¿Qué tienen en común
un helado, un autobús
urbano y un
champú? Busquemos
la respuesta en el griego:
Elaeis guineensis, que se traduce
literalmente como “oliva de
Guinea”, o lo que es lo mismo,
palma africana. Y es que la
palma es un tipo de palmera
originaria del Golfo de Guinea,
que se caracteriza por sus frutos
ovalados que recuerdan a
las ciruelas.
¿Qué tienen en común
un helado, un autobús
urbano y un
champú? Busquemos
la respuesta en el griego:
Elaeis guineensis, que se traduce
literalmente como “oliva de
Guinea”, o lo que es lo mismo,
palma africana. Y es que la
palma es un tipo de palmera
originaria del Golfo de Guinea,
que se caracteriza por sus frutos
ovalados que recuerdan a
las ciruelas.
De la pulpa de
estos frutos se extrae un aceite
rojizo que tiene distintos usos
según el tratamiento: desde
producir agrocombustibles
hasta engrosar la lista de ingredientes
básicos de la industria
agroalimentaria. Chocolates,
bollería, margarina o platos precocinados
son algunos productos
que ostentan en sus etiquetas
el ingrediente “grasas
vegetales”.
Una vez aprovechada
la pulpa del fruto, la almendra
o semilla también hace su
función. Proporciona otro aceite
que, tras su tratamiento, acabará
formando parte de un champú,
una crema o unas magdalenas
bien empaquetadas. Oxfam
estima que la mitad de los productos
de los supermercados
llevan este tipo de aceite.
La palma se ha convertido en la
reina de la agroalimentación, y
aquí Unilever se la lleva toda.
Según datos de esta compañía,
cada año compra 1,5 millones
de toneladas de aceite, lo que
supone “alrededor del 4% de la
provisión mundial”. La polémica
con el fabricante de la marca
Dove, Frigo o Tulipán vio la luz
en 2008 cuando Greenpeace
denunció a Unilever por comprar
aceite a una empresa vinculada
directamente con la
deforestación de zonas protegidas
de Indonesia. La compañía
tiró de responsabilidad social
corporativa, se disculpó públicamente
y reafirmó su compromiso
con la Mesa Redonda
sobre Aceite de Palma Sostenible,
(RSPO, por sus siglas en
inglés).
Esta iniciativa, promovida
por las industrias y organizaciones
como WWF y Oxfam,
desarrolla un sistema de certificación
ética para evitar problemas
ambientales. Algo que,
según la Red de alternativas a
la Impunidad y a la Globalización
del Mercado, supone “un
lavado verde de la agroindustria
por toda la publicidad negativa
que reciben”. Para esta red,
muchas de las empresas miembros
de la RSPO “siguen destruyendo
grandes zonas de selva
húmeda y violando derechos
humanos”. Además, “la participación
de las ONG en la mesa
sólo legitima un proceso
inaceptable” ya que los monocultivos
industriales, como el de
palma, “no son ni pueden ser
nunca sostenibles”.
El uso del aceite de palma en la
alimentación también supone
un riesgo para la salud. La
Sociedad Española de Dietética
y Ciencias de la Alimentación
recomienda “restringir el consumo
de productos que contengan
grasa saturada como la proveniente
de la palma”. Estas
grasas aparecen asociadas a
enfermedades cardiovasculares.
Artículos relacionados en este número:
ENTORNO | LOS FONDOS DE LA UE, CLAVES EN LA DEFORESTACIÓN
[Los efectos del monocultivo de aceite de palma->http://www.diagonalperiodico.net/Los-efectos-del-monocultivo-de.html?var...
La deficiencia energética de la UE, que impulsa el uso de agrocombustibles, está generando el desplazamiento de indígenas de sus tierras y el deterioro de los recursos naturales en los países del Sur.
Sara Plaza / Madrid
EN 2014 SE DEBE REVISAR EL OBJETIVO DE AUMENTAR UN 10% SU USO
[¿Agrocombustibles a toda costa como alternativa?->http://www.diagonalperiodico.net/ecrire/?exec=articles_edit&id_article=1...
En 2020 el 10% de los combustibles usados en la UE deberá tener un origen vegetal. Los autores exponen los efectos de este objetivo.
David Sánchez y Alejandro González / Amigos de la Tierra
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