Los sindicatos griegos se movilizan, aún más, frente a los despidos masivos en la Administración, que según el Gobierno sumarán 15.000 personas hasta 2015. En total, el ejecutivo prevé que para ese año hayan desaparecido entre 150.000 y 200.000 empleos públicos.
La Administración griega será reducida en 4.000 empleados de aquí a finales de año, según el anuncio oficial que el primer ministro griego Andonis Samarás realizó el pasado 24 de abril. La medida forma parte de un polémico plan de recortes que ha suscitado desencuentros entre los ministerios implicados. Finalmente se sometió a votación en el Parlamento el domingo 28, con el voto en contra de Syriza, el Partido Comunista griego, Griegos Independientes y Amanecer Dorado.
Los líderes de los partidos que integran el Gobierno tripartito (ND, Pasok y Dimar) ya habían llegado a un preacuerdo con la troika a mediados de abril. Según señalaron entonces fuentes del Gobierno, 2.000 funcionarios serían despedidos hasta finales de mayo, otros 2.000 antes de acabar el año y 10.000 más para 2014. La cifra total de puestos de trabajo que el Gobierno planea hacer desaparecer del sector público, según anunció ya el otoño pasado, sería de entre 150.000 y 200.000 para 2015, de un total de 780.000.
Empleados en la lista negra
Los primeros en engrosar la tasa de paro serían aquellos empleados públicos con sentencias en firme en procesos disciplinarios por faltas (procedimientos que serán acelerados considerablemente). El paso siguiente, según el Gobierno, sería el examen minucioso de los casos de bajas prolongadas por razones de salud, el ofrecimiento de incentivos para aquellos dispuestos a acogerse a un retiro anticipado y la no renovación del personal laboral con contratos definidos. Por último, incluso aquellos funcionarios que pasen las cribas deberán estar dispuestos a participar en programas de movilidad entre organismos para mantener sus trabajos.
Gobierno planea hacer desaparecer del sector público, según anunció ya el otoño pasado, sería de entre 150.000 y 200.000 para 2015
Las reacciones al anuncio de Samarás no se hicieron esperar. La agrupación general del sector público Adedy rápidamente convocó el 26 de abril una protesta delante del Ministerio de Finanzas. El mismo día, el sindicato de los organismos municipales (POE-OTA), llamaba al personal laboral contratado a una huelga estatal de 24 horas y al resto de trabajadores a paros parciales, completados con varios actos en el centro de Atenas que culminaron con una manifestación hasta el Ministerio de Reforma Administrativa. El objetivo, mostrar el rechazo de los trabajadores públicos al proyecto de ley del tripartito, así como a las medidas de austeridad en general.
El domingo 28, tanto el sindicato Adedy, con el que convocaba en solidaridad la agrupación del sector privado, como el sindicato Pame (vinculado al partido comunista) y los sindicalistas de Syriza llevaron a cabo una manifestación frente al Parlamento. La protesta tuvo lugar a la misma hora a la que se votaba el proyecto de ley, que según sus detractores únicamente servirá para incrementar más la alta tasa de desempleo que sufre Grecia y que ya supera el 27,2% de la población.
Protestas diarias
La última semana de abril también se concentraban ante el Parlamento empleados del Organismo contra las Drogas, que han completado ya 39 días de ocupación de su sede en protesta por la falta de financiación.
Al cierre de esta edición, se esperaba que las movilizaciones previstas para el Primero de Mayo una incidencia irregular debido a la demanda de la Confederación Nacional Griega del Comercio de trasladar este festivo oficialmente al 7 de mayo, para no coincidir con la Pascua ortodoxa, el miércoles.
En desacuerdo con la decisión, los sindicatos mayoritarios convocaron una huelga general de 24 horas y manifestaciones. Los sindicatos Adedy, GSEE, Pame, Otoe y la federación de empleados de banca organizaron esa protesta y anunciaron una huelga el 2 contra la reducción de sus salarios y por la negociación de su convenio colectivo. Los paros se extienden a los trabajadores empleados en los ferries, que permanecerán en los puertos debido una huelga de marineros, y el metro de Atenas funcionará a medio fuelle. Tampoco faltan este año las convocatorias de los sindicatos y agrupaciones de base, y estudiantiles, así como de los diversos movimientos asamblearios y antiautoritarios.
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