Teresa Galindo y Miguel Ángel Ferris
Impulsores de rutas contra la mala gestión en Valencia
“Nuestras denuncias han impedido la usurpación de suelo público”

La Ruta del Despilfarro muestra la otra cara de Valencia. El impacto de este proyecto activista y comunicativo ha llegado al Ayuntamiento del PP, que critica la ruta y a sus dos principales promotores.

02/04/13 · 10:23
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VALENCIA. Galindo, a la izquierda, y Ferris con una participante de la ruta Multicultural. / Mercedes Grau

Miguel Ángel Ferris, profesor con 25 años de experiencia en la enseñanza pública y 35 en movimientos sociales, regresó “del exilio”, como él dice, en 2012 a Valencia con ganas de retomar el activismo. Teresa Galindo, nacida en Bogotá, Colombia, vive en Valencia desde 2000. Con 20 años de experiencia como periodista y tres como mediadora intercultural, en el año 2006 impulsó una iniciativa periodística pionera en la ciudad: Xarxa Urbana, un periódico “vecinal, intercultural y participativo” en el que tenían especial cabida las voces migrantes y que tuvo que cerrar en 2009 debido a la crisis del sector editorial y publicitario y al debilitamiento financiero del tejido asociativo que apoyaba la iniciativa. Juntos han promovido la Ruta del Despil­farro, un trabajo sin ánimo de lucro para mostrar los “agujeros negros” de la ciudad a viajeros y curiosos.

¿Cómo surge la idea de crear la Ruta del Despilfarro?

Teresa Galindo: El 15M nos sirvió como antesala a su desarrollo. Las diversas propuestas de este movimiento nos hicieron pensar que era necesario ofrecer a la ciudadanía otro tipo de información para crear conciencia sobre la dimensión de la crisis/estafa. Y en Valencia coincidía todo: uno de los niveles de endeudamiento público más altos del país, corrupción política, despilfarro y mala gestión del dinero público, inversiones millonarias para beneficio de unos pocos, y manipulación mediática entre muchos otros problemas…

"Las diversas propuestas del 15M nos hicieron pensar que era necesario ofrecer a la ciudadanía otro tipo de información para crear conciencia sobre la dimensión de la crisis/estafa. Y en Valencia coincidía todo" Un día, casi como en broma, pero con una preocupación social muy seria, nos propusimos diseñar un recorrido que pasara por los principales “agujeros negros” de la corrupción y del despilfarro que han protagonizado los políticos del PP de la Comunidad Valenciana, en el poder durante más de dos décadas. Así empezamos a documentar cada punto y tuvimos que descartar muchos antes de decidirnos por los 15 que denominamos “agujeros negros”. Cuando ya teníamos lista la ruta, una amiga nos envió un artículo sobre el Corrupt Tour de Praga y nos pareció que íbamos en la dirección adecuada.

¿Por qué habéis puesto en marcha más rutas ciudadanas como la Ruta Multicultural?

La singularidad y la fuerza vivencial e informativa de la primera ruta: la del Despilfarro y de la Corrupción, a la que acudieron medios de comunicación de diversas latitudes, nos hizo dimensionar la importancia de analizar los contenidos informativos para que la ciudadanía pueda reflexionar y ver en su conjunto el origen de los problemas que hoy tienen millones de personas. Lo que ha pasado en Valencia es tan gordo y hay tantos temas por abordar que vimos que se podrían tratar de forma temática, y por ello, además de la Ruta del Despilfarro, han surgido otras rutas como la Ruta del Abandono Cultural y Patrimonial, la ruta de la Cara Oculta del Centro Histórico, la Ruta por la Educación Pública, la Ruta Valencia Multicultural, y estamos diseñando la Ruta Valencia en Positivo, que se inaugurará en pocas semanas. Como colectivo de periodismo crítico Xarxa Urbana, estas rutas suponen para nosotros un avance en nuestra labor y compromiso social.

¿Cómo resumiríais los logros conseguidos a lo largo de este año?

Miguel Ángel Ferris: Los habitantes de Valencia, sus nuevos residentes e incluso los turistas ocasionales, todos tenemos derecho a conocer de primera mano los “puntos negros” de la ciudad por los que se han esfumado millones de euros. Esta situación contrasta con la falta de inversiones públicas para cubrir servicios esenciales como educación, vivienda y salud. Esta situación es fruto del saqueo sistemático de las finanzas, la liquidación de los servicios públicos para su inmediata privatización, la generalización de la corrupción institucional, así como la dejadez y la mala gestión de nuestro importante patrimonio cultural y arquitectónico. Reflexionar sobre ello y conectar a los ciudadanos en una ruta donde pueden establecer sinergias, conocerse y reflexionar sobre los cambios necesarios que requerimos, es de por sí un logro al que se suma la participación de asociaciones, de ciudadanos anónimos y entidades de diversa índole y filosofía.

