Matoula Papadimitri, redactora de la revista Alana, relata para DIAGONAL lo sucedido durante la marcha de más de 200.000 personas contra el FMI hoy en Atenas y el intento de los manifestantes de ocupar el Parlamento.
Miles de personas se echan a las calles contra el FMI
La furia abarrotó las calles de Atenas
Ha sido la manifestación más multitudinaria que hemos vivido en Grecia en los últimos años, tan numerosa como la marcha contra la guerra de Iraq o las que se hicieron contra la reforma del sistema de seguridad social. Se habla de entre 150.000 y 200.000 personas en la calle, pero creo que es imposible calcularlo.
La sensación es que todo el centro de Atenas era una gran manifestación, super densa, casi claustrofóbica. Allí estaban los sindicatos oficiales, sindicatos de base, profesores, maestros, estudiantes, funcionarios, empleados privados, partidos y grupos políticos de izquierda, libertarios, anarquistas, etc. También había gente que nunca había salido a las calles para manifestarse.
Los manifestantes empezaron a caminar y en algún momento se empezaron a destruir bancos, tiendas y otros comercios en las avenidas más grandes del centro. Se convirtió en la marcha más violenta después de la rebelión de diciembre pasado, con la diferencia de que la gente tenía un promedio de edad mucho mayor, no era una marcha de jóvenes, aunque había muchos.
La cantidad de gases lacrimógenos era enorme, pero nadie se iba. La marcha duró horas, la gente no tenía miedo, gritaban: “ladrones, mentirosos”, “que se queme el burdel del Parlamento”, “que se vayan”, “que paguen los responsables”. Los conflictos se extendieron a todo el centro de Atenas. También se incendiaron muchos edificios, como el de la policía, del Ministerio de Economía y varios bancos.
La ocupación del parlamento
Un momento muy fuerte fue cuando los manifestantes intentaron entrar al Parlamento. La gente y la rabia era tanta que, sin la gran cantidad de policías desplegados y los enfrentamientos que se produjeron, es muy probable que los manifestantes hubieran ocupado el Parlamento.
De momento, hay tres muertes confirmadas, pero no está claro qué pasó exactamente y quién es el responsable del incendio del banco. Lo que es seguro es que se incendió el Banco Marfin, que pertenece a uno de los empresarios más potentes de Grecia, Andreas Vgenopoulos que compró a precio de saldo las aerolíneas griegas cuando se privatizaron.
Tampoco se sabe si el banco que se incendió tenía o no salida de emergencia, o si estaba cerrada, pero la gente no pudo salir y murieron tres trabajadores. Era el único banco abierto en toda la zona, situado en un edificio histórico. Todos los comercios y demás bancos en estas calles estaban cerrados.
En otras ciudades griegas también se han producido marchas muy grandes y enfrentamientos con la policía. En Salónica, Patras, Xanthi y Giannena se han ocupado alcaldías y centros laborales.
Gente cargada de rabia
En este momento hay miles de policías en el centro de Atenas y se están produciendo detenciones. Volviendo de la manifestación a casa, la gente en la calle, en los pequeños comercios, comentaba las noticias sobre los muertos y decían que lo que ha pasado es responsabilidad del Gobierno.
Dada la rabia de la gente y la sensación de injusticia, espero que todo esto no sea manipulado por los medios de comunicación: que no se olvide que la marcha de hoy fue muy importante, con una participación multitudinaria de gente cargada de rabia.
Y que no se utilicen las muertes para justificar más medidas represivas o las leyes de austeridad impuestas injustamente por el Fondo Monetario Internacional contra el pueblo Griego.
Imágenes extraídas de www.enet.gr
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