PANORAMA // EL 0,001% DE LA POBLACIÓN MUNDIAL ACUMULA UNA QUINTA PARTE DE LA RIQUEZA DEL PLANETA
La globalización de los mega ricos

El año pasado la riqueza de las grandes fortunas subió un
5% hasta superar los cien billones de dólares. Pese a la
crisis mundial, 2008 fue el sexto año consecutivo de expansión
del número de personas con más de mil millones.

18/09/08 · 0:00
Edición impresa
JPG - 16.3 KB
 
IVÁN NEIRA

El número de billonarios (personas
con más de mil millones de dólares
de patrimonio) ha alcanzado la impresionante
cifra de 1.125. Pero muchos
de ellos ya no tienen la cara del
businessman salido del sueño americano.
Y tampoco están acuartelados
en oficinas de Wall Street o de
la City de Londres. En las clasificaciones
que cada año saca la revista
Forbes, la “biblia del capitalismo”,
aparecen entre los primeros diez
hombres más ricos del mundo un
mexicano, un ruso y cuatro indios.
16 años después de la caída del
muro de Berlín, Rusia es el segundo
país del mundo en número de
billonarios detrás de Estados
Unidos. Entre los que han entrado
este año en la clasificación de Forbes,
35 nuevos súper ricos vienen
justamente de Rusia, 28 de China y
19 de India. Más del 40% de los billonarios
sigue siendo estadounidenses,
pero otros países del sur del
mundo produjeron en estos años
un número de ricos sorprendente.
Esto no quiere decir que la mano
invisible de Adam Smith se haya
vuelto más democrática.

Fortunas surgidas de la nada

Para explicar el rápido ascenso de
muchos países en las clasificaciones
de los billonarios hay que ver cómo
se formaron las fortunas de estos
hombres. Muchos de los nuevos ricos
aprovecharon momentos de crisis
política y económica para forrarse.
El hilo común de muchas historias
es la apropiación de bienes públicos.
El segundo hombre más rico
del mundo, Carlos Slim, ha ganado
su fortuna comprando al Gobierno
mexicano, a precio de rebajas,
Telmex, la compañía telefónica estatal
del País. Las privatizaciones
han alimentado también la cartera
de los oligarcas rusos. En el momento
de la disolución de la Unión Soviética,
un grupo de hombres consiguió
comprar con poco dinero las
empresas públicas y construir enormes
patrimonios.

En Latinoamérica y en Oriente
Medio es la explotación de los recursos
naturales, bienes públicos
por excelencia, la que ha impulsado
el crecimiento de riqueza. Mientras
que en Asia son los salarios
miserables y la ausencia de tutela
para los trabajadores los factores
que han permitido la ascensión de
grandes grupos industriales y el
éxito sus dueños.
Concentración de riqueza
Así, mientras el patrimonio de los
billonarios crece, no aumenta el nivel
de bienestar de la población
mundial. De hecho, se está reforzando
la concentración de riqueza:
el 1% de los hogares más rico posee
un 35% de la riqueza mundial, mientras
que el 0,001% más pudiente
acumula 21 billones de dólares, un
quinto de la riqueza de todo el planeta.
La desigualdad crece más en
el sur del mundo, pero el fenómeno
se registra también en los países occidentales.
En Estados Unidos la
disparidad de rentas está alcanzando
niveles que no se veían desde los
años ‘20 y la misma tendencia se registra
también en Europa. En el viejo
continente la peor distribución de
riqueza la tiene el Reino Unido: un
estudio ha considerado que en el
2006, mientras los sueldos de los directivos
crecían un 28%, los salarios
medios de los empleados bajaban
un 0,4% por efecto de la inflación.

El “efecto goteo”

Para todo esto la teoría económica
neoliberal tiene su justificación: el
trickle down effect, el “efecto goteo”.
Esta teoría, fundamento de las políticas
fiscales de Ronald Reagan en
los años ‘80, implica que, favoreciendo
a los más ricos, la economía
genera beneficios que, cayendo hacia
abajo como gotas, se transforman
en una ventaja para todos.

Así, en los ‘80, Estados Unidos
empezó un recorte de impuestos a
favor de la clase pudiente, que ha
continuado bajo los gobiernos de
los Bush (padre e hijo) y de Clinton.
El resultado es que el sistema
fiscal, instrumento tradicional de
redistribución de riqueza, privilegia
a los ricos en lugar de a los pobres.
Desde 1980 hasta 2004 el
porcentaje de renta en las manos
del 1% más rico de los estadounidenses
ha crecido del 8 al 16%. En
el mismo período la parte de riqueza
del 95% de la población no ha
subido y se ha quedado en el 12%.
Esto significa sólo una cosa, que la
política fiscal en Estados Unidos
se ha vuelto regresiva, es decir,
que en proporción a su renta, los
ricos pagan menos impuestos que
los pobres. Sin embargo, los sectores
más desfavorecidos de la sociedad
estadounidense no han visto
ningún resultado de las políticas
impulsadas por Reagan y de su
trickle down effect.
En Estados Unidos, como en todo
el mundo, se trata del espejismo
de la política neoliberal: los
mega ricos siguen nadando en mares
crecientes de dinero, mientras
la gran mayoría de la población se
queda sin una gota de toda esa
inmensa riqueza.

Capitalismo de amiguetes, una constante de los ricos

MIGUEL ÁNGEL DE LUCAS
En su artículo El capitalismo
de amiguetes al estilo americano,
el premio Nobel de
Economía, Joseph Stiglitz,
utilizaba esta expresión para
referirse al estallido del caso
Enron. Considerado el
mayor fraude empresarial de
la historia, la empresa de
energía Enron Corporation
fue considerada como la
empresa dominante de la
energía en EE UU pocos
meses antes presentar su
bancarrota. La relación de
“amiguetes” se evidenció al
ver el número de miembros
del Congreso estadounidense
que aceptaron dinero de
la compañía. En este sentido,
como recuerda el economista
Juan Torres López,
“las interrelaciones opacas,
sucias y escabrosas que
existen entre la economía y
la política son cada vez más
intensas”. Igualmente, en el
origen de las mayores fortunas
del mundo se suele dar
un patrón similar. Carlos
Slim se hizo con el control
de Telmex a bajo precio por
sus buenas relaciones con
el presidente Salinas de
Gortari. En Rusia, magnates
como Abramovich o Berezovsky
catapultaron sus
ingresos gracias a la cercanía
con Boris Yeltsin en los
‘90. Y tampoco faltan ejemplos
en la historia de España.

El periodista Mariano
Sánchez Soler, autor de
Ricos por la patria recuerda
cómo algunos de los clanes
más poderosos que dominan
la economía española
(March, Koplowitz, Fierro,
Fenosa, Coca, Melià) hicieron
fortuna a la sombra del
dictador.

Tags relacionados: Desigualdad
+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

0

separador

Tienda El Salto