ENTREVISTA: DAVID SANCHEZ, AREA DE AGRICULTURA Y ALIMENTACION DE AMIGOS DE LA TIERRA
“El lobby está dentro del Gobierno“

David Sánchez, cuya organización ha plantado cara
a la posición del Estado en repetidas ocasiones, nos
explica las razones del Gobierno español para
intentar bloquear un estudio sobre transgénicos.

22/01/09 · 0:00
Edición impresa



DIAGONAL: ¿Por qué España no
quiere que se evalúe el impacto socioeconómico
de los transgénicos?

DAVID SÁNCHEZ: El problema
es que España es el único que cultiva
transgénicos a gran escala. El
Gobierno intenta mantener los cultivos
transgénicos porque no suponen
un coste político grave. Si se investigan,
esto les llevará a reconocer
muchos impactos que se están
negando desde el Ministerio de Medio
Ambiente, Medio Rural y Marino.
Además, el Gobierno sigue al
pie de la letra lo que le mandan las
multinacionales en materia de
transgénicos. La ministra de Ciencia
e Innovación Cristina Garmendia
era la dueña de la empresa de
salud Asebio, que es el lobby de la
industria biotecnológica. Tenemos
al lobby de las multinacionales dentro
del Gobierno. Es mejor ocultar
los impactos.

D.: ¿Cuáles son los principales impactos
socioeconómicos que se pretenden
esconder?

D.S.: El principal es la contaminación
transgénica de maíz convencional.
Los agricultores cada vez tienen
menos opción para comprar semillas,
ya sólo se venden semillas
transgénicas que son más caras.
Esto genera conflictos en el campo,
pues un agricultor ecológico se ve
contaminado por cultivos transgénicos
y no sabe quién es el culpable
de la contaminación, pero sabe que
es alguno de sus vecinos agricultores.
Pero, ¿qué haces?, ¿denuncias
a uno de tus vecinos, con quien tomas
café todos los días?

D.: En el Estado español, ¿se está
cumpliendo la legislación europea
sobre transgénicos?

D.S.: La legislación de etiquetado
se cumple a medias. Hay muchos
productos que tienen niveles de
transgénicos pero no está indicado.
Además, no está etiquetada la
carne, la leche y los huevos que
proceden de animales que están
alimentados con piensos transgénicos,
que son casi todos. La ganadería
española se mantiene con
transgénicos. Por otro lado, no se
cumple la obligación de que haya
un registro público de campos
donde se cultivan transgénicos.
Aquí nadie sabe dónde se cultivan
transgénicos, ni siquiera el
Gobierno. El Gobierno da las cifras
a partir de las ventas de las
multinacionales. No hay control,
la situación es de caos absoluto.
Además, la legislación dice que si
un cultivo tiene más de un 0,9%
de transgénicos, tiene que estar
indicado. Así, los que tienen menos
niveles, no los podemos controlar,
es un agujero.

D.: En 2006 dos activistas antitransgénicos
fueron detenidos y puestos
a disposición judicial ¿Existe una
persecución estatal con todo el que
se opone a dichos cultivos?

D.S.: Hubo un momento de bastante
tensión en el que se persiguió
a activistas. Las protestas
contra los transgénicos molestan
mucho, porque el Gobierno intenta
que pasen desapercibidas
porque, si proliferan, éstas les
obligarían a actuar. Por nuestra
parte, estamos organizando una
manifestación estatal con todos
los colectivos de la Plataforma
Rural, el 18 de abril en Zaragoza,
un lugar muy simbólico. La manifestación
es “por una alimentación
y por una agricultura libre
de transgénicos”. Es la primera
de carácter estatal. Ese día irá
acompañado, además, de una semana
de lucha estatal descentralizada
contra los transgénicos.

Tags relacionados: Ecología Transgénicos
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