Todos tenemos derecho a conocer de primera mano los “puntos negros” de la ciudad por los que se han esfumado millones de euros En otro orden de cosas, hemos conseguido romper el cerco mediático que existe en Valencia respecto a los temas que perjudican a las élites corruptas, a través de multitud de televisiones extranjeras y La Sexta. Nuestras rutas son seguidas de cerca por los poderes políticos y nuestras denuncias han impedido la usurpación de suelo escolar público para su privatización, el reinicio de obras de rehabilitación de patrimonio público, la mejora de accesos a bienes de interés local y, sobre todo, romper el silencio y la complicidad mediáticos.

¿Qué críticas habéis recibido?

M.A.: Realmente, al igual que pasó con Xarxa Urbana, no hemos recibido críticas mínimamente coherentes. El periódico ABC, vocero de lo más ultramontano del PP, nos ha estado acusando de una suma de barbaridades que se le han vuelto en su contra. Igual que le pasó a Rita Barberá cuando nos acusó de ser “un montaje de Compromís” y de cobrar por desviar el turismo de Valencia hacia otros países, a raíz de la emisión del reportaje de la BBC sobre la Crisis en España, que tuvo más de dos millones de visitas y en el que se reflejaba nuestro trabajo periodístico.

¿Qué tipo de viajeros participa en las rutas? ¿Se consigue llegar a un público votante del PP?

T.G.: El público que viene es muy variado: desde abuelos republicanos que han luchado por conquistar la democracia y se sienten hoy impotentes frente a las medidas represivas e impopulares, hasta jóvenes universitarios que vienen en grupo para vivir en una mañana de sábado una propuesta novedosa que se filtra por las redes sociales. También participan personas que buscan trabajo y no lo encuentran; extranjeros que quieren conocer otra versión de la ciudad distinta a la que se vende en los recorridos turísticos; profesores que con sus alumnos buscan otra forma de acercarse a la realidad; periodistas extranjeros que vienen a comprobar “in situ” por qué Valencia es la ciudad de la corrupción y el despilfarro más conocida en los últimos años. Vienen también fotógrafos amateur que quieren tener un buen conjunto visual para hacer un reportaje, etc.
 

Ciudad de las Artes y las Ciencias

Se puso en marcha a principios de los ‘90, durante el gobierno socialista, con un coste inicial previsto de 175 millones de euros. El PP tachó el proyecto de faraónico, hasta ganar las elecciones en 1995. Luego, modificó y amplió el presupuesto hasta 1.300 millones de euros, de los que se deben todavía 750. Entre las irregularidades, se han confirmado la adjudicación de obras sin el correspondiente concurso público y el pago de desorbitados sobrecostes por los que el arquitecto Calatrava se embolsó más de 90 millones. Sólo el Oceanográfico ha resultado rentable. En la actualidad, se está preparando la privatización total del famoso complejo.

Visita del papa en 2006

No hay datos exactos de lo que costó la visita de Benedicto XVI a Valencia porque la Generalitat no los proporciona. Sólo la cobertura realizada por Radio Televisión Valenciana costó más de 11 millones, según revelan las facturas y los contratos que tiene en su poder el TSJ de Madrid, que investiga una serie de irregularidades en la contratación, como la que benefició con tres millones a la  trama Gürtel. Asimismo, se hicieron numerosos gastos superfluos, como construir un altar climatizado de 600.000 euros para luego desmontarlo, instalar más de 400 fuentes y mil baños y 40 pantallas gigantes por toda la ciudad.

 

La Copa América

La Marina Real Juan Carlos I fue el enorme espacio del puerto de Valencia en el que se invirtieron más de 300 millones de fondos públicos para realizar la Copa América de Vela y poner a Valencia en el mapa internacional del turismo náutico de élite. Entre las construcciones realizadas, se cuentan 800 aparcamientos subterráneos, más de 900 amarres de un puerto deportivo y doce modernos edificios (ahora vacíos) construidos al lado de los Tinglados modernistas (bienes históricos que se caen por falta de mantenimiento) para servir de base a los equipos participantes.

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