El 17 de diciembre, Aminatou Haidar terminaba su huelga de hambre. Marruecos cedía a sus peticiones y Haidar regresaba a El Aaiun, sin tener que claudicar ante Mohamed VI, y recuperaba su pasaporte. Pero, ¿qué se había negociado por detrás? El mismo 17 de diciembre España, Francia y EE UU alababan las condiciones “democráticas y aperturistas” del reino alauita y reconocían la legalidad marroquí en el Sáhara. Por su
parte, la Unión Europea se abstenía de firmar una condena ya pactada sobre la violación de los derechos humanos en Marruecos a la vez que anunciaba un nuevo acuerdo agrícola con la monarquía alauita.
“El Gobierno de Zapatero no ha podido
hacer nada, y por eso ha pedido
la intervención del secretario general
de la ONU, Ban Ki-moon, de Estados
Unidos y de Francia, y a veces ha presionado
al Polisario en lugar de a
Marruecos”, denunciaba Aminatou
Haidar desde El Aaiun, ciudad del
Sáhara Occidental ocupada militarmente
por Marruecos. El 17 de diciembre,
un día antes, había dado
por finalizada su huelga de hambre.
Un vuelo, una victoria personal y
una batalla ganada para la causa saharaui.
“Por primera vez el rey de
Marruecos se ha inclinado”, declaraba
Fernando Peraita, en el acto de
celebración en Madrid por la vuelta
de Haidar a El Aaiun. Peraita fue
unas de las personas que permaneció
en el aeropuerto de Lanzarote durante
la huelga de hambre de la saharaui.
“La lucha de Aminatou ha reverdecido
la causa saharaui”, explicaba
en ese mismo acto Khadad
Emhamed, coordinador saharaui
con la Misión de las Naciones Unidas
para el referéndum del Sáhara Occidental,
creada en 1991. Haidar regresó
a su casa sin aceptar ninguna
contrapartida a cambio, ni las condiciones
del Gobierno español, ni del
marroquí. Recibió su pasaporte a la
llegada al Sáhara Occidental, en esta
ocasión más militarizado que nunca.
Pero, ¿será un paso hacia la autodeterminación
del pueblo saharaui?
Los ‘amigos’ de Marruecos
Tras el fin de la huelga de hambre,
España, Francia y EE UU emitieron
comunicados oficiales con tres nexos
comunes: no cuestionar el respeto
a los derechos humanos en
Marruecos; no exigir firmemente el
referéndum por la autodeterminación
saharaui y reconocer el imperio
de la ley marroquí en el Sáhara.
Nicolas Sarkozy reafirmó la “tradición
[marroquí] de apertura y
generosidad”, mientras que el Gobierno
español manifestaba: “Este
gesto honraría a su majestad el rey
de Marruecos y a las autoridades del
Reino de Marruecos y pondría una
vez más de manifiesto su compromiso
con la democracia y la consolidación
del Estado de Derecho”. Desde
Washington, era Hillary Clinton, secretaria
de Estado, quien se manifestaba
en similares términos: “Es un
reflejo del verdadero espíritu y la generosidad
del pueblo y el Gobierno
marroquíes”. De estas negociaciones
Zahra Ramdán Ahmed, de la Unión
Nacional de Mujeres Saharauis en
España, espera que tras la preocupación
de Ban Ki-moon, la MINURSO
también vele por los DD HH en el
Sáhara. Esta misión es la única de la
ONU que no obliga a la potencia ocupante
a velar por los DD HH.
Mientras, Marruecos reafirmaba
los mensajes de estos países. “En
base a estas aclaraciones y al imperativo
del respeto total de la ley marroquí,
por todos, sin excepción, y
en relación a la integridad del territorio
nacional”, sostenía el comunicado
marroquí que anunciaba el regreso
de Haidar a El Aaiun. Otro nexo
común entre estos países fue
considerar las reivindicaciones de
Haidar como un problema humanitario.
En el olvido, parecía quedarse
el conflicto político que comenzó con
los Acuerdos de Madrid de 1974.
“Todas estas declaraciones son un
precio desproporcionado por la
vuelta de Haidar. Marruecos, en vez
de pagar por estos actos, recibe concesiones”,
denunciaba Emhamed.
