MICHAEL RATNER, PRESIDENTE DE LA ORGANIZACIÓN QUE COORDINA LA DEFENSA DE LOS PRESOS EN GUANTÁNAMO
“Llevar abogados a Guantánamo nos ha permitido liberar a más de 400 detenidos”

Michael Ratner es uno de los más prestigiosos abogados y un referente en el campo de los derechos humanos. Preside el Center for Constitutional Rights, organización que coordina la defensa de los detenidos en Guantánamo. En 2006 Ratner fue considerado por el National Law Journal como uno de los cien abogados más influyentes de EE UU. Es profesor de Derecho en Columbia y Yale, y autor de numerosos libros y artículos. Es copresentador del programa de radio Law and Disorder y escribe su propio blog (www.justleft.org), donde recoge su visión sobre asuntos esenciales para entender la realidad social estadounidense.

Texto de Carlos Martín Tornero

03/04/08 · 0:00
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CONTRACORRIENTE. La organización de Ratner pasó de ser criticada por “defender terroristas” a agrupar a cerca de 600 abogados en la defensa de los detenidos en Guantánamo / Jonathan McIntosh

DIAGONAL: Usted fue el primer
abogado en representar a detenidos
en Guantánamo. ¿Cómo cree que fue
esto percibido por sus colegas y por
la opinión pública tras el 11-S? ¿Cree
que la opinión de los ciudadanos estadounidenses
sobre Guantánamo
ha evolucionado desde entonces?

MICHAEL RATNER: No gustábamos
a la gente. Recibí más de 200
mensajes de odio durante las primeras
semanas de enero de 2002 cuando
empecé a representar a detenidos
de Guantánamo. Nos decían,
tanto al Centro para los Derechos
Constitucionales (CDC) como a mí,
que estábamos representando a terroristas
y que los terroristas no tenían
derechos. Simplemente debían
ser fusilados. Mis compañeros en el
CDC, por supuesto, estuvieron en su
lugar, pero dentro del sector profesional,
incluso en la izquierda, no pude
convencer a ningún abogado para
trabajar en el caso. La situación
ha evolucionado mucho. Ahora tenemos
a 600 abogados trabajando
con nosotros en los casos de Guantánamo,
somos “héroes de la ley”. La
opinión pública ha cambiado mucho,
especialmente los consejos editoriales
de los periódicos. Casi todos
piensan que Guantánamo es una
abominación y que los detenidos deben
tener derechos. En cuanto al público
en su conjunto, la opinión está
dividida y mucha gente cree que el
Gobierno está haciendo lo correcto
o por lo menos eso es lo que quieren
pensar.

D.: ¿Cuál ha sido la contribución del
CDC en relación con los casos de detenciones
ilegales de Guantánamo?
¿A cuántos prisioneros representan
y a cuántos otros han conseguido
asistencia legal?

M.R.: El Centro para los Derechos
Constitucionales desempeña un papel
de máxima relevancia en cuanto
a la representación de los detenidos
de Guantánamo. Empezamos proporcionándoles
asistencia legal y
ahora coordinamos todos los casos.
Formamos a los abogados, gestionamos
las listas confidenciales, litigamos
en los tribunales pero también
viajamos a Guantánamo. En total, el
CDC lleva aproximadamente cien
casos, actuando como letrado principal
en media docena. Encontramos
abogados para todos en Guantánamo.
Llevar abogados a la base de
Guantánamo frenó la peor tortura y
ha ayudado a liberar a más de 400
detenidos.

D.: ¿Piensa que las leyes que dan cobertura
a la “Guerra Global contra el
Terror” (la Ley Patriótica de 2001 o
la Ley de Comisiones Militares de
2006) colisionan con la Constitución
de EE UU?

M.R.: La Administración de Bush ha
acabado con derechos fundamentales
protegidos tanto por el Derecho
Internacional como por la Constitución
de EE UU. El derecho a no
ser detenido de forma arbitraria, a
no sufrir tortura desapariciones, a
no ser juzgado por tribunales especiales,
están todos garantizados por
la Constitución. Además el presidente
ha afirmado que no hay límites
a este poder y que se puede torturar
en nombre de la seguridad nacional,
lo que yo llamo el “argumento
Pinochet”. Bush dice que se puede
ignorar al Congreso, a los
tribunales y los tratados internacionales.
Sin duda, la Administración
de Bush ha destruido y violado derechos
fundamentales.

D.: El pasado mes de diciembre de
2007, el director de la CIA, Michael
Hayden, admitió que se habían destruido
grabaciones en las que aparecían
interrogatorios a miembros de
al-Qaeda. Además un ex agente de la
CIA, John Kiriakou, declaró que el
uso del ahogamiento simulado para
torturar a los sospechosos de terrorismo
contaba con la aprobación de
la Casa Blanca. ¿Es la tortura un secreto
a voces? ¿Hay conciencia social
al respecto?

M.R.: La tortura es un secreto a voces.
Peor que eso, en los informes de
la Administración de Bush se justifica
y se usan palabras que todo el
mundo reconoce como referidas al
empleo de la tortura: “técnicas de interrogación
reforzadas”, “interrogatorios
coercitivos”, etc. No hay duda
de que la tortura fue autorizada por
el mismo presidente. El “ahogamiento
simulado” es uno de los peores
ejemplos. Mucha gente quiere ignorar
el programa de torturas, algunos
lo justifican y dicen que nos hace estar
más seguros. Con todo, hay un
movimiento en EE UU para pararlo
y ese movimiento está creciendo.

D.: ¿Cuál sería la situación si el
Tribunal Supremo de Estados Unidos
concede el habeas corpus a los
prisioneros? ¿Es esto probable?
¿Conduciría al cierre de Guantánamo?

M.R.: Hay una buena oportunidad
de ganar en el Tribunal Supremo.
La mayor victoria sería el habeas
corpus y las vistas que seguirían en
un tribunal federal. Llegados a ese
punto la mayoría de los detenidos
de Guantánamo serían liberados.
La recomendación de Bush podría
ser incluso no pasar por los tribunales.
No poseen pruebas y las que
puedan tener son producto de la
tortura. No estoy seguro de que esto
signifique el fin de Guantánamo.
Está ahí por una razón y esa razón
no es obtener información. Está ahí
como un símbolo para el mundo
musulmán de lo que le puede pasar
a uno si se opone a EE UU. Guantánamo
es la venganza de un imperio
herido y en decadencia.

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