CIENTOS DE CIUDADANOS LLAMAN LA ATENCIÓN SOBRE LA COMPLICIDAD DE OCCIDENTE
Manifestaciones de congoleños y ruandeses en Europa contra las violaciones, masacres y saqueo de minerales

En los últimos años se han multiplicado las manifestaciones en Europa, sobre todo en Bélgica y Francia, de congoleños y ruandeses que piden justicia y el fin de la impunidad de las violaciones masivas de derechos humanos que se cometen en sus países.

07/10/11 · 18:00
Manifestación en Bruselas el 19 de febrero contra la visita de Paul Kagame, presidente de Ruanda, acusado de crímenes de lesa humanidad. / FOTO: José Lucas.

Las manifestaciones y protestas llevadas a cabo por ruandeses y congoleños se suceden en varias ciudades de Europa. Por citar sólo algunas, el pasado 6 de diciembre del 2010 se llevó a cabo una manifestación de congoleños y ruandeses en Bruselas contra la visita del presidente ruandés, Paul Kagame. Un mes después, en enero de 2011, otra manifestación, también en Bélgica, recordó el 50 aniversario de la muerte del líder congolés Patrice Lubumba; el 19 febrero y el 23 de abril del 2011 se sucedieron también las protestas de congoleños en París y Bruselas contra la visita de Joseph Kabila, a quien consideran un peón de Paul Kagame, actual presidente de Ruanda. La última, ha sido la manifestación del día 12 de septiembre donde congoleños y ruandeses se manifestaron juntos, de nuevo, contra la visita del presidente ruandés acusado del genocidio de miles de personas.

Las concentraciones, a pesar de que son las mayores, de las organizadas por africanos en suelo europeo, no han suscitado ningún interés en los medios de comunicación. Sin embargo, continúan proliferando a un ritmo cada vez mayor, especialmente desde que han salido los informes oficiales de la ONU que señalan al Gobierno ruandés como responsable de la inmensa mayoría de las masacres a gran escala en el Congo.

Protestas en África

Aunque este tipo de manifestaciones sería impensable que se realizasen ahora en Congo o Ruanda, debido a la fuerte represión existente, la población víctima de las masacres comienza, al menos en la República Democrática del Congo, a organizarse y de alguna forma a exigir justicia. En poblaciones como Makobola y otras, afectadas por las masacres, han empezado a formarse asociaciones y a erigir monumentos para conmemorar a las víctimas. Esto desde aquí puede parecer poco, pero hace sólo tres años el terror dominante impedía este tipo de actos.

La última manifestación en Europa congregó a unos 2.000 ruandeses y congoleños, convocados por distintas asociaciones de estos países y también por la española Plataforma basta de impunidad en Ruanda.Tuvo lugar el día 12 de septiembre de este año, coincidiendo con la visita del presidente Kagame a París, en un viaje que buscaba cerrar viejas heridas. En 2006, Ruanda rompió relaciones con Francia cuando un juez francés incriminó al ahora presidente ruandés, del atentado contra el avión que acabó con la vida de los presidentes de Ruanda y Burundi y que desencadenó el genocidio contra los tutsis de 1994. Por su parte, el régimen ruandés había acusado a Francia de complicidad en dicho genocidio.

Los intereses de Francia

El encuentro en París ha servido también a los intereses de ambos países: para Francia supone el acceso al uranio del este del Congo, administrado desde Ruanda, mientras que para el Congo significa un robustecimiento de un régimen que se encuentra en un periodo de creciente dificultad y con indicios de abandono del apoyo prestado por los países occidentales.

A ello ha contribuido, la salida del último informe Mapping de la ONU, de fecha 1 de octubre de 2010, donde se acusa al régimen ruandés de genocidio y donde se relatan multitud de masacres hacia las poblaciones civiles congoleñas: nande, hunde, tembo, etc, fundamentalmente entre 1998 y 2002, y hacia ruandeses hutus refugiados en la República Democrática del Congo en 1996 y 1997.

En el informe se pueden contar más de cincuenta masacres de más de un centenar de víctimas civiles cada una perpetradas por el ejército ruandés como tal o bajo las siglas de diferentes guerrillas congoleñas: AFDL. RCD, CNDP, etc. Dicho informe se basa entre otros, en datos tomados hace más de diez años y hasta hace un año inéditos, por el comisionado de la ONU, el chileno Roberto Garreton, antes de que su misión en el Congo fuese suspendida.

