PRÓXIMA LEGISLATURA : LOS COLECTIVOS SOCIALES AUGURAN QUE LOS RESULTADOS PROVOCARÁN UN GIRO A LA DERECHA
Los movimientos frente a la derechización

Activistas del movimiento
por el derecho a la vivienda,
el ecologismo, el feminismo
y los derechos humanos
interpretan el escenario
resultante de las elecciones
generales desde el prisma
de su lucha y los retos para
la próxima legislatura.

20/03/08 · 0:00
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MADRID, 1 DE MARZO. Las manifestaciones por el derecho a la vivienda juntaron a 4.000 personas por el centro de Madrid / Edu León

Con más del 80% de voto concentrado
en los dos partidos mayoritarios,
el resultado de las elecciones generales
ilustra la consolidación del bipartidismo
en el sistema político español,
una realidad que se viene
afianzando desde la Transición. Un
bipartidismo que deviene monopartidismo,
ya que, como señalan diversas
voces, el PSOE ha pasado a monopolizar
el espacio de la izquierda
parlamentaria. Las razones son diversas:
de un lado, el ‘voto útil’, marcado
por el miedo “a que vuelva el
PP”, que el PSOE ha azuzado y rentabilizado
en la campaña. Del otro,
una ley electoral que favorece a los
grandes partidos y a las formaciones
concentradas en un territorio.
De fondo, el estrepitoso declive de
Izquierda Unida que no se explica
únicamente por la Ley d’Hondt. La
abstención crítica, enraizada en el
descontento de la izquierda y en la
no representación de la izquierda
abertzale tras su ilegalización, dista
de ser representativa.

En cuanto al escenario resultante,
activistas de diversos movimientos
sociales hablan de la creciente derechización
del panorama político y
de las pocas diferencias entre PP y
PSOE en cuanto a políticas económicas,
medioambientales, igualdad
de género real, noción de Estado,
derechos humanos... La agenda de
los movimientos sociales no parece
caber en la de los partidos.


VIVIENDA

Alda Colau (V de Vivienda - Barcelona)

La victoria socialista plantea en
materia de vivienda un escenario
parecido al de la legislatura anterior.
La mala noticia es que el
PSOE ya ha demostrado que no
tiene intención de enfrentarse a
los grandes intereses financieros
ligados al mercado de la vivienda
y aún lo estará menos si finalmente
pacta con CiU. La buena noticia
es que el mismo PSOE, por el electorado
del que depende, no puede
mostrarse insensible a las demandas
sociales. Así, hemos visto cómo
en los dos últimos años las movilizaciones
masivas por el derecho
a la vivienda han obligado a
los socialistas a empezar a proponer
medidas.
Estas actuaciones han sido en el
mejor de los casos insuficientes,
en la mayor parte continuistas y
cómplices del sector constructor y
financiero: construir un millón y
medio de VPO en lugar de obligar
a las más de tres millones de viviendas
vacías a cumplir su función
social o la “renta de emancipación”
de 210 euros, que irá a engrosar
las cuentas de los propietarios
en lugar de regular el mercado
de alquiler para garantizar una
oferta masiva, accesible y estable.
En varios países europeos multan
y expropian pisos vacíos o regulan
el precio de los alquileres. La
clave seguirá siendo la misma:
avanzar en derechos sociales como
el de la vivienda no estará en
manos de ningún partido, sino de
que la sociedad civil decida ser
protagonista y se movilice para
hacer efectivos sus derechos.


ECOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE

Luis González (Ecologistas en Acción)

Definitivamente las elecciones han
arrojado un mal resultado: el PP ha
subido con una campaña de claros
tintes fascistas, y hemos avanzado
hacia el bipartidismo entre dos
propuestas iguales en el fondo.
Con el derrumbe de IU y del resto
de la izquierda parlamentaria,
el PSOE es muy posible que pacte
con los nacionalismos de derechas
para gobernar durante el próximo
cuatrienio. Sin duda es una mala
noticia que reforzará las políticas
más desarrollistas frente al necesario
decrecimiento.
Por ejemplo el PEIT, con su
apuesta por las autovías y el AVE,
tendrá eco en CiU y el PNV, como
lo atestigua la ‘Y vasca’. En política
hidráulica es previsible que ganen
más peso las políticas de aumento
de la oferta. A nivel energético
ni el PSOE ni CiU ni el PNV
pasan de las palabras a los hechos
en la imprescindible reducción del
consumo energético.
Además las políticas neoliberal-
globalizadoras, con la defensa
de las transnacionales “españolas”
y la liberalización del comercio
internacional, seguirán
siendo norma. Todo ello va a redundar
en que no habrá una lucha
real contra el cambio climático,
y algo similar podemos decir
del resto de problemas ambientales
y sociales.

Pero el campo de juego no será
sólo el Parlamento. El especulador
Soros ya dijo que “la ciudadanía
vota cada cuatro años, pero los
mercados lo hacen todos los días”.
Y nuestras luchas también son todos
los días así que, en parte, de
nosotr@s depende qué políticas
terminen emergiendo del próximo
Gobierno.


MOVIMIENTO FEMINISTA

Justa Montero (Feminista)

El resultado de las elecciones deja,
desde mi punto de vista, un complicado
panorama. Más allá del alivio
que representa la derrota del PP, la
situación es preocupante, en primer
lugar por el mayor apoyo social
a un PP integrista y ultraconservador
que reflejan los resultados;
en segundo lugar por la menor
presencia de la izquierda más receptiva,
en términos generales, a
las propuestas de un feminismo independiente
y crítico. El bipartidismo
resultante simplifica la realidad
de la sociedad y augura una derechización
del panorama político,
que es una amenaza para las demandas
de los movimientos sociales
y del feminismo en particular.
Son muchas las exigencias feministas
pendientes que se tienen
que resolver en estos próximos
cuatro años. De entrada quiero
aclarar que para ello es necesario
que exista un compromiso claro y
una política decidida, y no declaraciones
de buenas intenciones,
de defensa de los derechos de las
mujeres. Esto es contradictorio
con realizar concesiones a quienes,
desde la judicatura, el empresariado,
la clase médica ¡y ni qué
decir de la jerarquía eclesiástica!
tratan de obstaculizar el desarrollo
de los derechos adquiridos y
frenar cualquier avance.

Las exigencias feministas chocan
con mantener los acuerdos
con la Santa Sede, con seguir financiando
a la Iglesia, con la ley
de Extranjería, con un “diálogo
social” que no ponga encima de
la mesa lo que establece la propia
ley de igualdad, en general
con una política que deja fuera
las necesidades y derechos de
muchas mujeres, de las trabajadoras
precarias, de las cuidadoras,
de las empleadas de hogar,
de las trabajadoras del sexo.
Otras cuestiones pendientes,
no resueltas en la anterior legislatura
y que requieren abordajes integrales
y urgentes son el aborto
y la violencia sexista. Dos temas
que dejan claro que las leyes vigentes
plantean serios problemas
y que éstos no se resuelven sólo
con leyes sino que requieren muchas
otras medidas (sociales,
educativas, económicas), y un
compromiso social real de respeto
a la libertad y autonomía
de las mujeres.


ORDENACIÓN DEL TERRITORIO

Juan Ibarrondo (Periodista y escritor)

Desde el punto de vista de la ordenación
del territorio hay límites
que no se pueden traspasar,
que quedan fuera del juego electoral,
como hemos visto con el
rechazo del Plan Ibarretxe o del
Estatuto catalán. El derecho a
decidir, el sujeto de decisión, sigue
residiendo en la nación española,
es decir en las élites que
gobiernan el chiringuito español.
Otra cosa es que la práctica social
del independentismo, o soberanismo,
sea tan pujante que obligue
al Estado a negociar. Desde mi punto
de vista eso sólo sería posible
desde un movimiento social fuerte
que, desde la izquierda sociológica,
seduzca a los sectores españolistas
del País Vasco o Cataluña conformando
mayorías incontestables. La
derecha regionalista ya ha demostrado
su incapacidad para hacerlo,
más atenta a sus intereses económicos
y partidistas.
Sin embargo, el fracaso del intento
de negociación de la izquierda
abertzale y ERC con el
PSOE, desde distintos parámetros,
da lugar al hundimiento
electoral de los catalanes y la ilegalización
de los vascos; también,
aparentemente, al fortalecimiento
de los socialistas.
Habrá que ver entonces cómo
reacciona el soberanismo en
Euskal Herria y Cataluña ante ese
fracaso. Mirando a una Europa en
pleno proceso de reestructuración
y a un Estado español anclado en
el más rancio españolismo.

