOOD RUSO
El octavo palacio de Putin, en un monte protegido

Vladimir Putin quiere construirse su octava mansión en un espacio protegido en la costa rusa junto a los palacetes previstos para otros políticos y magnates de la federación.

18/07/11 · 8:00
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CHINEBRO. Una de las especies centenarias amenazadas por el proyecto de Putin. (Foto: Eloy Fontán)

En el bosque Utrish, situado a orillas
del Mar Negro en la provincia
rusa de Krasnodar, uno de los ecosistemas
más protegidos del país,
pretende construirse una gran
mansión el expresidente ruso,
Vladimir Putin,
otra más, que se suma
a las siete que ya posee.

El palacete se enclavará dentro de
un complejo de lujo con entrada para
yates, tres helipuertos y otras suntuosas
viviendas para magnates y políticos
rusos. La macrourbanización
se ha diseñado en el extremo sur de
la federación rusa, en uno de los
montes de la costa del Mar Negro
que alberga diversas especies protegidas,
muchas incluidas en el Libro
Rojo de Especies Amenazadas.

Hace unos años se filtró a los medios
de comunicación que la Fundación
rusa DAR, que ya había colaborado
en la construcción de alguno de
los palacetes de Putin, iba a participar
en la urbanización del bosque
Utrish.
La Fundación Dar cuenta con
una constructora, del mismo nombre,
tras la cual se esconde un entramado
de empresas en las que hay
otras empresas como la corporación
de energía rusa Gazprom, cuyos responsables
son compañeros de pupitre
del actual presidente de Rusia,
Dmitri Medvedev, entre otros.

Zona protegida

En el bosque Utrish existen varias
figuras de protección. Entre esas
especies se encuentra el chinebro
[enebro centenario] representado
aquí por tres subespecies, todas
ellas protegidas y que alcanzan 20
metros de altura y forman agrupaciones
boscosas. En el corazón de
este espacio natural se encuentran
también tres lagunas semisaladas,
que junto a los chinebros y los pistacheros
son las peculiaridades que
atraen a muchos científicos. Hace
40 años se alzaron las primeras voces
de expertos a favor del zapovednik,
una figura de protección
para este paraje. En 1989 se decidió
aplicar al bosque de Utrish la
máxima protección y se restringieron
las visitas.
Pero por falta de presupuesto
el proyecto quedó abandonado
hasta el año 2001, después,
el Gobierno federal decidió tomar
medidas y fijó 2007 como fecha para
la protección total de este bosque,
pero eso no se llevó a cabo, y
hoy existe en este territorio una
protección más blanda que permite
la caza y el turismo.

Fue en noviembre
de 2008 cuando empezaron las
obras de un camino que parte de la
única pista de acceso, desde la zona
donde se une Utrish alto y Utrish
bajo al centro del parque. Los grupos
ecologistas y amantes de la naturaleza
lograron entonces parar
las máquinas
y después, la Administración
reconoció que las obras
habían comenzado de manera ilegal
y la promotora de la obra y la
Fundación DAR fueron multadas.

Un complejo urbanístico

En este monte público, esa fundación
filantrópica quiere además
construir un centro deportivo de
élite,
para lo que ha arrendado durante
49 años dos sectores del bosque,
precisamente en la zona con
más riqueza natural, donde se sitúan
las salinas y las especies endémicas
y donde el microclima es
más acusado. Mientras, los responsables
del parque natural niegan
que esa información sea cierta
y los políticos locales siguen empujando
para la construcción del
centro deportivo.

Por su parte, los grupos ecologistas
han peleado durante años para
conseguir el estatus de zapovednik
[protección total]
que impediría cualquier
actuación agresiva y, aunque
la situación ha estado dos años estancada,
la máxima protección de
Utrish ha entrado en vigor, este año,
el 10 de junio. Para la población local
el zapovednik ha sido un duro golpe:
la zona protegida queda fuera de la
explotación pesquera, turística, forestal
y de cualquier otro uso. Además,
la comunicación por la playa
entre Utrish alto y Utrish bajo ha
quedado cortada y los barcos tienen
que alejarse dos millas de la costa.
Pero la construcción del complejo de
lujo,con un majestuoso chalé para
Putin, aún amenaza la zona.
Si se
construye la macrourbanización, con
varias carreteras, políticos y empresarios
tendrán su paraíso particular.

Más información:

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