Todas las masacres continúan impunes porque la Corte Penal Internacional de la Haya sólo tiene competencias para juzgar la violación de derechos humanos hasta 2002 y por otra parte, no se ha creado ningún tribunal penal de la ONU específico para el Congo que pueda juzgar estas crímenes.

El informe Mapping de la ONU, no hace sino sumarse al auto de la Audiencia Nacional española que señala al régimen ruandés culpable de crímenes contra la humanidad y genocidio, a los tribunales franceses y, próximamente, a la resolución de la justicia sudafricana, país que ya ha retirado a su embajador en Ruanda, y que juzga al Gobierno ruandés por intento de asesinato de opositores ruandeses en suelo sudafricano.

Derechos humanos y recursos

Para entender la relación entre las masacres a la población civil o las violaciones masivas en el Congo, el control de los recursos mineros y el apoyo de las grandes potencias, habría que decir que el régimen ruandés actual fue elegido a principios de 1990 como gendarme de los intereses occidentales en el África Central y fue financiado para dotarse del mayor y más sofisticado ejército de la zona. Las dos invasiones del Congo que Ruanda llevó a cabo en 1996 y 1998, vendidas como guerras congoleñas de liberación, fueron apoyadas por EE UU, Gran Bretaña y Bélgica, con el objetivo de derrocar a los presidentes congoleños de turno para sustituirlos por otros de mayor garantía para los intereses de las multinacionales mineras occidentales.

El asesinato de Laurent Kabila en el 2001 y su sustitución por su hijo adoptivo, Joseph Kabila, supuso una ayuda para los objetivos de Ruanda y una garantía para los intereses de los países occidentales, aunque no significó el fin de la guerra que continuó por las intenciones de Ruanda de desestabilizar el este del Congo y bien apoderarse del esta zona o bien provocar la balcanización del Congo.

Dos formas de obtener el acceso a los ricos yacimientos del este del Congo: coltan, casiterita (estaño), oro, uranio, y diamantes. La demanda de una nueva delimitación de fronteras, fue exigida por el presidente ruandés en 1996; un nuevo acuerdo Berlín II, por el que Ruanda se extendería hacia el Congo y curiosamente englobaría a sus más importantes yacimientos minerales. La demanda fue inicialmente apoyada públicamente por los EE UU, aunque en los últimos tiempos parece que han dado marcha atrás.

Las acciones de Ruanda como instrumento de los intereses occidentales en la zona significaron para este país un manto de impunidad, silencio y manipulación de las denuncias, que durante más de diez años afectaron a tribunales de justicia internacional, prensa y a muchas ONG de derechos humanos. Eso fue aprovechado por Ruanda para llevar a cabo masacres y violaciones a gran escala que buscaban eliminar población hutu ruandesa refugiada y población del este del Congo que se oponía a su extensión territorial.

Tribunal Penal Internacional

La Fiscal en Jefe del Tribunal Penal de Rwanda (TPIR) dependiente de la ONU, Carla Del Ponte, realizaría unas declaraciones en marzo del 2008 que corroborarían estos extremos. Del Ponte reveló que el TPIR tenía pruebas que permitían inculpar a Paul Kagame por crímenes de guerra y genocidio, pero que no se abrió ningún proceso contra el por las fuertes presiones ejercidas por EE UU y Gran Bretaña.

El volumen de crímenes cometidos por el régimen de Paul Kagame ha sido de tal magnitud, que su ocultamiento ha resultado imposible y el apoyo a su régimen ha comenzado a ser incómodo en los últimos años. La posibilidad de una sustitución por alguien con un historial más limpio parece difícil, pues casi toda la estructura de mandos está incriminada. Además Kagame aún atesora un gran poder y cuenta con numerosos lobbys que le apoyan.

Más información manifestaciones

KAGAME FINANCIÓ A BUSH, McCAIN Y A LA ONG AFRICAN RIGHTS

El capital obtenido por el saqueo continuado de los minerales del Congo le ha permitido financiar parte de campañas electorales como las de Bush o la de McCain, crear ONG de derechos humanos, African Rights, y tambien financiar numerosas publicaciones y organizaciones que han tenido una gran influencia especialmente en sectores de la izquierda. Igualmente sigue teniendo en nómina a multitud de asesores, entre ellos exprimer ministro Tony Blair y un rosario de premios internacionales que van desde su nombramiento como embajador de Los Objetivos del Milenio hasta todo tipo de distinciones, incluida una como defensor de los derechos humanos.

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