Lo que nos preocupa
_ GERARDO MÁRQUEZ (COORDINADORA DE INMIGRANTES)

Desde la Coordinadora
de inmigrantes
de Málaga nos
preocupa que los partidos
mayoritarios se
refirieran a los inmigrantes
en clave de
expulsión, jactándose
de quién regularizó
menos y/o quién nos
visualizo con más
vehemencia únicamente
cómo fuerza de
trabajo. Que se nos
criminalice, que se
responsabilice a la
inmigración de las
deficiencias en la
seguridad social o la
educación.
Quieren que trabajemos
en las obras, que
cosechemos, que seamos
cuidadores y realicemos
aquellos trabajos
que los trabajadores
autóctonos han
abandonado. Y a la
vez que seamos invisibles,
fácilmente deportables,
sumisos, y no
tengamos derecho ni
a salud ni educación
ni vivienda, sin ningún
tipo de seguridad
social. Nos preocupa
que no se hable de
que han dejado sin
posibilidad de participación
a mas de un
10% de la población,
sabemos que sólo
podremos hablar de
integración con los
mismos derechos y
obligaciones.
Por todo esto, esperamos
que se nos escuche
y se nos de la
posibilidad de opinar y
participar, y
que el Gobierno
entrante rectifique sus
pasos, y cese en la
persecución a los
inmigrantes.

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Policía bueno y policía malo
_ JORGE DEL CURA (COORDINADORA CONTRA LA TORTURA)

Ambos partidos mayoritarios
han defendido, en
materia de represión, los
mismos métodos: mantenimiento
de la Ley de Partidos,
negativa a plantear
modificaciones en la legislación
antiterrorista (recomendaciones
del Comité
Europeo para la Prevención
de la Tortura y del
Comité Contra la Tortura
de la ONU), endurecimiento
y ampliación del Código
Penal... Es cierto que el
'talante' a la hora de plantear
estas cuestiones ha
sido diferente: mientras el
PSOE interpretaba el papel
del 'policía bueno', el PP
asumía el papel del 'policía
malo'. Pero, al mismo
tiempo, en ocasiones, los
responsables del PSOE
han 'presumido' de ser
'más malos' que los del
PP. Así Zapatero llegó a
manifestar su satisfacción
porque el actual Código
Penal, elaborado cuando
el PSOE gobernaba en
1995, era más duro que el
código penal franquista, o
porque, durante la última
tregua de ETA, su Gobierno
había acercado a menos
presos a Euskadi que el
Gobierno del PP durante la
tregua anterior… Los resultados
de las elecciones
del 9-M, y el análisis de la
campaña previa, no hacen
prever ningún avance para
los DD HH y en la lucha
contra la represión. Al contrario,
esta pretensión de
ser más duro que el otro
partido, de ser el «mayor
defensor de la tolerancia
cero», podría arrastrarnos
en una escalada de medidas
represivas y de violencia
institucional a cargo de
los futuros gobiernos.
Uno de los puntos básicos
que serán claves en la próxima
legislatura ya ha
sido avanzado, y es cómo
afrontar el aumento de las
legislaciones represivas y
criminalización de más y
nuevos sectores sociales.
Hasta la fecha nos hemos
topado con una falta de
voluntad política de poner
en marcha un mecanismo
realmente eficaz para prevenir
y ayudar a erradicar
la tortura en el Estado
español.

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