14 DE NOVIEMBRE I
Huelga general contra la austeridad de la troika

Distintos movimientos europeos valoran la convocatoria y las formas de coordinación entre las poblaciones de la UE.

, Redacción
03/12/12 · 12:02
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En marzo de 2011, el Consejo Europeo, la reunión periódica que mantienen los jefes de gobierno de los países de la Unión Europea, plasmaba en un documento, conocido como “Pacto del Euro”, las grandes líneas de las políticas de austeridad que se han implantado en los países afectados por la llamada “crisis de la deuda”. Es el documento base del que se derivan las medidas consignadas en los diferentes memorandos que han firmado los Estados “rescatados” por la UE, y también las recetas que han aplicado gobiernos como el de Monti en Italia o el de Rajoy, y fue firmado por los 17 estados que tienen al euro como moneda de curso legal.

No obstante, antes de la firma de ese documento, en Grecia ya se habían implantado algunas de estas directrices. A cambio de recibir 110.000 millones de euros en mayo de 2010, el Gobierno griego se comprometió a un plan que incluía, entre otras cosas, una reducción de sueldo a funcionarios, una disminución de pagas a los pensionistas, una subida del IVA y de los impuestos que gravan el tabaco, el alcohol y los carburantes, además de un plan progresivo de privatización de empresas públicas y venta de patrimonio. El desmantelamiento del Estado se concretaba en el compromiso de despedir a 150.000 empleados públicos en dos años; si sólo se tiene en cuenta la proporción de habitantes esto correspondería a 700.000 en el Estado español. Las medidas incluyeron asimismo el recorte del salario mínimo desde 751 euros a 580 euros, 510 euros para los menores de 25 años. Un año más tarde llegó el segundo “rescate”, a cambio de otro paquete que incluía más privatizaciones de empresas públicas y nuevas subidas de tasas.

Además de todas estas medidas, los presupuestos tienen que ser aprobados por la troika (Unión Europea, BCE y FMI) antes de ser votados en el Parlamento y supervisores de la Comisión Europea se han instalado permanentemente en Atenas. El rescate de Grecia arroja cifras contundentes: el desempleo se ha duplicado, los salarios han bajado un 30% y se han disparado el número de personas sin hogar y de suicidios.“Actualmente Grecia es una olla a presión. Con las medidas de austeridad adoptadas, la población en general es incapaz de sobrevivir dignamente”, así resume las consecuencias de estas medidas Fani Tsioumpekou, activista del colectivo anarcosindicalista Rocinante.

“RESCATES” Y CHANTAJES

Las políticas de austeridad se han extendido por los diferentes Estados en problemas, con independencia de que hayan solicitado el “rescate” total, parcial o, como en el caso italiano, hayan visto como las instituciones europeas instauraban un gobierno tecnocrático. Tras el “rescate” griego llegó el irlandés y posteriormente, ya con el Pacto del Euro en vigor, el de Portugal. En el caso irlandés, se estableció un plan para reducir el número de funcionarios y los días de vacaciones de los empleados públicos, suprimir organismos y una subida de impuestos directos e indirectos, además de implementar medidas de captación de capitales transnacionales a través de ventajas fiscales aún más profundas de las que ya tenía el antiguo tigre celta.

En el palacio de San Bento, sede del gobierno de Portugal, se replicaron las condiciones impuestas a Grecia con privatizaciones, supresión en las pagas extras a funcionarios y pensionistas, una subida del IVA, y un ataque vía impositiva sobre los salarios: los trabajadores con ingresos menores a 7.000 euros anuales sufrirán en 2013 una retención del 14,5% de su sueldo, mientras que los salarios comprendidos entre esa cantidad y los 20.000 euros verán aplicada una tasa que alcanzará el 28,5%de su salario.

EL “NO” RESCATE DE ITALIA

Frente a esta agresión a escala europea, el activista Joao Camargo, de la organización portuguesa Precários Inflexíveis, cree que “lo que une todos estos pueblos (y podría unir otros más, por supuesto) es una necesidad absoluta de resistir, de organizarse, de avanzar contra todas esas políticas destructivas que quieren volver atrás ochenta años en la vida colectiva y económica de nuestras sociedades”. Mirko, economista participante en la escuela popular del Centro Social Cortocircuito, de Roma, recuerda que “esta política económica está imitando los planes de ajuste estructural que se aplicaron en los países africanos y latinoamericanos en los ‘80 y ‘90”, y cita el caso de Uganda, que “pagaba en los años ‘90 doce dólares de deuda por cada dos que se gastaba en garantizar la Sanidad”.

CONTESTACIÓN A LA AUSTERIDAD

La contestación en la calle ha sido diferente en cada uno de los Estados, con mayor o menor presencia y participación de la sociedad. Aunque hayan arrancado pequeñas victorias, no han logrado torcer la senda de austeridad impuesta desde la troika. No obstante, la batalla no está concluida y las movilizaciones van a más. En Grecia, las huelgas generales continúan sin que decaiga la participación, “el número de trabajadores que siguen participando en las huelgas hasta la fecha es proporcionalmente adecuado, especialmente si se tiene en cuenta que se convocan bastante a menudo”, comenta Fani Tsioumpekou. La próxima, de 48 horas, convocada antes del cierre de esta edición, será el preludio de las movilizaciones del 14 de noviembre.

