Un grupo llamado Amanecer de Oro ha causado una
muerte y heridas a varias personas después de entrar con
palos y cuchillos en autobuses a la caza de inmigrantes.
- VIOLENCIA POLICIAL. Las manifestaciones de la segunda huelga general de este año estuvieron marcadas por la actitud de la policía. Foto: Mehran Khalili.
Un año después de que el país firmara
el “acuerdo de rescate¨ con la llamada
‘troika’ (Fondo Monetario
Internacional, Banco Central Europeo
y Unión Europea), se ha marcado
en Grecia con un aumento significativo
de la tensión social. El 11 de
mayo, tuvo lugar la segunda huelga
general en lo que va del año contra
las medidas de austeridad antisociales
del gobierno. En Atenas, la manifestación,
a pesar de ser la más pacifica
del último año, estuvo marcada
por un ataque brutal de la policía antidisturbios.
Más de cien manifestantes,
incluyendo mujeres de 50 o 60
años, tuvieron que ser atendidos en
hospitales de la ciudad, con traumas
y problemas respiratorios causados
por el gas lacrimógeno. Uno de los
heridos, Giannis Kafkas, de 31 años,
fue golpeada brutalmente en la cabeza.
Kafkas está todavía grave, pero
su condición ha mejorado y se espera
que supere el estado crítico.
Auge del neofascismo
La violencia policial ha estado acompañada
con la aparición en las calles
de Atenas de centenares de neofascistas,
pertenecientes al grupo Jrisi
Aygi (Amanecer de Oro). Los neofascistas
salieron a las calles después
del asesinato de un hombre, Manolis
Kantaris de 44 años, el 10 de mayo
por la madrugada, a manos de tres
ladrones desconocidos.
Dando por
sentado que los asesinos fueron inmigrantes,
una creencia que se fortaleció
también por la línea de los grandes
medios de comunicación, muchos
“vecinos indignados” se concentraron
en el lugar del crimen, y
empezaron a atacar a cualquier persona
que no “pareciera” griego. Los
días siguientes, grupos de neofascistas
circularon por el centro de
Atenas, en una caza brutal contra los
inmigrantes.
Les atacaron con palos
y cuchillos e incluso entraron en autobuses,
golpeando a la gente por el
color de su piel. En los ataques falleció
un inmigrante de Bangladesh, cuyo
nombre y edad no preocupó a los
medios de comunicación, y decenas
de migrantes han sido hospitalizadas
tras esta ola de racismo.
Los actos de violencia culminaron
el 14 de mayo con el ataque con
cócteles molotov por parte de un
grupo desconocido a la sede de la
policía local en el barrio de Eksarjia,
pese que la calle estaba llena de vecinos
haciendo sus compras en el
mercado popular. Tres personas sufrieron
quemaduras graves y uno
de ellos todavía lucha por su vida en
el hospital. El acto ha provocado
una gran desilusión en las personas
que integran los movimientos sociales
y los grupos políticos antagonistas.
El 14 de mayo por la noche, las calles
del centro de la capital se encontraban
casi vacías, un imagen rara
para un ciudad famosa por su vida
nocturna. Los analistas de izquierdas
coinciden en que el Gobierno,
por medio de la tolerancia a la violencia
y bajo la presión intensa de la
troika formada por los organismos
internacionales se está preparando
para un segundo “acuerdo de rescate”.
Según la información que el gobierno
está filtrando, en este “rescate
número 2” se incluyen más medidas
de austeridad, con nuevos
recortes en los sueldos, las pensiones
y los gastos públicos (incluidos
los de salud y educación) y un programa
de privatizaciones sin precedentes.
El objetivo es vender a inversores
privados lo que queda de
las empresas públicas, entre ellas
las eléctricas, la gestión del agua y
de los ferrocarriles, y asimismo hipotecar
bienes inmuebles del
Estado, incluyendo grandes extensiones
de tierras públicas.
Al mismo tiempo, las consecuencias
de las políticas antisociales ya
implementadas siguen empeorándose.
El paro sube casi un 1% cada
mes, y en febrero se disparó hasta
el 16%. Para los jóvenes las cifras
son aún peores, la tasa de desempleo
juvenil está en el 40% entre los
jóvenes de menos de 26 años en paro.
La sociedad griega ya ha asimilado
que se trata de un callejón sin
salida, hecho que se representa en
el colapso total del apoyo popular
al Gobierno en las últimas encuestas.
Sin embargo, la mayoría sigue
paralizada, y las personas más valientes
y no violentas no saben cómo
expresar su rabia. En los últimos
tiempos, la influencia de la
“spanish revolution” se ve como
una posible puerta para la esperanza
en Grecia.
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