RECURSOS // LA CONTAMINACIÓN Y PEQUEÑOS EPISODIOS DE SEQUÍA SE CRUZAN CON LA ABUNDANCIA HIDROLÓGICA DE LA ISLA
Irlanda se topa con el problema del agua

La República de Irlanda ha puesto en marcha medidas
para converger con la UE en el tema del agua.

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, Belfast (Irlanda del Norte)
06/07/11 · 8:30
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IMPUESTOS. El Gobierno irlandés se plantea instaurar un impuesto sobre el agua. Foto: Jorge Castro

En Irlanda resulta extraño el día que
no llueve. Casi cada día se puede disfrutar
de pequeñas duchas (las llaman
rain showers) que contribuyen
a mantener el paisaje verde. Si bien
hasta el momento los problemas no
son tan graves como en otros países
por su alta tasa de precipitación, en
Irlanda también preocupa la posible
escasez de agua y, sobre todo, cómo
garantizar que el agua que cae del
cielo se mantiene limpia y permite
abastecer todas sus necesidades.

Hasta hace relativamente poco
tiempo, el motivo de controversia
han sido siempre los impuestos que
los ciudadanos pagan por el agua. Y
es que, el hecho de que en Irlanda no
haya habido problemas de abastecimiento
ha propiciado que los ciudadanos
no hayan pagado nunca impuestos
sobre el agua (fría, se entiende)
que utilizan en sus casas.

Los Gobiernos conservadores han
intentando introducir impuestos sobre
el agua en varias ocasiones,
mientras que los socioliberales, tanto
en el norte como en el sur de la isla,
han mostrado su oposición, aunque
todo apunta a que el contexto de
crisis podría cambiar esta política de
free water (agua gratis).

Así, hasta hace relativamente poco,
Irlanda no ha tomado medidas
específicas para proteger la calidad
de sus ríos y lagos. En 2004 el
Gobierno de la República puso en
marcha programas para detectar el
nivel de calidad del agua potable. Y
de hecho fue entonces cuando se tomó
conciencia de que necesitaban
aplicar medidas políticas concretas
para hacer frente a los malos hábitos
de empresas y ciudadanos.

El problema de Irlanda radica
principalmente en la distribución de
su población, ya que la inmensa mayoría
de los irlandeses se concentran
en el área de Dublín. Esta asimetría
está generando que los efectos perversos
de la zona urbana –especialmente
por empresas sin demasiada
sensibilidad por el medio ambiente–
se estén extendiendo por toda la isla
en términos de contaminación.

Además de la concentración de población
en el entorno de su capital,
ubicada en el este, en el oeste de la
isla se producen más precipitaciones
por su proximidad al océano Atlántico,
un hecho que acentúa aún más
el desequilibrio en la balanza relativa
a la humedad.

Estos factores están provocando
que en determinados meses del año,
sobre todo en los primaverales, el este
de la isla esté sufriendo pequeños
periodos de sequía, que, según predicen
los expertos en la materia, se
verán incrementados hasta niveles
alarmantes en las próximas décadas.

Ante este problema, el
Gobierno de Dublín puso en marcha
en 2010 un plan (Water Services
Investment Programme 2010-2012)
que busca regular el uso del agua
industrial y tratar de aplicar medidas
concretas para cuidar el entorno
natural y los servicios de la isla.
El plan gubernamental tiene como
fin adaptar la política de Irlanda a los
estándares europeos sobre la conservación
del agua. En cualquier
caso, el asunto se encontrará con
varios retos en el camino: una sociedad
que no ha estado hasta ahora
sensibilizada ni educada de manera
concreta en la conservación
del agua y, ante todo, una estructura
de país que centra su población y
su poder político y económico en una
sola zona de la isla, Dublín.

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