La banca internacional acepta una quita de hasta un 53% de la deuda griega. El nuevo programa europeo de ayuda monetaria dependía de este acuerdo y de la exigencia de nuevos recortes.
Bélgica y Holanda aprovechan la recesión para nuevos recortes
Inversores privados que poseen el 85,8% de los bonos regidos bajo leyes griegas aceptaron anoche perdonar al país heleno la mitad de su deuda (53,5%), es decir, rebajar el precio de esos bonos a la mitad. De esta manera, Grecia evita la quiebra y supera el escollo para que la UE active definitivamente el segundo plan de rescate –de 130.000 millones de euros-, condicionado a la reestructuración de la deuda del país.
Con ese 85,8% de aceptación, Grecia supera el mínimo exigido (66%) para poder aplicar las cláusulas de acción colectiva, según las cuales, si dos tercios de los inversores aceptan el acuerdo, el resto debe también asumir las pérdidas.
A esos inversores privados que controlan el 85,8% de la deuda se sumaron otros poseedores de deuda del país heleno, pero regidos por leyes distintas a la griega. Entre ambos grupos, el volumen de los bonos llega hasta los 197.000 millones de euros, el 95,7% de los 206.000 millones de deuda reestructurada.
La reestructuración se traduce en pérdidas del 74% para los acreedores, que tendrán que cambiar sus bonos por otros de valor inferior, un interés más bajo y un mayor plazo de vencimiento. Mientras, para Grecia, la quita supone poder reducir su deuda pública en más de 100.000 millones de euros.
comentarios
1