Las peleas sindicales en el interior de las empresas tienen a veces consecuencias surrealistas. Es el caso del Ayuntamiento de Granada, donde Jaime Gómez, técnico de Medio Ambiente afiliado a UGT, sindicato del que fue delegado de personal durante ocho años, ha denunciado a CGT por “la colocación de carteles publicitarios en lugares no autorizados para ello”, lo que ha dado lugar a una sanción de 150 euros al sindicato. Los carteles en cuestión llamaban a participar en la manifestación que CGT, junto a otras centrales sindicales y grupos del 15M, realizó el 31 de octubre de 2012 contra los recortes sociales y para animar a participar en la huelga general del 14N.

En Granada, como en otras muchas localidades, numerosas organizaciones sociales, empresas e individuos utilizan el espacio público, la calle, para difundir sus iniciativas o negocios. Al ser una ciudad universitaria, los anuncios de alquiler de habitaciones en papeleras, paredes o farolas son una estampa común, sin que los técnicos de Medio Ambiente se dediquen a aplicar literalmente la ordenanza de limpieza que prohibe estas prácticas. En las mismas fotos que acompañan la denuncia interpuesta por Gómez, a la que ha tenido acceso DIAGONAL, se observan, además de los carteles de CGT, otros carteles y anuncios. Contacta­dos por este periódico, otros grupos cuya firma aparece también en dichos carteles afirman no tener constancia de ninguna denuncia al respecto.

“Responden de esa forma”

Entonces, ¿por qué CGT recibe la sanción? Justo S. Fernández, delegado del sindicato en el Ayuntamiento, tiene claro que la denuncia “se enmarca en la guerra sucia contra CGT, responden de esa forma”. Según Fernández, CGT ha irrumpido con fuerza en el Ayuntamiento y UGT está perdiendo poder (en las últimas elecciones sindicales perdieron 200 votos). “Llevan años haciendo lo que les da la gana, no informan, negocian para conseguir liberados”, mientras que CGT “critica su actuación tanto en el Ayuntamiento como a nivel estatal”. En esa línea, “probablemente Gómez sea el que más ha atacado” a CGT, a través del ‘tablón’ electrónico interno donde los trabajadores exponen sus opiniones.
Gómez se defiende explicando a DIAGONAL que esa denuncia es una simple muestra de su trabajo “día tras día”, aunque “como profesional” no pueda mostrar si estas denuncias son comunes o no, ni si ha denunciado a otros colectivos. “Todos los ciudadanos tienen el deber de conocer las leyes”, concluye.
 

En la web de UGT Granada aparece una fotografía de Manuela Martínez, su secretaria general, pegando carteles en “lugares no autorizados” el mismo 31 de octubre En cuanto a UGT Granada, su responsable de Administración Local, Óscar Martínez, se niega a entrar en la cuestión, aclarando sólo que “es falso que haya una estrategia orquestada por UGT”. El caso es más curioso todavía si se tiene en cuenta que, en las mismas fechas, UGT Granada denunció a un policía municipal que les requisó unos panfletos, en aplicación de la misma ordenanza, durante una manifestación, lo que han señalado públicamente como “persecución policial”. Por otro lado, en la web de UGT Granada aparece una fotografía de Manuela Martínez, su secretaria general, pegando carteles en “lugares no autorizados” el mismo 31 de octubre, sin que ningún técnico de Medio Ambiente haya tomado cartas en el asunto. “Cada cual es libre de pegar carteles donde considere conveniente y de denunciar a quien quiera”, indica el responsable de Administración Local ugetista.

Fernández asegura que los servicios jurídicos de CGT recurrirán la sanción y están estudiando denunciar tanto al Ayuntamiento como a Gómez. Mientras tanto,
no parece buena noticia para unos movimientos sociales granadinos, ahogados con multas por valor de 50.000 euros, que ahora a los técnicos de Medio Ambiente les entre un exceso de celo contra todo cartel que vean en la calle.