“La movilización general europea se percibe como una gran oportunidad para seguir demostrando el rechazo a las medidas de austeridad”, valora Tsioumpekou, aunque cree que hay riesgos en focalizar únicamente las protestas contra la troika y sus imposiciones, “echar la culpa (sólo) a la troika es de una lógica muy simple, ya que sólo sigue las consecuencias del capitalismo en sí. Por el contrario, estamos convencidos de lo que ha sido ya evidente para la mayoría de las personas: la simplificación excesiva de que Alemania y Merkel son los ‘malos’ y todos los políticos están tan pringados que deben ser castigados, ha llevado a los neonazis Amanecer Dorado a obtener un 7% en las últimas elecciones y a crecer hasta el 20% en las encuestas . Es crucial para los movimientos echar un vistazo a sus raíces y darse cuenta de que el enemigo real es el propio capitalismo, y las medidas de austeridad son sólo el resultado”.

En Portugal, la contestación a las políticas de austeridad de forma masiva es un fenómeno más reciente. Joao Camargo comenta que “para nosotros las protestas del 15 septiembre –en las que un millón de personas rodearon el parlamento– y todas las grandes manifestaciones que siguieron (29 septiembre, 13, 15 y 31 de octubre) han sido muy importantes para terminar con el consenso que la troika y la austeridad han podido despertar”. De hecho, para Camargo, ese consenso “está muerto. Este gobierno se sostiene solamente por la troika y Merkel”.

En Italia, los sectores movilizados encuentran dificultades para que la población identifique al gobierno Monti con la gobernanza neoliberal europea. Duccio Mellaro, del colectivo Global Project, cree que “la tenemos metida en casa, pero los italianos no perciben que sea la troika la que decide, sino que es el gobierno de Italia”. Para Mellaro, “es difícil hacer entender que cuando habla el gobierno está hablando la troika”. El activista también es crítico con la respuesta de los sindicatos de concertación locales, que cree que “no han puesto en problemas a la troika como en España o Grecia”.

HUELGA INTERNACIONAL

Por primera vez en la historia de la Unión Europea se ha convocado simultáneamente una jornada de paros en diferentes Estados, con una reivindicación común. Chipre, Malta, Portugal, Italia y el Estado español vivirán una jornada de huelga general que será apoyada con movilizaciones en Francia, Grecia y huelgas sectoriales en la Bélgica francófona.

Para Angela Balzano, del centro social TPO, de Bolonia, “lo importante es que sobrepase las realidades concretas y reales de los diferentes territorios y consigamos una señal potente y única de una huelga europea con unas líneas comunes que permitan la autonomía de cada territorio, pero construyan un lugar común en la protesta”. Angela cree que “construir una red por la alternativa real, que ponga en conflicto la crisis del viejo wellfarestate y el mundo del trabajo para construir alternativas, requiere un trabajo constante, no se puede desarrollar en un día o dos, nos llevará más allá del 14N”. La idea es que “a nivel europeo se construya esta carta de derechos del común como forma de poner en conflicto el viejo Estado del bienestar “.

Para Joao Camargo, la convocatoria del 14N a nivel europeo “es un paso muy importante, algo que creemos que cambiará la naturaleza del combate a la austeridad, la troika y la miseria generalizada que es el plan para todos nosotros en el futuro”. El activista portugués cree que “será la primera experiencia. En el futuro tendremos más huelgas generales internacionales y quizá de toda Europa”. Mirko considera que “para Monti y los neoliberales, la economía es lo primero, lo social es secundario, y lo que hay que construir es un proyecto político que lleve el sentido contrario, es decir, que lo social es lo primero, y la economía es una parte subordinada a lo social”. En el caso italiano, el sindicato CGIL ha convocado el paro para media jornada, cuatro horas, algo que critican los activistas italianos, que intentarán desbordarla. Duccio Mellaro afirma que “estamos listos y teníamos la necesidad de buscar un momento de acción en el que poder ligar la lucha local con una mirada europea”. Angela valora la convocatoria como necesaria para sujetos que no están representados por los sindicatos, trabajadores precarios, migrantes, cognitariado, etc., que “por sí mismos no pueden convocar huelgas, pero están dispuestos y con la necesidad de luchar, de salir a la calle, y de generar una alianza con los sindicatos que convocan la huelga y construirla en conjunto”. Angela se refiere a los sindicatos de base, que han convocado huelga para toda la jornada, que será descentralizada.

HUELGA SOCIAL Y LABORAL

“Tenemos que reapropiarnos de la huelga, trabajamos con lemas como la huelga es tuya, nuestra, de todos, europea, con la idea de que no sólo sea monopolio del sindicato”, apunta Mirko, que cree que debe ser “una huelga no sólo contra, sino una huelga para demostrar que se puede vivir de otra forma, que la ciudad viva de otra manera ese día”. El activista comenta que en su territorio han experimentado ese tipo de movilizaciones porque “es una forma de repensar la ciudad ese día, con huelgas de movilidad, no usar el transporte público; o que se generen iniciativas como guarderías populares para que los padres puedan ir”.

Desde Precarios Inflexibiles quieren interpelar a trabajadores precarios. Joao apunta que “nosotros intentamos hacerles conocer sus derechos, distribuyendo información, haciendo vídeos y haciendo pública la presión patronal. Pero muchos no pueden participar por miedo e imposibilidad financiera. Por eso, intentamos hablar con ellos y ellas, hacemos invasiones de sus centros de trabajo y les invitamos a las manifestaciones de la tarde, que es algo que en Portugal ha empezado a hacerse ahora”.

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HACIA LA HUELGA GENERAL. El 27 de octubre fue un anticipo de la movilización de noviembre. / Olmo Calvo
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