El semanario catalán La Directa celebra sus cinco años con un concierto de la Troba Kung Fu y Balkatalan Experience. Conversamos con dos de sus miembros sobre la apasionante labor de editar un periódico informativo basado en la autogestión.
El semanario catalán Directa cumple cinco años de existencia, y lo celebra por todo lo alto el sábado 30 de abril con un concierto de La Troba Kung- Fu y Balkatalan Experience en l’Ateneu Popular de Nou Barris, todo un referente del movimiento vecinal de base en Barcelona.
Una elección en absoluto casual que ilustra la filosofía y raíces de este proyecto comunicativo, surgido desde, por y para los movimientos sociales catalanes. Hablamos sobre todo ello con Jesús Rodríguez y Manu Simarro, miembros respectivamente de la generación que inició la andadura de la información alternativa en la década de los 90 con apuestas como el boletín informativo mural Contrainfos y la que se ha incorporado más tarde. Enlazan sus respuestas en simbiótico tándem y nos transmiten esa pasión que generan los sueños labrados a mano y desde abajo. Per molts anys, Directes!
DIAGONAL: ¿Qué balance hacéis de estos cinco años?
JESÚS RODRÍGUEZ: Nos pasamos dos años preparando el proyecto y durante este tiempo no pensábamos que tardaríamos tanto en conseguir las suscripciones que tenemos, que a día de hoy son 1.348. Hicimos cálculos y creíamos que en dos años tendríamos la cifra de suscriptores que hace viable el proyecto.
Pero la gente que arrancamos el periódico no teníamos prisa ni demasiadas expectativas en cuanto a tener una salida laboral con el proyecto, creíamos que si esto no era posible encontraríamos otras formas de autogestionar nuestras vidas y dedicaríamos horas a la Directa.
MANU SIMARRO: La eterna batalla para consolidar el proyecto y convertirlo en un medio de autogestión, pero además hacer información crítica, alternativa, es decir: periodismo. Porque eso es lo que hacemos, y no lo que hacen otros. El estado de los medios es tan escandaloso, excepto algunas honrosas excepciones que son la alternativa, que intentando hacer periodismo alternativo estamos haciendo periodismo de verdad, en el sentido de pedir explicaciones al poder, ir más allá, buscar las versiones no oficiales…
J.R.: A nivel de la cosmología temática que se trata en medios como Directa, ha habido un cambio crucial de cómo se entiende el funcionamiento del mundo y como lo explicamos: temas que antes eran minoritarios devienen importantes, elementos como cuándo se acaba el petróleo, la gestión de los recursos y su planteamiento, la burbuja inmobiliaria, la vivienda… han caído por su propio peso. El status quo antes se reía y cuestionaba a quien abordaba estos temas, ahora son el centro del debate en los grandes medios. Nuestro mérito es que hace cinco años ya hablábamos de ello.
M.S.: Hace más de un año nos fusionamos con Illacrua, y la incorporación de sus Quaderns ha aportado un elemento de análisis y reflexión que hacía falta en el semanario, la gente nos decía que le deprimía leerlo porque es una visión real y dura de la realidad. Ahora incorporamos un amplísimo abanico de propuestas y alternativas de los movimientos sociales, analizamos a fondo personajes relevantes.
J.R.: Desde la producción de cerveza artesana a la educación pasando por el análisis de cómo se organizan las asambleas de barrio desde la bases, cuestiones de salud y filosóficas de cualquier tipo. Damos una respuesta a la crítica, desde el “y mientras tanto, ¿qué?”.
D: ¿Qué recuerdo tenéis de los inicios?
J.R.: Pensamos cómo hacer un periódico decidiendo tanto la distribución como la maquetación, la fotografía, la ilustración…para que no sólo fuera una apuesta de inversión económica y lograr suscriptores, sino que todas las facetas eran importantes y por eso dedicamos tanto tiempo a pensarlo. Como funcionamos internamente, la toma de decisiones sobre los contenidos, el trato con el punto de venta y la gente que pone publicidad también son el periódico, no sólo las noticias.
M.S.: Es una visión integral del periodismo. Hacer la Directa de forma militante. La inmensa mayoría de personas que participan en el periódico lo hacen voluntariamente. No sólo escribes artículos, sino que participas en las obras del local, distribuyes periódicos en un punto del país… a un periodista de El País se le estropea un ratón y llama al técnico. No esperamos que la gente que se acerca al proyecto venga sólo del periodismo, hay un período de conocimiento, autoaprendizaje, rodaje en fotografía… Es mi caso, por ejemplo.
Entras desde la curiosidad y la admiración y ves que sí, es un tótem, pero por dentro es un colectivo de personas con quienes aprendes no sólo a hacer periodismo, sino a tomar decisiones, a tener en cuenta a los demás, superar la profesionalidad de los medios que son empresas donde los trabajadores no sienten el proyecto como suyo. Aquí la gente sabe que tiene la misma voz y voto que el resto del colectivo. Siento que hay ciertas voces que generan más respeto porque llevan más años pero nunca se ha menospreciado la opinión de alguien que acaba de llegar, y eso en un medio habitual no pasa.
El trato con el punto de venta y la gente que pone publicidad también son el periódico, no sólo las noticias
D.: ¿Cuáles son vuestros retos y deseos de futuro?
M.S.: A muy largo plazo, es que algún día la Directa sea más que un semanario. Nos hemos marcado tres grandes metas: la primera, la aparición de la nueva web de actualización diaria, que saldrá en septiembre, y éste es un reto colectivo tanto a nivel organizativo como de fotografía y redacción. Supondrá la colaboración con otros colectivos que están en funcionamiento como la Tele de Okupem les Ones.
D.:¿Hacia la integración de medios?
M.S.: Más bien, un cierto acercamiento, desde la experiencia de la Agencia de Información 29-s venimos trabajando en esa línea, ya que hay muchos medios alternativos. Después, como complemento a la Directa, el club del suscriptor, establecer una relación más directa, ofrecerles ventajas como descuentos en compras en lugares como la cooperativa Malea, por ejemplo, hacerles más partícipes. Por ejemplo, en el número 200 entrevistamos a 200 suscriptores y suscriptoras.
Y el tercer reto, la publicación de un libro de unas 100 páginas en que la Directa hará un resumen analítico de la situación del mundo desde prismas como la economía, las migraciones, la vivienda… y un repaso a las alternativas que en cada campo se plantean desde los movimientos sociales.
J.R.: Casi una Directa enciclopédica, vamos.
D.: En Twitter habéis propuesto que la gente mencione una cosa buena del semanario y una mala. ¿Podéis decirlas vosotros en titulares?
J.R.: Una buena, que nunca hemos aspirado a mucho pero no renunciamos a nada, y eso es bueno. Una mala, que con las prisas a veces la labor de contraste se queda en el intento. Hemos reproducido tics del periodismo clásico, el hablar sólo con una fuente de información, y a veces hemos metido la pata.
M.S.: La buena, la capacidad de aportar información y análisis sobre los argumentos de los movimientos sociales, y de ir más allá. La negativa, la poca implantación en Mallorca y Valencia.
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