PANORAMA // SITUACIÓN POLÍTICA EN ISRAEL
Gaza o el camino del genocidio

Este activista israelí analiza las motivaciones internas que
desencadenaron la operación militar sobre Gaza, apenas
un mes antes de las elecciones generales en Israel.

08/01/09 · 0:00
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Israel ha declarado que el objetivo
de la presente contienda es
forzar a Hamas a aceptar las
condiciones israelíes para un alto
el fuego. Israel demanda que el gobierno
Hamás en Gaza acepte su aislamiento
geográfico mientras los pasos
de frontera con Egipto e Israel
queden cerrados excluyendo solamente
ayuda humanitaria. Adicionalmente,
Israel demanda la presencia
de fuerzas multinacionales que
velen por la ejecución que los nuevos
acuerdos de cese de fuego.
Pero la presente contienda tiene
también objetivos no declarados.
El primero es restaurar la desgastada
credibilidad de las fuerzas armadas
de Israel y reestablecer su
poder político como partido militar.
El segundo es establecer la posición
política del ministro de Defensa,
Ehud Barak, frente a las elecciones
del diez de febrero.

La campaña electoral del Laborismo
se centra en la construcción de la
imagen de líder de Ehud Barak. La
presente contienda pretende establecer
esta imagen ya que la ofensiva
está liderada por Ehud Barak, ministro
de Defensa; Ehud Olmert, primer
ministro, pero que no se presenta a
reelección y Gabi Ashkenazi, jefe de
Estado Mayor del Ejército. Esta agresión
deja de lado a Tzipi Livni, ministra
de Asuntos Extranjeros, que no
estuvo al tanto de las resoluciones, y
Benjamin Netanyahu, líder de la oposición.
Ni una ni el otro comparten el
poder de decisión sobre el futuro de
la contienda y su papel se limita al de
observadores.

El objetivo no sería la elección de
Ehud Barak como futuro primer ministro,
ya que el laborismo no podrá
lograr más que 15 escaños en febrero,
sino asegurar su lugar como futuro
ministro de Defensa.
Si bien Barak se presenta a las
elecciones como candidato del Partido
Laborista, él ejercerá en el próximo
Gobierno como representante
de los intereses del partido militar.
Tal como ya se ha visto durante el
Gobierno actual, es de esperar que
el ministerio de Barak funcionará
como un cuerpo autónomo que ejecuta
los intereses burocráticos, económicos
y políticos de las fuerzas
armadas. Las fuerzas armadas están
dispuestas a secundar a Barak, ya
que es el único con capacidad de representar
sus intereses.

Dada la disparidad de las fuerzas
en acción en el Negev occidental y
en Gaza es imposible definir como
guerra los eventos de esta última escalada
en el conflicto. Mientras que
en sólo cinco días Israel ha matado a
cientos de palestinos y ha destruido
las estructuras civiles de Gaza, los
cohetes que lanzan los palestinos
pueden crear solamente cierto pánico
en la población civil israelí. La disparidad
de fuerzas en este caso es
mayor que la que vimos en verano
de 2006, cuando la capacidad de fuego
del Hezbola llegó a paralizar las
actividades civiles en el norte de
Israel. Eso no ocurre en este caso.

Genocidio o derrota

Por otro lado, la asimetría del conflicto
hace imposible la victoria de
Israel. La manera en que se desarrollen
los actuales eventos en la
Franja de Gaza es secundaria. El
hecho es que, para vencer, Hamás
sólo precisa seguir existiendo al final
de la contienda.

El carácter de ultimátum de las demandas
de Israel propone a Hamas
elegir entre la humillación y la muerte.
Pero esto fuerza a Israel a elegir
entre el genocidio y la derrota.
En las elecciones de enero de 2006
Hamás se estableció como la principal
fuerza política en los territorios
que Israel ocupó en 1967. En la contienda
de Gaza, Hamás se establece
como líder del movimiento palestino
de liberación nacional.
Fatah y la autoridad palestina tienen
que elegir si aparecer como colaboracionistas
de Israel o aceptar el
liderazgo de Hamás en la lucha por
la liberación nacional. Los cuadros
de base de Fatah han aceptado prácticamente
el liderazgo del Hamas; la
burocracia de la Autoridad Palestina
y los cuadros superiores de Fatah todavía
no están decididos. Tienen
tiempo hasta el fin de la contienda.
Para Israel el único camino abierto
hacia una victoria militar es el camino
del genocidio, y eso es lo que
demanda la opinión pública israelí a
través de la prensa en hebreo. Cualquier
otro resultado sería percibido
como una derrota similar a la del
Líbano, donde Hezbolá triunfó y se
estableció como líder nacional al sobrevivir
a la ofensiva israelí.

Ya que los gobiernos de Norte no
tienen voluntad política y no la tendrán
hasta que sea demasiado tarde,
la responsabilidad recae sobre
los hombros de la sociedad civil.
Solamente una movilización masiva
que marque el precio que Israel
tendrá que pagar en caso de que se
recrudezca la ofensiva, podrá hoy
frenar el desarrollo nefasto de las
políticas israelíes.

* Sergio Yahni, es director de programas
del Alternative Information Center
(AIC), una organización palestina-israelí
con sede en Bet Sahur y Jerusalén.

Tags relacionados: Genocidio Hamás Militarismo
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