JUICIO EN LA AUDIENCIA NACIONAL A 40 MILITARES RUANDESES
Juicios en Madrid, impunidad en Ruanda

A pesar de que para los colectivos de solidaridad con África la orden de detención dictada en la Audiencia Nacional contra 40 militares ruandeses es un paso histórico, las posibilidades de que esa orden se haga efectiva son reducidas.
Texto de Belén de la Banda, integrante de los Comités de Solidaridad con el África Negra.

21/02/08 · 0:00
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INMUNIDAD. El presidente de Ruanda, Paul Kagame, junto al ex presidente del Banco Mundial Paul Wolfowitz. El líder
africano, uno de los principales aliados norteamericanos en la zona, goza de inmunidad por su condición de presidente.

El miércoles 6 de febrero,
el juez Fernando Andreu,
de la Audiencia Nacional
española, dictó orden de
detención contra 40 militares ruandeses
por delitos de genocidio, crímenes
contra la humanidad y terrorismo
cometidos entre 1990 y
2002. Se trata de una oportunidad
de conocer la verdad y hacer justicia
sobre los muchos delitos cometidos
por el actual Gobierno y Ejército
de Ruanda para llegar al poder
y mantenerse en él. Al frente
de esta estructura militar y política
que gobierna el país, conocida por
las siglas APR y FPR, está Paul
Kagame, el actual jefe del Estado
del país africano, cuyo puesto le
otorga inmunidad.

Las víctimas de estas masacres
son cuatro millones de personas,
asesinadas o desaparecidas a lo
largo de los años ‘90 en Ruanda y
la República Democrática del Congo,
el antiguo Zaire. La acción judicial
se inicia con la querella planteada
ante la Audiencia Nacional
por el Fórum Internacional por la
Verdad y la Justicia en los Grandes
Lagos, cuyo portavoz, Joan Carrero,
considera que esta acción sitúa
a España “en la vanguardia de la
justicia universal”. Entre las víctimas
están nueve misioneros y cooperantes
españoles que fueron salvajemente
asesinados por resultar
testigos incómodos.

En la investigación judicial ha
habido una veintena de testigos
protegidos, antiguos miembros del
APR, que explican las estrategias
de destrucción utilizadas por este
movimiento político y organización
militar para lograr el poder en
el país eliminando a todos los posibles
opositores. De su información
se deduce que hubo agentes del
APR infiltrados entre los grupos
extremistas hutus que cometieron
los asesinatos de tutsis en 1994.
La justicia ruandesa no ha hecho
absolutamente nada en relación
con estos hechos y ha obstaculizado
la investigación de las muertes
de los españoles. El nombre de los
tribunales tradicionales, “gacaca”,
se ha subvertido para multiplicar
los juicios sin garantías.

Órdenes desde arriba

La legislación española aplica el
principio de extraterritorialidad
de la justicia, y esto permite a sus
tribunales superiores investigar y
procesar por delitos de lesa humanidad
cometidos fuera del país, especialmente
si los afectados son
ciudadanos españoles. Los testigos
han demostrado que para asesinar
a personas de raza blanca
era necesaria una orden de la cúpula
militar. El auto explica el contexto
mucho más amplio de masacres
sistemáticas en que se produjeron
estos asesinatos, y cuenta
también con testimonios como el
de la congresista Cynthia Ann
McKinney sobre los intereses de
empresas mineras norteamericanas
en el este del Congo, implicadas
también en el tráfico de armas,
que explica por qué Estados Unidos
apoyaba un cambio de régimen
en Ruanda y en el antiguo
Zaire: “Un sindicato del crimen
fundamentalmente compuesto
por traficantes de armas, recursos
y diamantes, coloca a gente corrupta
en el poder para poder obtener
beneficios privados”.

Es casi impensable que Ruanda
acepte la petición de orden de captura
contra sus militares. Lo que sí
es más probable es que sean capturados
por la Interpol si salen del
país. Algunos de los procesados
forman parte de misiones de la
ONU o son diplomáticos.
La complicidad de la comunidad
internacional y los intereses económicos
han permitido, incluso incentivado,
el terror y el sufrimiento
en esta zona del mundo. 14 años
más tarde, se abre una ventana para
saber qué fue lo que ocurrió realmente
durante todos estos años
en el corazón de África. Quizá así
nos olvidemos para siempre de las
simplistas explicaciones tribales y
podamos iniciar el momento de la
verdad y la justicia.

Tags relacionados: Genocidio Ruanda Militarismo
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