SAIDA RACHED // SECRETARIA GENERAL DE LA ASOCIACIÓN TUNECINA DE MUJERES DEMÓCRATAS
“La Constitución debe garantizar la igualdad”

En Túnez, un año después
de la revolución y tras la
aplastante victoria del
partido Ennahdha, las
mujeres tunecinas
plantan cara a desafíos,
amenazas e incógnitas.

16/01/12 · 8:00
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Saida Rached en un acto organizado por Acsur (Foto: Gladys Martínez)

DIAGONAL: Durante la revolución,
las mujeres participaron muy
activamente. Pero ¿qué se ha logrado
posteriormente, en todos estos meses
de transición?

SAIDA RACHED: Las mujeres participaron
incluso antes de la revolución,
lucharon contra el régimen y
fueron un gran apoyo en el movimiento de la cuenca minera en 2008,
y durante la revolución estuvieron
presentes de manera masiva.

Estaban en las calles, en las manifestaciones,
en las discusiones, etc.
Con la democracia queríamos
también que se tuvieran en cuenta
los derechos de la mujer. Estuvimos
en todas las instituciones, comisiones
e instancias, hicimos presión
con las demás asociaciones de mujeres
y luchamos para que hubiera
paridad y alternancia en las listas
para las elecciones. Y lo logramos,
pero esto no era suficiente, así es
que luchamos contra los partidos,
los independientes y la sociedad civil
para que la paridad fuera real en
las cabezas de listas, para garantizar
que hubiera hombres y mujeres
a partes iguales en la Constituyente.
Desgraciadamente, no ha sido así,
pero conseguimos un 24% de mujeres
en este órgano.

D.: ¿Cuál es vuestra lucha en lo que
respecta a la Constitución?

S.R.: Nuestro futuro depende de la
Constitución que vamos a tener.
La Carta por la que se va a regir
Túnez durante décadas es la única
garantía, por lo que queremos que
nuestros derechos estén reflejados
en ella e institucionalizar el principio
de la igualdad total entre hombre
y mujer.
Es la única garantía
para que no estemos a disposición
del poder de turno. Queremos que
esté institucionalizado junto con el
derecho a la democracia, a la pluralidad,
a la independencia de los
medios y de la justicia.
También queremos institucionalizar
la prohibición de la violencia
contra las mujeres, sea cual sea su
forma. Y luchamos por que se levanten realmente
las reservas sobre
la Convención internacional contra
toda forma de discriminación contra
las mujeres.

D.: El partido Ennahdha ha ganado
con un 41% de votos. ¿Es realmente
un peligro para los derechos de las
mujeres?

S.R.: Es un peligro si no hay un movimiento
social y democrático que
imponga estas leyes. Hasta ahora,
todos los movimientos islamistas
han estado contra los derechos de
las mujeres. Ennahdha ha querido
tranquilizar a la sociedad civil sobre
sus derechos, pero necesitamos
garantías, y la única garantía es que
participe en su inscripción en la
Constitución. Nosotras le daremos
el beneficio de la duda esperando la
nueva Carta Magna, pero permaneceremos
vigilantes y movilizadas
para defender nuestros derechos.
El CPR y Ettakatol [partidos de tendencia progresista
que gobiernan en coalición
con Ennahdha] han dicho que
los derechos de las mujeres y el
Código del Estatuto Personal
[conjunto
de leyes aprobado en 1956,
tras la independencia, que abolió la
poligamia y otorgó numerosos derechos
a las mujeres tunecinas] son
una línea roja que no se puede sobrepasar.

Pero la única garantía es
que se institucionalice y que el
Estado tome medidas legislativas
concretas para que sea aplicable.

D.: En los últimos meses han entrado
en escena los salafistas.

S.R.: No son numerosos, pero ganan
fuerza y son tolerados. Tenemos
la impresión de que los partidos
políticos, particularmente
Ennahdha, nunca los han condenado.
Y el Estado y la Justicia no han
tomado las medidas necesarias para
parar sus agresiones.
Cuando
atacaron a las prostitutas y a los
vendedores de alcohol no hubo
reacción, cuando atacaron AfricArt
y la película Persépolis no hubo medidas
jurídicas suficientes para impedirles
reincidir. Esto les alienta a
agruparse y atacar las libertades individuales.
Están atacando facultades
y a las mujeres en los institutos
porque no se ponen el velo o porque
hay asignaturas que les parecen
en contradicción con el islam,
como el dibujo o lamúsica; han invadido
la Facultad de Letras para
exigir que las mujeres con niqab
puedan hacer los exámenes, reivindican
la segregación…

D.: ¿Cómo se organizan las mujeres
en la defensa de sus derechos?

SR.: Las mujeres han tomado conciencia
de que ahora es el momento
de actuar, consolidar y hacer
avanzar sus derechos. Han entendido
que estos derechos nunca han
estado tan amenazados,
se han movilizado masivamente
y han bajado
a la calle en varias ocasiones. Están
haciendo coaliciones, entre asociaciones
de mujeres y también con la
sociedad civil, con los partidos democráticos
y con las asociaciones
de derechos humanos para decir
que no estamos dispuestas a dar un
paso atrás en nuestros derechos.

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