CRISIS EN LOS PAÍSES DEL NORTE // UNIÓN EUROPEA: LOS PARTIDOS DE LA DERECHA PIERDEN VOTOS EN IRLANDA
Irlanda: nuevo Gobierno, viejas recetas

En menos de cinco años, la República irlandesa ha pasado de modelo capitalista a ejemplo de la catástrofe que genera la desregulación económica. El nuevo
Gobierno continuista deberá hacer frente a una izquierda cada vez más fuerte.

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, Dublín (Irlanda)
24/03/11 · 18:25
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Tras las elecciones celebradas en
Irlanda el pasado 25 de febrero, la
mayoría de los medios han coincidido
en destacar algo que han calificado
de histórico: los irlandeses han
hundido al partido prácticamente hegemónico,
Fianna Fail (FF), que ha
pasado de 77 escaños a 20, en beneficio
de Fine Gael (FG), ahora primera
fuerza con 76 sitios. El nuevo
Gobierno, sin embargo, seguirá la línea
marcada por su antecesor, que
atendió a las órdenes del Fondo
Monetario Internacional (FMI) y la
Unión Europea (UE), quienes le
obligaron a aceptar un préstamo billonario
para rescatar su sistema
bancario. Por lo tanto, con el nuevo
Ejecutivo los irlandeses también tendrán
que pagar durante años la orden
del FMI y la UE, cuyo objetivo,
lejos de apoyar a la sociedad irlandesa,
fue frenar un posible contagio de
quiebra en otras entidades financieras
de la UE.

Lo que los medios no han destacado
es que los comicios han dejado
otra significativa consecuencia que
se hará notar a medio y largo plazo.
Y es que, proporcionalmente, el sector
que más se ha visto fortalecido
tras las elecciones ha sido la izquierda,
que tendrá por primera vez representación
parlamentaria suficiente
para hacer oposición a las políticas
de los que hasta el momento eran
partidos líderes –FF y FG– , que han
defendido políticas neoliberales a pesar
de que tradicionalmente se les
considere antagonistas por el hecho
de que se enfrentaron entre sí en la
guerra civil de 1922-23.

Así, el verdadero cambio histórico
que ha dejado el desastre financiero
en Irlanda ha sido el aumento electoral
del Sinn Fein (de cuatro a 14 escaños),
de la United Left Alliance (la
coalición formada por el Socialist
Party, People Before Profit Alliance
y Workers and Unemployed Action
Group ha irrumpido en el Parlamento
con cinco escaños) e independientes
(de seis a 14), en su mayoría progresistas.
En total, las sensibilidades
de izquierda suman ahora 33 escaños,
una cifra muy notable para un
Estado generalmente católico y conservador
como Irlanda, en el que el
binomio FF y FG ha imperado desde
que el sur de la isla lograra independizarse
de Gran Bretaña en 1921.

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FMI. En noviembre de 2010, el FMI y la Unión Europea aprobaron el rescate de Irlanda. LUSCIOUSBLOPSTER

Los laboristas suben

Pese a los buenos resultados obtenidos
por los laboristas(casi el doble),
las encuestas anticipaban en diciembre
más escaños para el partido de
Edmond Gilmore. Incluso preveían
que sería la primera fuerza, habida
cuenta del enfado de los irlandeses
con la actitud humillante del primer
ministro, Brian Cowen, quien un
mes atrás cedió ante la presión del
FMI y la UE, y tras repetir decenas
de veces que Irlanda no aceptaría
dinero del exterior, compareció ante
la prensa un domingo a las 20:30 horas
para anunciar que pediría un
rescate financiero.

Desde entonces, la clase social y
política irlandesa se ha dividido en
dos grupos. Por un lado, los grandes
partidos, que aceptan las condiciones
impuestas en el rescate y, por
otro, los grupos y movimientos que
rechazan pagar la deuda y plantean
impulsar una revolución parecida a
la de Islandia; esto es, proponen revelarse
contra el poder neoliberal y
financiero y particularmente contra
el FMI y el Banco Central Europeo.
Precisamente, la clave que propició
el retroceso en las encuestas del partido
laborista fue el hecho de que se
erigieran firmes defensores del rescate
financiero. De hecho, en el momento
que defendieron que la receta
para salir de la crisis era un Gobierno
de coalición con Fine Gael, las encuestas
no volvieron a otorgarle el
honor de ser primera fuerza.

Grosso modo, los grupos que aceptan
las condiciones del rescate arguyen
que no hay otra salida más que
pagar la deuda. Y la vía que plantean
es una severa política de austeridad
y recorte de gasto público que se va a
saldar con miles de empleos públicos,
nuevas tasas estudiantiles y recorte
de ayudas sociales. Alegan que
todo es cíclico y que Irlanda volverá
a ser algún día ese Tigre Celta que
permitió que su economía creciera
de forma veloz en los ‘90 y hasta
más o menos 2005, cuando la burbuja
inmobiliaria, alimentada por la
desregulación, comenzó a hacerse
insostenible.

