Aznar ha empleado su
presencia en el mundo
académico para influir
en la política americana.
Ahora, el expresidente
cambia la Universidad
de Georgetown por la
Johns Hopkins.
- Aznar en Georgetown (Foto: Josep Tomás)
Apenas un año después de su salida
del Gobierno, José María Aznar se
incorporó como profesor asociado
a la más antigua universidad católica
de EE UU, la prestigiosa Georgetown.
El hecho sorprendió a la
comunidad docente en EE UU, dado
que Aznar carece de experiencia
académica y su dominio del inglés
es reciente y deficitario. Para
muchos esta incorporación es el
pago a su incondicional fidelidad
hacia el expresidente George W.
Bush y la implicación española en
la última ocupación de Irak.
En Georgetown, el flamante académico
español fundó el Latin
American Board’s Global Competitiveness
Leadership Program,
a través del cual se emiten certificados
académicos complementarios
a otros programas más intensivos.
Sin embargo, la singularidad
de este programa radica en su fuerte
contenido ideológico, lo cual
marca el perfil diferenciado de su
alumnado.
El área más activa del programa
está dedicada a liderazgos
y competitividad global, por el
cual se pretende formar a nuevos
líderes políticos, sociales y empresariales
en América Latina. A él
llegan anualmente medio centenar
de estudiantes provenientes de
España, Portugal y América Latina,
y en su desarrollo colaboran destacados
personajes, como el ideólogo
neoliberal Francis Fukuyama, el
conservador Vargas Llosa, el empresario
antichavista Pedro Burelli
o el dirigente anticastrista Orlando
Gutiérrez. Los programas impartidos
rescatan la esencia doctrinal
del neoliberalismo.
Estos estudiantes vuelven a sus
países tras cuatro meses de formación,
incorporándose en gran parte
a los think tanks nacionales asociados
a la FAES. Otros intervienen en
el sector privado y algunos reproducen
en espacios académicos locales
los aprendizajes recibidos en
Georgetown.
Discípulos y proselitismo
Los discípulos de Aznar son reconocibles
en fundaciones e instituciones
de perfil conservador por
toda América Latina. Ése es el caso
de la presidenta de la pinochetista
Fundación Libertad en Chile;
del fundador de la boliviana
Funbolíder, quienes imparten el
programa de Georgetown en
Bolivia; o del presidente de la
Fundación Ecuador Libre, un grupo
de presión neoliberal al servicio
de Guillermo Lasso, segundo
banquero del país y aspirante a
presidente.
En su último curso en Georgetown,
Aznar congregó a estudiantes
de 16 países de América
Latina. Para formar parte de este
selecto club, no se puede sobrepasar
los 34 años, hay que residir
en Latinoamérica, dominar el inglés
y disponer de un pregrado
universitario. El programa de
Aznar se reserva el derecho a rescindir
el certificado académico en
caso de que los estudiantes no
cumplan con volver a sus países y
poner en marcha el aprendizaje
adquirido.
Durante sus seis años en
Georgetown, Aznar ha gozado de
autonomía plena respecto al rectorado,
por lo que ha estado eximido
de ajustarse a los estándares académicos
de la institución, bajo la
justificación de que alumnos llegan
becados. El expresidente español
edita también una revista
universitaria dedicada a temas
políticos, en la cual participan
varios expresidentes latinoamericanos,
como Vicente Fox, Henrique
Cardoso, Andrés Pastrana, Ricardo
Lagos, además del propio Aznar.
En sus páginas se pueden leer
perlas como ésta: “El Estado debe
renunciar a su rol primario de
desarrollar el país, limitándose a
establecer las bases adecuadas
para que los actores económicos
alcancen la eficiencia y competitividad
necesaria en un mercado
globalizado”.
El programa de Aznar desarrolla
cuatro módulos de liderazgo: político,
social, económico y personal.
Los estudiantes son llevados durante
el curso al Capitolio, la Organización
de Estados Americanos, el
Pentágono, el Departamento de
Estado, o a varios think tanks neoliberales
como Cato Institute y el
National Democratic Institute. Este
último ha sido denunciado en varios
países latinoamericanos por injerencia
y desestabilización política.
El hecho no sorprende, dado
que en el directorio de este programa
académico son reconocibles políticos
progolpistas como la venezolana
Rosa Rodríguez o el multimillonario
Gabriel Cisneros, quien cedió
sus oficinas en Caracas para la
instauración del Gobierno ilegítimo
de Pedro Carmona en 2002. Recientemente,
Cisneros hospedó en una
de sus fincas ubicada en República
Dominicana a Aznar y la saga de
los Bush, junto a otros líderes conservadores
latinoamericanos.
Aznar ha sido galardonado hace
unos días con el Distinguished
Fellow del School of Advanced
International Studies de la Universidad
Johns Hopkins. De esta manera,
Aznar abandona Georgetown
para integrarse a la Johns Hopkins,
donde liderará la Atlantic Basin
Initiative del Centro de estudios
transatlánticos.
Artículo relacionado:
- [Aznar, el nuevo gurú de la derecha latinoamericana->15253]
comentarios
0