EL CENTRO IZQUIERDA APROVECHA PARA CALENTAR MOTORES ANTES DE LAS ELECCIONES
Huelga general y generalizada en Italia

Italia vive dos convocatorias de huelga general en noviembre, con el sindicalismo de base dividido . Los paros
denuncian las reformas económicas y educativas del Gobierno de Berlusconi, aunque la izquierda alternativa extiende
las críticas a su política exterior . El país afronta las próximas elecciones sumido en la recesión económica

10/05/06 · 20:27
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DIVISIONES. El sindicato Cobas, central de base surgida en los años 90, no ha secundado las convocatorias que han planteado
este mes otros sindicatos combativos al margen de los mayoritarios.

La situación política y económica
de Italia vive un
gran momento de crisis
con un Gobierno que, después
de los daños realizados en su
legislatura, está preparado para dar
el último golpe en un escenario preelectoral.
Sólo en los últimos tres
meses el Gobierno nos ha sometido
ya a tres versiones del documento
Programa Financiero 2006, porque
ni siquiera sus ‘finanzas creativas’
conseguían cuadrar las cuentas con
la aprobación de la Reforma Moratti
en la escuela y en la universidad y
con la defensa de los Centros de
Permanencia Temporal (CPT). La
Ley Moratti ataca directamente la
instrucción, la formación y el trabajo
en todos los ciclos escolares, subordinándolos
a las leyes del mercado.
Además, el Gobierno ultima
la aprobación de la ‘Devolution’, necesaria
para crear mayores diferencias
territoriales.

En este contexto, se añaden las
oposiciones políticas que están más
preocupadas por definir los márgenes
a favor de su propia campaña
electoral, de hecho ya iniciada. El
centroizquierda, candidato a suceder
a Berlusconi, ya ha declarado
que no derogará la contrarreforma
Moratti, que no cerrará los CPT, que
modificará pero no anulará la Ley
Biagi, que no tasará las operaciones
financieras, que posiblemente
retirará gradualmente las tropas
italianas en Iraq, pero no de otros
escenarios de guerra, y que continuará
con las políticas de privatización
de servicios en consonancia
con la directiva Prodi-Bolkestein.

Presión de base

Parece coherente reconocer cómo,
en estos momentos, la oposición italiana
la está desarrollando el pueblo.
Es el caso de las movilizaciones
contra el Tren de Alta Velocidad
(TAV) en Val de Susa, donde también
hay un gran posicionamiento
institucional, pero cuyo motor proviene
de los comités de base que
desde hace años no han dejado de
contestar el plan del TAV.

Por otro lado, el éxito de la manifestación
estatal del 15 de octubre
contra la directiva Prodi-Bolkestein,
que reunió en Roma a 50.000 personas,
representa un paso significativo
para un movimiento que tendrá
que contrarrestar la política neoliberal
de la UE.

Por estos motivos, la exigencia de
una huelga asume características
particulares por la etapa en la que
se enmarca, donde varios componentes
de este movimiento que
ha visto una fuerza particular en los
pasados años tienden (también a
nivel transnacional) a continuar el
camino y se integran mal en un
proceso complejo. Asumiendo este
proceso como algo probablemente
inevitable, en una etapa tan difícil
para un movimiento que debe superar
un sentimiento de impotencia
después de las manifestaciones
mundiales contra la guerra, hemos
decidido elegir otra vía.

Los Cobas por tanto, no contrapondrán
convocatorias, porque es
importante que el 25 de noviembre
una gran masa de trabajadores haga
huelga y esté en la plaza. Esto no
significa aplanarse a posiciones y
palabras de tipo preelectoral que no
nos pertenecen; es más, la manifestación
nacional del 25 de noviembre
en Roma es, obviamente, contra
el Gobierno de Berlusconi, pero
quiere enviar sobre todo una advertencia
al centroizquierda que se
propone seguir con las políticas
neoliberales.

En esta situación, los grandes sindicatos
confederales (CGIL, CSIL y
UIL) se aferran a una pequeña huelga
de cuatro horas que les llevará a
generar simbólicas fuerzas locales,
listas para aplaudir las políticas liberales
promovidas también por el
centroizquierda.

La Confederación Cobas está
trabajando para que el 25 de noviembre
sea una jornada de lucha,
una huelga general y generalizada
construida sobre una plataforma
social y antiliberal, basada en la
demanda de fuertes aumentos salariales,
la defensa del sistema público
de pensiones y en la lucha
contra la precariedad con la derogación
del paquete Treu y de la
Ley Biagi, la derogación de la contrarreforma
de la escuela y de la
universidad y la abolición de las
leyes sobre la paridad y autonomía
escolar promovidas por el precedente
Gobierno del centroizquierda;
la defensa del carácter
público de la sanidad, educación,
vivienda, transporte, energía y comunicaciones;
la derogación de la
Ley Bossi-Fini sobre la inmigración
y el cierre de todos los CPT,
también creados por el anterior
Gobierno; la retirada inmediata de
las tropas de Iraq y de todos los escenarios
de guerra; y la cancelación
de la directiva Prodi-
Bolkestein y de todas las directivas
antisociales europeas.

Tags relacionados: Huelga general TAV
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