ITALIA // LOS MOVIMIENTOS SOCIALES SE REORGANIZAN
El fin del G-8

Mientras la canciller alemana Angela Merkel opina que el G-8 se ha quedado obsoleto, los movimientos sociales preparan alternativas reales a la crisis sistémica.

09/07/09 · 13:18
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En 2001, 300.000 personas se movilizaron
en Génova contra la cumbre
del grupo integrado por Alemania,
Canadá, EE UU, Francia, Italia, Japón,
Reino Unido y Rusia. La decisión
de Silvio Berlusconi de desplegar
unos dispositivos de seguridad
inéditos para reprimir las protestas,
ayudó al movimiento antiglobalización
a mostrar la ilegitimidad del
club de los ocho países más industrializados
y militarizados del mundo.
Pero el coste fue alto: la policía
hirió a cientos de personas y asesinó
a Carlo Giuliani. Ocho años más tarde,
activistas de unas 70 organizaciones
internacionales participan en
Cerdeña, en el encuentro G8? No,
grazie: Gsott8! (un juego de palabras
que significa “grupo de abajo”).

“Hemos generado un debate sobre
cómo organizar la transición para
salir de la crisis del actual modelo
de desarrollo”, comenta Elena
Gerebizza, una de las organizadoras
del foro contra la cumbre que se celebra
entre el 8 y el 10 de julio en la
Academia Militar de L’Aquila. “El
tiempo de las clásicas contra-cumbres
se terminó”, sentencia Antonio
Tricarico, militante de la Campaña
por la Reforma del Banco Mundial,
una de las promotoras del Gsotto.
“Tras Génova nos olvidamos de la
organización a largo plazo, ahora estamos
en un contexto completamente
distinto, la crisis nos está marginalizando
todavía más, y tras el auge
de movilización, tenemos que concentrarnos
en la auto-organización”,
añade.

De Cerdeña a Abruzzo

El G-8 se iba a reunir en Cerdeña, pero
Berlusconi trasladó la sede de la
cumbre a L’Aquila, ciudad destruida
en abril por varios terremotos que
costaron la vida a cerca de 300 personas
y dejaron a más de 60.000 sin
casa, de las cuales 15.000 siguen viviendo
en tiendas de campaña. Esta
fue una de las razones que llevó a la
población de Abruzzo, la región afectada,
a pedir a los movimientos que
no acudiesen a L’Aquila para protestar
contra el G-8. Algunos grupos
consideraron que alejar la manifestación
de allí era caer en una trampa
que había tendido el Gobierno para
quitar fuerza a las protestas, aunque
la mayoría aceptó el reto de organizar
acciones descentralizadas.
En solidaridad con la gente que vive
en estos campamentos, rodeados
de militares y sin servicios básicos
como el agua, redes de ciudadanos,
asociaciones, sindicatos y comunidades
de Abruzzo han organizado el 7
de julio el Foro para la Reconstrucción
Social. “Queremos que se
haga visible en las protestas contra
el G-8 la situación de L’Aquila y se
conozcan las demandas de la población”,
enfatizó durante la inauguración
del Gsotto Alfredo Fegatelli, del
sindicato FIOM-CGIL, que, como
afectado por el terremoto, vive en el
campamento. Fegatelli denuncia que
el Gobierno invierte fondos públicos
y servicios de protección civil en el
confort de los invitados del G-8.

“No están reconstruyendo los espacios
sociales, nuestros hijos no tienen
colegios”, protesta este sindicalista.
Berlusconi ha impuesto en la
región una economía de choque que
pretende desarrollar nuevos complejos
urbanísticos especulativos. “Queremos
viviendas definitivas, no provisionales”,
exige Fegatelli. Los partidos
de izquierda, divididos y soportando
la presión de haber desaparecido
de las instituciones, han
convocado el 10 de julio una manifestación
contra el G-8 en L’Aquila,
en contra de la voluntad de los autóctonos.
Un hecho que los medios
de comunicación han utilizado para
desprestigiar las protestas. “Es una
expresión de la división que sufre el
movimiento social y político italiano
ante el nuevo escenario”, opina Monica
Di Sisto, de la ONG Fair, “tras el
pico de 2001 se instauró mucho individualismo”,
observa Di Sisto, “el
movimiento se transformó en distintos
ríos y ahora debemos volver a conectarlos”.
La antiglobalización se
transformó en redes de comercio justo,
agricultura ecológica y grupos de
consumo, de los que hay más de
4.000 en todo el país, cuenta Di Sisto.
“Por eso hemos organizado el
Gsotto, un espacio libre para confrontar
las ideas y trabajar juntos”.


Manifestación contra la base

El 4 de julio, diez mil
manifestantes protestaron
contra la base militar
de EE UU en Vicenza,
una de las más grandes
de Europa. La protesta
fue violentamente reprimida
por la policía, que
lanzó gases lacrimógenos.
Esta manifestación,
convocada por el movimiento
No Dal Molin alzó
la voz para evitar la
ampliación de la base
militar al antiguo aeropuerto
Dal Molin, algo
que los habitantes de la
ciudad han rechazado en
referéndum. “Nuestra
intención fue atravesar la
línea roja y entrar en la
base”, declaró antes de
comenzar la marcha Cinzia
Bottene, portavoz de
No Dal Molin. Por otra
parte, el 7 de julio, se
han organizado bloqueos
en los aeropuertos de
Roma, donde está previsto
que aterricen los líderes
políticos del G-8, dentro
de una intensa
movilización en Roma
contra esta cumbre.

Más información sobre las movilizaciones contra el G-8

[Movilizaciones contra la cumbre del G-8 en Italia->http://www.nodo50.org/Movilizaciones-contra-la-cumbre.html]

[G8 Italia: Continúan las movilizaciones contra el G8 y por la liberación de los detenidos->http://www.lahaine.org/index.php?blog=3&p=39062]

[Página de Indymedia Italia dedicada al G-8->http://g8.italy.indymedia.org]

[G8: de Génova a L'Aquila.
_ La cumbre del G8 en L'Aquila marca su regreso a territorio berlusconiano siete años después de la cumbre de Génova, donde se escribió una de las páginas significativas del movimiento altermundialista->http://www.kaosenlared.net/noticia/96234/g8-de-genova-a-laquila]

Tags relacionados: EE UU G-8 Número 106 Manifestaciones
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