EN VERANO LA QUEMA PARA RENOVAR LA TIERRA Y EL AFÁN DE GANAR TERRENOS PROVOCAN GRAVES DAÑOS
Más de 34.000 incendios han arrasado los bosques de Bolivia

La fuerte sequía y la
costumbre de quemar la
tierra, chaquear, han
provocado este año en
Bolivia más de 34.000
incendios con graves
consecuencias
ambientales, como la
pérdida de bosques.

19/10/10 · 8:00
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QUEMA DEL BOSQUE. Este verano en Bolivia se han quemado más de dos millones de hectáreas. / FOTO: Fernando Molina.

“Este podría ser el desastre forestal
de mayor trascendencia histórica
en Bolivia”, declaró el director de la
Autoridad de Control de Bosques y
Tierras de Bolivia, Cliver Rocha,
después de que ardieran en el país
andino más de dos millones de hectáreas
 (ha) este verano.

La NASA lo confirma. Una de las
fotos tomadas desde el espacio
muestra el territorio boliviano con
decenas de miles de puntos rojos.
Hasta 34.000 focos de calor convertidos
en incendios. Brasil, Chile, Argentina y Venezuela
mandaron equipos para ayudar
a extinguir los incendios, pero
hasta la llegada de las primeras lluvias,
en septiembre, los incendios
no empezaron a remitir.

Problemas para la salud

Pero el problema no se ha solucionado.
Una vez extinguido el fuego,
quedan flotando en el aire durante
mucho tiempo restos de la combustión,
y las partículas pasan del aire
al agua y a la tierra.
Antes, la densa nube de humo
provocó en las poblaciones cercanas
diversas reacciones en la piel,
conjuntivitis en los ojos e infecciones
respiratorias agudas y asma, entre
otras afecciones. A todo esto,
hay que sumar las graves consecuencias
que estos incendios generan
en Bolivia, decimoprimer país
en la lista mundial de países con
mayor biodiversidad.

“Cabe recordar que con cada árbol
que arde se pueden perder, al
menos, 500 especies, desde microorganismos
hasta aves que anidan
en ellos”, apunta Roger Carvajal,
portavoz de la Asociación Boliviana
para el Avance de la Ciencia. “El
90% de estos incendios forestales
han sido provocados por la actividad
humana
”, señala el director de
Recursos Forestales de Bolivia,
Jaime Villanueva.

En las zonas rurales es habitual
quemar una porción del bosque para
ampliar las zonas de cultivo o
quemar los pastizales para que los
brotes salgan con más fuerza y alimenten
mejor al ganado. En un año
muy seco como ha sido 2010 y con
fuertes vientos, los chaqueos derivan
en grandes incendios incontrolables.

Los responsables son pequeños
campesinos y ganaderos y
grandes empresarios agrícolas
.
La quema es parte de un sistema
de producción que no tiene en cuenta
el coste ambiental. “Es un modelo
depredador para lograr una expansión
agrícola” añade Rocha. Los
chaqueos realizados por grandes
productores de soja afectan especialmente.
Según el Sistema de Regulación
de Recursos Renovables,
la producción de soja y su creciente
demanda internacional está deforestando
25.000 hectáreas por año.
Casi tanto como se pierde en un año
‘normal’ de incendios.

Según publica la revista Hábitat,
editada por una red de 27 instituciones
ambientales de Bolivia, “la
expansión de la agroindustria
es la
principal causa de la desertificación
de suelos y del acelerado deterioro
de la vegetación”. A lo que
hay que sumar “los problemas de
degradación de los suelos causados
por sistemas de monocultivos,
que disminuyen la fertilidad de la
tierra”, argumenta la activista Apolonia
Rodríguez, perteneciente a la
asociación ecologista LIDEMA.
Y añade que en Bolivia “es muy
difícil hacer cumplir la normativa
ambiental a las grandes empresas
agrícolas, porque tienen mucha
influencia política y poder económico
para evitarlas”.

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