Para Inés Miranda, del Consejo
General de la Abogacía Española y
abogada de Haidar, admitir la legislación
marroquí en los territorios
ocupados “es algo inadmisible en derecho.
El Sáhara Occidental es un territorio
no autónomo en proceso de
descolonización, cuya potencia administradora
es España. Aceptar la
imposición de una legislación de un
país ocupante es actuar contra la legislación
internacional”. También la
letrada denunciaba que, tras el
acuerdo para el regreso de Haidar
entre Francia, Marruecos y EE UU,
desde la presidencia del Gobierno
español le comunicaron que no
acompañaría a su defendida, algo innegociable
ya que el Gobierno sólo
se encargaba de ejecutar el acuerdo.
Ésta fue la tercera vez que Haidar
se montó en un avión para regresar a
El Aaiun desde que inició su huelga
de hambre. “El Gobierno ha mentido
mucho. El peor episodio, el del avión.
Fue vergonzoso meter a una persona
después de 15 días en huelga de
hambre en un avión sin ninguna garantía
de que la dejarían aterrizar.
Este proceso de estrés fue como si
hubiera estado otra semana en huelga
de hambre”, denuncia Peraita.
Un día de confidencias
El 17 de diciembre se conocieron
muchas más cosas. Moratinos reconoció
haber estado informado por
Marruecos de la expulsión. En la denuncia
presentada ante la Policía Nacional
de Lanzarote, Haidar explicaba:
“El comisario provincial tras una
llamada telefónica se dirige de nuevo
al comandante y le dice ‘la tienes que
llevar porque el ministerio de Asuntos
Exteriores español está informado
y ha dado su conformidad”.
Mientras tanto en Bruselas, aunque
no había ninguna negociación
directa, ese mismo día por instancia
del grupo socialista “el Parlamento
Europeo decidía no votar
una proposición que rechazaba la
permanente acción de represión
del Gobierno marroquí contra los
defensores saharauis de los derechos
humanos, y que además advertía
a Marruecos que no iba a permitir
chantajes sobre su permisividad
hacia el narcotráfico y el terrorismo
como había afirmado un ministro
alauí”, explica Peraita. Ese
mismo día, la UE y Marruecos llegaban
a un acuerdo para incrementar
las cuotas de importación de
productos hortofrutícolas del país
magrebí. Un día antes, la Eurocámara
había rechazado la posibilidad
de presionar por la vía económica
a Marruecos. Incluso Zapatero
descartaba que el semestre de
la Presidencia española de la UE
sirviera para promover un aislamiento
internacional de Marruecos.
“Soy partidario de avanzar en
el Acuerdo de Asociación Preferente
con Marruecos”, declaraba.
“No hemos hecho concesiones ni
no concesiones. Ha habido amplias
negociaciones con las autoridades
marroquíes”, explicaba Moratinos.
Unas negociaciones que contaron
con Hillary Clinton después de la
visita a Washington de Moratinos
el 14 de diciembre. La Administración
del nuevo Premio Nobel de
la Paz también tiene sus necesidades.
Tres días después, el 17 de diciembre,
la ministra de Defensa
Carme Chacón anunciaba que el
Ejecutivo español pedirá al Parlamento
en marzo un aumento de
511 soldados en su contingente en
la guerra de Afganistán.
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CELEBRACIÓN
EN MADRID
«Porque la lucha sigue. Porque
hoy la calle está de fiesta. Porque
tenemos algo que celebrar. Pero la
lucha sigue. Y nosotros estamos
con ella. Con ella, y su pueblo»,
con este lema se concentraron en
Madrid centenares de personas el
19 de diciembre para celebrar el
regreso de Haidar y homenajear a
todo el grupo de activistas que no
se separó de ella en Lanzarote.
Entre las asistentes a la concentración
estaba el secretario de Movimientos
Sociales del PSOE, Pedro
Zerolo, que volvió a reafirmar la
doble postura del Gobierno: apoyar
el derecho a la autodeterminación
del pueblo saharaui y «la
necesidad del apoyo internacional
de actores como Francia o
EE UU», quienes defienden las
teorías autonomistas de Marruecos.
Además, tanto PSOE,
como los sindicatos mayoritarios
CC OO y UGT habían desconvocado
la manifestación
prevista, que, finalmente, se vio
reducida a una concentración.
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