Siguiendo la senda del anterior
Gobierno, los nuevos socios de coalición
han acordado esta misma línea.
Pero, conocedores de la mala prensa
que genera la exacerbada deuda financiera,
la promesa estrella del
nuevo Ejecutivo es renegociar el
préstamo forzado por los organismos
internacionales para modificar
la tasa de interés, hoy día del 5,8%.

Atendiendo a las negativas que llegan
desde Europa, todo apunta a que
la promesa de renegociar el préstamo
quedará en humo e Irlanda aplicará
todas las medidas de recorte
anunciadas, incluido el polémico incremento
del impuesto sobre el agua.
Todos los analistas políticos y económicos
predicen años difíciles para
Irlanda, un país que fue modelo capitalista
por excelencia y en el que
su bajo impuesto de sociedades (12,5%) y desregulación permitieron
atraer a grandes multinacionales.
También ese mismo modelo ha sido
uno de los factores que ha hecho callar
a sus ciudadanos, cuyo silencio
tras el descalabro económico ha
sorprendido en toda Europa, más
habituada a hacer frente a huelgas
generales y protestas callejeras. Sin
embargo, según las plataformas sociales,
estudiantiles y de desempleados,
el auge de la izquierda en los
comicios actuará de catalizador para
la movilización social, en su opinión
imprescindible para que Irlanda recupere
su soberanía perdida y corte
el grifo al sector bancario.


El laborismo acepta el pacto

El Partido Laborista, socialdemócratas
de centro-izquierda, también
ha engrosado su electorado
(de 20 a 37), aunque, finalmente,
haciendo caso omiso a sindicatos
y resto de grupos de
izquierda de la Cámara, ha decidido
formar coalición de Gobierno
con Fine Gael aduciendo que
“rebajará” las medidas de recorte
que plantea el nuevo ‘taoiseach’
(primer ministro), Enda Kenny.
Han sido varias las voces laboristas
que se han alzado en contra
del acuerdo con Fine Gael, si
bien no han reunido suficiente
fuerza para que la dirección del
partido cambiara de opinión.
Según el acuerdo de Gobierno, el
Partido Laborista dirigirá seis de
las 15 carteras ministeriales.

Brian Leeson, portavoz de la Plataforma '1% Network'

«UN 1% DE LA ÉLITE IRLANDESA CONTROLA EL 34% DE LA RIQUEZA»

A.A.B.

La plataforma [1% Network->http://soundtracksforthem.com/], consituida
por grupos Éirigí, Irish
Socialist Network, Seomra Spraoi
y el Workers Solidarity Movement,
se ha movilizado para rechazar
los recortes y promover una alternativa
socialista.

DIAGONAL: ¿En qué consiste su
campaña?

BRIAN LEESON: Nuestra crítica
se centra en el desequilibrio en el
reparto de la riqueza. Según estudios
oficiales, un 1% de la élite
irlandesa controla el 34% de la
riqueza. Si no nos movilizamos
para cambiar el sistema, esta
minoría seguirá manejando todo
el poder. Se ha vendido la idea
de que en Irlanda no hay dinero,
que tenemos que ser rescatados
y después debemos pagar durante
años ese préstamo, pero lo
cierto es que sí hay dinero, y
mucho, lo que pasa que está
controlado por unos pocos.

D.: En su última protesta, 1%
Network acordonó la sede del
Banco Central, en Dublín. ¿Qué
trataron de expresar?

B.L.: El Banco Central es el símbolo
del capitalismo y la desregulación.
Las víctimas de sus crímenes
financieros son el medio
millón de desempleados, los
miles de irlandeses que se ven
forzados a emigrar, el Estado de
bienestar que va a ser recortado,
la clase trabajadora que perderá
derechos… Los conceptos económicos
relativos al rescate financiero
son muy complicados, y a
veces es necesario hacer protestas
visuales para captar la atención
de la sociedad.

D.: ¿Qué ha cambiado tras las
elecciones del 25 de febrero?

B.L.: Históricamente, el 80% de
los votos siempre se ha dividido
entre Fianna Fail y Fine Gael. Eso
se ha roto con el incremento de
los votos de los grupos de izquierdas.
Creo que la división ideológica
derecha-izquierda se irá clarificando
en Irlanda. Con el tiempo,
FF y FG irán juntos, y la izquierda
trabajará en el otro bando.

D.: ¿Se ha votado por el cambio?

B.L.: La gente estaba enfadada
con Fianna Fail y creyeron que
con un gobierno de Fine Gael
las cosas van a mejorar. Querían
elecciones y las han tenido,
pero en unos meses se comprobará
que continuaremos con
una deuda millonaria, la emigración
seguirá aumentando… A
nuestro entender, la clave no es
focalizar el enfado contra Fine
Gael o Fianna Fail, sino contra el
sistema capitalista.

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